29 févr. 2012

La Bougie du Sapeur, n° 9

Hay que aprovechar hoy y comprarlo porque no volvera a salir hasta el 29 de febrero de 2016. El periódico parisino La Bougie du Sapeur va por el número 9 y solamente sale los días 29 de febrero, o sea, en los años bisiestos (una vez cada cuatro años). La tirada es de 200 000 ejemplares. Y como fue fundado en 1980 sólo existen con el de hoy 9 ejemplares. Si alguien desea suscribirse paga una suscripción de 100 euros, válida para todo el siglo XXI. Cada 28 años el febrero bisiesto cae domingo. Entonces, Le Sapeur tiene un suplemento. El último suplemento data del 2004 entonces (y es el primero también). Una perfecta "parisianada".

26 févr. 2012

The Iron Lady / Margaret Thatcher = Meryl Streep

Alguien me dijo que no iría a verla porque le resultaba antipática Margaret Thatcher. En mi caso, lo menos que me interesa es la personalidad de la ex Primer Ministro Británica, haya sido despiadada o muy eficaz, que no soy inglés... ni argentino. En cambio, sí quería ver la actuación de Meryl Streep que presentía sublime. No me equivoqué. Es posible que el guion se haya permitido ciertas licencias (como la de accesos de ira de la Thatcher en su consejo de Ministros, cosa impensable viniendo de esa alma gélida), lo que sí es una evidencia es la brillante actuación doble de Meryl Streep, encarnando a una Thatcher en funciones y a la señora desvariada que es hoy. Chapeau, una vez más, para esta extraordinaria actriz, probablemente la mejor que tiene Hollywood hoy día
y una de las mejores de todos los tiempos.

The Iron Lady.

25 févr. 2012

Monschau - Renania (Alemania)

© Fotos William Navarrete

Nieve por todas partes. Los bosques de Westfalia-Renania con manto blanco. La llegada a Monschau, una aldea de cuento de hadas en el fondo de un valle y al pie de un castillo medieval ha sido memorable. Las gomas de invierno ayudan, pero persiste el riesgo de salirse del borde. El pueblo es muy pintoresco. En esta época del año somos amos y señores del sitio.




23 févr. 2012

Aix-la-Chapelle (Aachen) y Carlomagno

© Fotos William Navarrete

Capital del Reino de los Francos y del Imperio Carolingio, Aix-la-Chapelle (en germano Aachen) es también la ciudad de Carlomagno. Toda visita a esta ciudad de la Renania alemana comienza por su célebre catedral, terminada en tiempos de Carlomagno, en el año 800. El templo sufrió sucesivas modificaciones pero la nave octogonal es exactamente la iglesia original. El lustro o corona de luces fue un regalo de Barbarroja a Beatriz, en el año 1150. El sitio es fabuloso. El trono de Carlomagno, la Pala de Oro, el relicario, los vitrales y mosaicos bizantinos valen el esfuerzo de haber soportado una memorable nevada:




La catedral durante la nevada
La catedral después de la nevada

22 févr. 2012

Dinant - Valonia o la patria chica de Adolphe Sax

© Fotos William Navarrete

Au bord de la Meuse, Dinant est une ville paisible de la Belgique francophone. Sa collégiale date du XIII siècle (avec nombre d'interventions de la période gothique). Dinant se vante aussi d'être la patrie d'Adolphe Sax (1814-1894), l'inventeur du saxophone. Sans lui, pas de jazz, pas de Coleman, ni Coltrane, ni Charlie Parker. C'est-à-dire, sans Dinant rien de tout cela.



21 févr. 2012

Castillo de Spontin - Valonia

© Fotos William Navarrete

El castillo de Spontin, al sur de Namur, en Bélgica, uno de los más pintorescos de Valonia. Data de 1289 y es un auténtico castillo feudal que formaba parte del sitema defensivo de la región. La imponente construcción ha tenido muy mala suerte: en muchas ocasiones (como ahora) la propiedad ha quedado sin propietario por la muerte misteriosa de sus ocupantes. La de su ultimo propietario, Robert Vermeersch, hace unos años, asesinado en la misma entrada de la gran verja de entrada, lo dejó una vez más a la merced del tiempo.



