Perrecy-les-Forges sería una aldea desconocida de la Borgoña profunda en las márgenes del Morvan, si no tuviera esta hermosa iglesia románica, vestigio de un antiquísimo priorato benedictino construido sobre una iglesia carolingia. Íbamos de peregrinación, camino de Paray-le-Monial, en los confines de esta maravillosa región de Francia, cuando la valla que anunciaba la proximidad de dicha aldea me hizo recordar que allí se conservaba uno de los nártex más hermosos del románico borgoñés, con columnas que exhiben capiteles historiados del siglo XII. Nótese además el arcaismo del trazado de la nave central y los torreones defensivos adosados a uno de los muros laterales de la iglesia, signo inequívoco de su feudalidad.