Llegamos a Asís (prefiero la consonancia italiana, tan hermosa: Assisi, arrastrando la primera i). Tierra de San Francisco y de Santa Clara. Uno de los sitios más importantes de la Cristiandad. Apenas entré por una de sus puertas me compré el crucifijo de madera, similar a ese que le habló a Francisco y le dijo: "Levanta mi iglesia que cae en ruinas". El original está en la Iglesia de Santa Clara.
Llegada a Asís por la ruta de Palazzo y Mora. Evitando a todo precio la de Perugia = embotellamientos de hasta dos horas
La Chiesa Nuova, en el sitio donde se hallaba la casa en que nació (San) Francisco. Detrás, el establillo de su casa convertido en Oratorio. La ciudad, invadida por clarisas y franciscanos de todo el mundo. Júbilo y paz
Detrás de las columnas dóricas de este Templo romano de Minerva se esconde la iglesia barroca de Santa María. Un buen ejemplo de alianza de dos épocas arquitectónicamente distantes. Plaza del Commune, en Asís
Otro ángulo de la anterior