Estamos en territorio de Su "Agraciadísima" Majestad del Reino Unido, en la península de Akrotiri, una de las dos bases aéreas inglesas en Chipre. En su interior pueblecillos chipriotas, templos grecorromanos, monasterios, playas y un gran lago salado. Se puede circular libremente, hasta que uno llega, después de la Playa Lady's Mile a las alambradas. En ese bout du monde el Monasterio ortodoxo San Nicolás de los Gatos (tres primeras fotos), después de un hermoso olivar que las monjas cuidan. De regreso de Palestina, la pionera del turismo mundial: la inevitable Elena, madre del Emperador Constantino, fundó aquí este monasterio en el siglo IV dC. El sitio adquirió ese nombre porque para combatir la gran cantidad de víboras que había la gran Elena tuvo la brillante idea de importar 1000 gatos de Constantinopla, Egipto y Palestina. De hecho, el cabo de la península (al que no se puede llegar por culpa de la parte cerrada por las alambradas) se llama Cabo Gata. El claustro del monasterio es de una gran belleza.
Otro pueblo en territorio británico es Kolossi. En el visitamos el castillo (dos siguientes fotos), construido en 1454 por la Orden de los Hospitalarios de San Juan, una vez que fueron expulsados de sus posesiones en Tierra Santa y antes de que siguieran viaje hacia Rodas, y finalmente, Malta. Los Caballeros Hospitalarios se lo vendieron a los genoveses pero antes plantaron un ingenio de azúcar cuyas ruinas pueden aún verse. Los francos del linaje de Lusignan (varios Grandes Maestres de la Orden eran de la familia Lusignan) dejaron inscritos en la piedra sus blasones.
Los ingleses se ocupan de recordarle al turista, mediante grandes vallas, los sitios en los que no se puede tomar fotos. A ambos lados de la carretera los locales venden frutas acabadas de recoger de sus huertos: naranjas, fresas, nísperos, ciruelas, etc. Al fin hemos vuelto a encontrar el verdadero gusto (ya olvidado) de una fresa.