Trésors du Musée d'Art Ancien de Bruxelles

© Fotos William Navarrete

Una orgía de obras maestras del arte flamenco: Bruegel, el Bosco, Memling, Van der Weyden, Van der Goes, Rubens, Rembrandt, etc., etc. Es el Musée d'Art Ancien de Bruxelles. Une halte obligée de toute visite à la capitale belge:



Memling, El martirio de San Sebastián.

Cranach.

Pieter Bruegel I, La caída de los ángeles rebeldes:





El Bosco, La tentación de San Antonio:




19 févr. 2012

Sur les traces de Hergé - Bruselas

© Fotos William Navarrete

Le Centre Belge de la Bande Dessinée... Oui, en Belgique la BD est aussi importante que les... moules-frites, par exemple. Un hommage à Hergé doit obligatoirement passer par Tintin. Au point qu'en montant les marches de l'escalier il faudra faire attention parce qu'une marche est cassée. Tiens, tiens, pareil qu'à Moulinsart. Il va falloir appeller ce marbrier de mille milliards de mille sabords...




La marche cassée de Moulinsart.

18 févr. 2012

Bruselas

Bruselas es una de esas ciudades que uno nunca acaba de conocer. Siempre volvemos a ella, pero siempre dejamos cosas por ver. Son causas pendientes. Puntos suspensivos similares a los que cuelgan todavía de la confusa situación identitaria belga. La ciudad es el centro político de Europa, pero pocas veces se le considera como destino turístico, a pesar de sus incuestionables tesoros. Casi siempre se viene por razones concretas. Esta vez todo sin prisa, sin mapa y sin objetivo.

Bruxelles, lumière du nord.

Le Parc de Bruxelles, visions spectrales.

Un vieux magasin sur la rue Haute.

Un vitrail de Notre-Dame-des-Sablons, a Bruxelles.

Un decor de cinéma dans la rue Montagne de la Cour, en face des anciens magasins Old England.

Les Galeries de Saint-Hubert

La Champagnothèque y el Mont-blanc de Wittamer.

La Grand-Place.

Sainte-Gudule, cathédrale de Bruxelles. Gothique l'église, gothique les arbres.

15 févr. 2012

Quito / en El Nuevo Herald

© El Nuevo Herald / William Navarrete

Dejo aquí el primero de los artículos de una serie que escribí sobre este país andino

Quito: capital cultural de Latinoamérica
lunes 13 de febrero del 2012
William Navarrete
© 2012 El Nuevo Herald. All Rights Reserved.

Durante el 2011, Quito, la capital de Ecuador, lo ha sido también de la cultura latinoamericana. La ciudad fue en 1978, a la vez que Cracovia, la primera en ser declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. Su centro histórico y la influencia que durante siglos ejerció en toda la región andina, la hacen merecedora del título que ostenta.

San Francisco de Quito, fundada en 1534, a 2,850 metros de altura, por el conquistador español Sebastián de Benalcázar, se encuentra situada al pie de un volcán: el Pichincha, que da nombre a esta provincia y entró en erupción por última vez en 1999. Con el tiempo, el crecimiento urbano ha quedado forzosamente limitado al valle estrecho y alargado que conforman las altas montañas circundantes. Es por eso que los propios quiteños evocan la forma de un chorizo al referirse a su ciudad, cuyo eje Norte-Sur, se reduce a las estrechas y enclaustradas márgenes del valle intramontano. Poco más de un millón y medio de habitantes pueblan la referida zona urbana.

