Hemos llegado a Paphos. Mañana nos espera la ciudad romana (declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) con sus celebérrimos mosaicos; la iglesia en donde está la columna en que ataron para caerle a fuetazos al Apóstol San Pablo cuando vino a cristianizar Chipre en su primer viaje (ese era otro turista empedernido), y muchas maravillas más. Aquí les dejo estas tres vistas (un avant-goût) de Paphos, en un post que dedico a mi amiga Eyda Machín, en "souvenir" de nuestro maravilloso viaje por Creta, hace ya algún tiempo. Pues resulta que es Paphos lo que, a primera vista, más me ha recordado la ciudad de La Canée en Creta. Por ahora reposo, que estoy (estamos) bien cansados de manejar, à tour de rôle, a la inglesa (o sea, con el timón del lado del copiloto) y todo lo demás: carreteras, señales, peatones, pasos, lógica y reflejos al revés también. Y eso de manejar a la inglesa es una tremenda jodedera (me recuerda a los carritos locos del Coney Island en que el timón estaba siempre del otro lado) pero ni siquiera esa dificultad me (nos) detiene.