9 juil. 2008
La Abadía de Jumièges / Normandía
La portería de la abadía es posterior. Fue concebida en estilo Renacimiento normando
para A. J. Ponte, conceptor de ruinas
Al norte de Rouen (Ruán), en la región conocida como Valle del Sena. El río zigzaguea en su curso formando pequeños valles al pie de acantlidados escarpados.
Refiriéndose a lo que queda de la Abadía de Jumièges el paleógrafo Robert-Charles conde de Lasteyrie afirmó que eran las ruinas más hermosas de Francia. Desde su fundación en épocas merovingias (s. VII dC) por San Filiberto, no hubo invasor que no intentara destruirla. Los Vikingos fueron los primeros, pues con sus temibles embarcaciones de velas y remos remontaban el Sena hasta esta región, cuya lejanía de los centros militares de Chartres y París dificultaba su defensa por parte de los reyes francos. Después de haberla saqueado varias veces los mismos Vikingos devenidos Normandos sedentarizados y convertidos (algunos se dejaban bautizar hasta 10 veces según la situación en que se encontraran), comenzaron a restaurar los sitios sagrados que sus antepasados habían destruido. Así fue como a fines del 900 dC el Duque Guillermo de la Espada Larga (sin connotación erótica que se sepa) rescata a Jumièges de sus ruinas. La abadía logra sobrevivir durante las guerras de religión, pero en 1793 la Revolución le da el golpe de gracia: al ser vendida en subasta a un negociante de maderas de Canteleu su nuevo propietario decide convertirla en cantera y reutilizar las piedras. Para no perder mucho tiempo minó la torre principal de la iglesia de modo que los fragmentos salieran ya reducidos después de la voladura.
En el espacio de media tarde de visita al sitio tuvimos frío, calor, lluvia, niebla y radiante sol. Como digo en post anterior es el tiempo lo que refleja mejor que nada el carácter de los normandos.