El visitante que llega a Quito por vez primera necesitará de cierto tiempo de adaptación, sobre todo si no está acostumbrado a vivir en sitios de considerable altitud. El mal de alturas o de altas montañas, como también se le conoce, se manifiesta, en general, mediante dificultades respiratorias (dado la falta de oxígeno), mareo o dolor de cabeza. No afecta a todo el mundo ni a todos por igual. Incluso, puede aquejar a una misma persona durante un viaje y no afectarla en el siguiente. Se recomienda, al menos durante los dos primeros días, reducir la actividad física y de descansar antes de sentir la fatiga, comer antes de tener hambre y beber sin tener sed.

El casco histórico o ciudad colonial es la parte que atesora la mayor cantidad de monumentos y sitios de interés, pero los turistas suelen alojarse en un barrio de la parte moderna llamada La Mariscal. Es en él en donde se encuentra la mejor infraestructura hotelera y abundan los restaurantes, cafés, discotecas, agencias de viajes, etc. Ese es también el barrio con mayor vida nocturna (alrededor de la Plaza Foch), a excepción de la calle de la Ronda, en el casco antiguo.

Cualquier visita a Quito estará siempre marcada por la visión de la célebre Virgen del Panecillo, escultura metálica que corona la elevación de 3,035 metros en forma de pan, al Oeste de la ciudad. Para tener una idea exacta de la extensión de la capital ecuatoriana y de su situación geográfica, se debe subir imperativamente a este mirador natural que permite admirar el esplendor de la naturaleza, así como la caprichosa disposición de su geografía. A pesar de tratarse de un monumento de reciente factura, concebido en 1976 por el español Agustín de Herrán Matorras, la Virgen, visible desde casi todos los puntos de la urbe, se han convertido en el icono de ésta. Otra opción, de sensación mucho más vertiginosa que la anterior, es la de tomar el Teleférico de Quito que permite ascender una de las laderas del volcán Pichincha hasta el sitio conocido como Cruz Loma, a 4,200 metros de altitud.

El casco histórico de Quito puede recorrerse enteramente a pie y tiene su epicentro en la Plaza de la Independencia. Alrededor de ésta se hallan el Palacio Arzobispal, con un bello patio interior rodeado por galerías de maderas preciosas; también el Palacio de Gobierno o Carondelet, sede de la Presidencia de la República, de modesta talla, con verjas que pertenecieron al incendiado Palacio de las Tullerías, en París, y cuyas dependencias han sido recientemente abiertas al público. Por último, a un lado de la plaza, la Catedral Metropolitana (1562), también de modesta dimensión y de bajo puntal para contrarrestar los efectos de los movimientos sísmicos frecuentes en la zona. De esta última vale la pena destacar su formidable techo de artesonado inspirado en el mudéjar español, el altar mayor con un bello lienzo de Manuel Samaniego y la capilla donde se conservan los restos del mariscal y héroe de la independencia ecuatoriana, Antonio José de Sucre.

Dos otras importantes plazas marcan el ritmo de la vida del Quito colonial: San Francisco y Santo Domingo. A un lado de la primera, se erige el convento e iglesia de 1550 que le dan nombre. El conjunto arquitectónico formado por ambos es probablemente el más grande de América Latina. Al penetrar en la nave principal de la iglesia se constata inmediatamente la riqueza de la decoración interior que exhiben altares, capillas, techos y columnas mediante espejos, contrachapados en oro y pinturas doradas. La llamada Virgen de Legarda, en el altar mayor, debe su nombre al maestro de la escuela quiteña que la talló. A un lado del conjunto se encuentra la conocida Capilla de Cantuña, en honor al indio que construyó el atrio de la iglesia, sobre quien se cuenta alguna que otra leyenda.

En la segunda de las plazas mencionadas, en la de Santo Domingo, se alza el convento e iglesia que le dan nombre. Construido a finales del siglo XVI por la orden de los dominicos, el conjunto atesora un museo que muestra importantes piezas de la escuela quiteña, fundamentalmente las tallas del Padre Carlos. Debe también visitarse la capilla Nuestra Señora del Rosario, tal vez el mejor ejemplo del barroco del siglo XVIII o, al menos, uno de sus exponentes de máximo esplendor.

