12 juil. 2008
Betances / Puerto Rico-Cuba-París
A dos cuadras de mi casa, en el 6-8 de la calle Chateaudun, una placa conmemorativa colocada en 1998 recuerda el lugar en donde vivió durante veinte años el médico, escritor (en francés) y activista político puertorriqueño Ramón Emeterio Betances (Cabo Rojo, Puerto Rico, 1827 - Neuilly-sur-Seine, Francia, 1898). Independentista y antianexionista, Betances fue desterrado de su isla en 1858, algo que no le impidió ser uno de los principales actores del Grito de Lares (1868) y de vincularse estrechamente a la Guerra de los Diez Años cubana. Un año después de su llegada a Francia, en 1874, publicó el ensayo Cuba, documento elocuente y necesario para los estudiosos del tema del anexionismo y sus opositores. En Nueva York, donde escribía bajo el pseudónimo de "El Antillano" febriles artículos contra la metrópoli española, fundó la Sociedad Republicana de Cuba y Puerto Rico. Fue luego, Delegado y Agente del Partido Revolucionario Cubano en Francia. También Representante Diplomático de la República de Cuba [en Armas] en este país. En este edificio funcionó la única sede visible de la insurrección cubana en Francia. Habría que añadir que la sacarocracia cubana exiliada en París [lo que el historiador y estudioso francés Paul Estrade llamó "Cubanolandia" en su libro La colonia cubana de París], si bien colaboraba económicamente en la independencia (no todos, dicho sea de paso), no daba la cara públicamente ni sostenía en voz alta sus ideas por miedo a represalias en contra de sus familiares, propiedades e intereses económicos en Cuba [Nunca he visto semejanza más elocuente con respecto al grueso de la población cubana en París un siglo y algo después]. El caso es que le tocó a Betances, un puertorriqueño, dar la cara por todos los cubanos y convertirse en la figura visible (y vigilada) del Comité Cubano de París. Fue él quien tuvo la idea de publicar en francés un semanario que informara acerca del movimiento independentista cubano. Ese periódico (no fue el primero, pero sí el que más números sacó) se llamó La República Cubana y fue fundado y dirigido hasta su cierre en 1897 Domingo Figarola-Caneda, quien, para ser justos, también dio la cara.
Mucho se ha escrito e investigado sobre Betances y su impronta en la independencia cubana. Los estudios más completos han sido emprendidos y publicados por el historiador puertorriqueño Félix Ojeda Reyes y el francés Paul Estrade cuyo libro ha sido la biblia para todos los que han investigado sobre la presencia cubana a fines del XIX en París y cuyo valor investigativo no mengua a causa de la muy incómoda simpatía del profesor e historiador por el régimen actual. En la Red pueden encontrar abundante bibliografía y ensayos sobre Betances. Yo participé junto al "Comité Puertorriqueño de París" actual (que se reunía en Montmartre, en casa del pintor ya fallecido Alfonso Arana) en el acto en que se desveló esta tarja.
Huelga decir que por esta vuelta ninguna tarja conmemorativa de las múltiples personalidades cubanas que han vivido en París ha sido colocada por cubanos. Desinterés, desidia y sabotajes con respecto a cualquier acción de este tipo (incluso por parte de quienes ni siquiera dan la cara) arruinarían todo intento al respecto. Por lo cual, a los cubanos – que tanto se burlan de los dominicanos y de los puertorriqueños – no nos queda más remedio que esperar por otro Máximo Gómez o Ramón E. Betances para por lo menos dar una ligera y virtual impresión de objetivo común
Nota: Iba a decir "ligera y virtual impresión de unidad" pero me autocensuré porque justamente los que más sabotean (y mejores tajadas sacan del negocio de la politiquería con vista a una eventual democratización de la Isla) se ofenden cuando se habla de unidad so pretexto de que esta palabra es un indicador del gobierno monolítico de la Cuba actual, de la CTC, anulación de los sindicatos y otros atropellos. Una manera de defender la microtajadilla de poder virtual que creen tener. Si lo aclaro es para anular hábilmente y con toda intención la autocensura, y de paso burlarme de ellos.