De las muchas iglesias de Quito, la llamada Iglesia de la Compañía contruida desde los albores del siglo XVII hasta fines del XVIII por los jesuitas, es considerada uno de los edificios más significativos de esta orden en todo el mundo. La fachada del templo, precedida por seis columnas salomónicas, con frisos, cornisas y paneles sobrecargados de esculturas, bajorrelieves y moluras, es una obra maestra del barroco en Sudamérica. Curiosamente, las capillas fueron construidas por mano de obra indígena y los retablos y púlpitos constituyen una auténtica orgía de dorados y contrachapados de oro. En la nave principal, el retablo mayor, también obra de Legarde, luce tan abigarrado y sobrecargado como la misma fachada. El templo atesora, asimismo, la mejor serie de pinturas de la admirable escuela quiteña.
Fuera del centro histórico, aunque no lejos de él, la Basílica del Voto Nacional es muy visible desde diferentes espacios de la capital. Fue concebida en estilo neogótico y sus 115 metros de altura la convirtieron en el edificio más alto de Quito. Inaugurada y bendecida por el Papa Juan Pablo II durante su visita pastoral a Ecuador en 1985, su construcción comenzó en 1875, bajo el malogrado gobierno del presidente Gabriel García Moreno. Sobresalen las gárgolas del edificio que representan animales de la fauna local (tortugas, reptiles, etc.) y desde la colina en que se alza se puede disfrutar de una hermosa perspectiva de todo el barrio neoclásico aledaño. En su recinto se situó el Panteón Nacional, donde reposan los restos de muchos de los jefes de Estado que ha tenido el país desde su independencia hasta nuestros días.

El Museo del Banco Central, en el Edificio de los Espejos, conserva las piezas arqueológicas precolombinas más sobresalientes de Ecuador, así como las colecciones de arte colonial, de la República y la pintura contemporánea. Otros museos interesantes son el de la Ciudad, sito en el edificio más antiguo de Quito, y el de Guayasamín, que contiene la obra de este conocido artista ecuatoriano. En el Parque La Carolina, auténtico pulmón verde de la ciudad a pocos pasos de La Mariscal, se encuentra el Jardín Botánico, con una importante colección de orquídeas, así como el Parque Náutico y el Museo de Ciencias Naturales. Durante los festejos populares es en este parque donde se realizan los conciertos multitudinarios al aire libre.

Por su importancia simbólica, por hallarse en la misma provincia que Quito y a sólo 13,5 kilómetros de la capital, la Mitad del Mundo es un poblado concebido de forma artificial y como atracción turística, en el mismo sitio por donde pasa la línea ecuatorial, equidistante de los polos Norte y Sur. El conocido monumento piramidal que marca el paso de la línea imaginaria que da nombre al país acoge un interesante museo etnográfico. Es de destacar entre los pabellones y museos que existen en este lugar, el llamado Pabellón Francia, por ser este país el que más sabios y científicos aportó a las mediciones del centro del mundo, desde que en 1736 Charles-Marie de La Condamine, Joseph de Jussieu y Pierre Godin realizaron in situ, junto a otros pioneros de la misión geodésica francesa, las primeras observaciones físicas y naturales. No faltan allí los restaurantes de comida tradicional y las tiendas de artesanías y recuerdos. Recientemente, se ha añadido al concierto de bustos de intelectuales y científicos relacionados con la línea del ecuador y el país, una escultura de José Martí, con el objetivo de evocar el ideal integrador de las Américas con que soñaba el apóstol cubano.

Poco conocida fuera de sus fronteras, la gastronomía ecuatoriana y, en particular, la quiteña, depara agradables sorpresas. No faltan especialidades a base de maíz entre las que se se destacan gran variedad de tamales y las famosos locros que son cremas de maíz, con queso casero fundido y aguacate. La comida serrana, a base de carnes, humeantes sopas, cremas, quesos caseros y abundantes legumbres y frutas es la que se come con más frecuencia en las provincias montañosas. De hecho, abundan los restaurantes tanto de excelente cocina local (como el Mamá Clorinda, La Choza y La Casa de mi Abuela, en la zona de La Mariscal), como los de cocina internacional (entre los que sobresalen La Boca del Lobo y Pídeme la Luna), en esa misma área.

La belleza del sitio natural en donde crece Quito compensa una caprichosa meteorología que, como la de toda región de alta montaña, puede cambiar en pocos minutos y varias veces al día, según la acumulación de las nubes y la dirección de los vientos. Por esta misma razón, nunca hace demasiado frío ni excesivo calor, aunque llueve con frecuencia.

La ciudad donde radica el poder político y administrativo de Ecuador no dejará indiferente a ningún visitante. Más bien, muchos quedarán sorprendidos al descubrir en ella una capital de múltiples rostros, pujanza comercial, sinnúmero de distracciones, establecimientos de calidad y excelente acogida. Después de haber sido durante todo un año sede de la cultura latinoamericana, una atmósfera de renovación y de dinamismo se respira en casi todas las zonas principales.

Desde la Virgen del Panecillo.

12 févr. 2012

Un blog profesional y elegante

Un blog muy profesional. Lleno de apasionantes historias. Extremadamente cuidado. No perderse el tema egipcio de la entrada más reciente:
Blog de Daina Chaviano

10 févr. 2012

Presentación de Silvia Baron Supervielle / Paris

D'autres photos, prises par moi-même, le mercredi 8 février dernier, lors de la présentation du roman Le Pont International, de l'écrivain uruguayeenne-argentine d'expression française Silvia Baron Supervielle, dans la Librairie Gallimard. Là-bas, l'auteur nous a fait passer une soirée merveilleuse et a lu des extraits de son roman et raconté quelques anecdotes. Merci à la traductrice Marianne Millon, aussi présente ce soir-là, pour m'avoir invité à cette lecture.

Más fotos tomadas por mí el pasado miércoles 8 de febrero, durante la presentación de la novela Le Pont International, de la escritora uruguayo-argentina de expresión francesa Silvia Baron Supervielle, en la Librería Gallimard. Allí, la autora nos nos hizo pasar una deliciosa noche leyendo fragmentos de su obra y contando algunas anécdotas. Agradecido a la traductora Marianne Millon, también presente esa noche, por haberme invitado a esta lectura:



9 févr. 2012

Silvia Baron Supervieille / Le Pont International

© Foto William Navarrete

Nació en Buenos Aires, en 1934, de origen uruguayo y francés, nieta del gran poeta Jules Supervielle, autora de una veintena de títulos de poesía y novela, traductora al francés de Borges, de Teresa de Ávila, de Cortázar..., establecida en París desde 1961 (una ciudad a donde vino por unos días y se quedó 50 años). Es Silvia Barón Supervielle, que nos presentó en la Librería de Gallimard Le Pont international, su última novela publicada por esta casa de ediciones. En ella, Ireneo Funes, el personaje protagónico, es un guiño inteligente al célebre Funes de Borges, autor que Silvia conoció y a quien él solía llamarle, según nos contó, "La Oriental", por venir ella de la pequeña República Oriental, del otro lado del río de La Plata. Funes no pudo morir sin conocer el amor, se dijo Silvia, cuando decidió darle nueva dimensión al personaje en su novela. De modo que, todo comienza en una playa a orillas del río Santa Lucía, al pie de ese Puente Internacional, que tantos uruguayos soñaban con atravesar, camino de Fray Bentos...

Silvia Baron Supervieille, presentada por Jean Mattern, Ed. Gallimard, Paris.