El nombre Navarrete parece estar en relación con el límite entre Castilla y Navarra. El origen medieval de la villa se debe justamente al deseo de los reyes castellanos de defender su territorio de los enemigos. Fue Alfonso VIII quien propuso a los habitantes de las antiguas aldeas de la zona que se reunieran en este lugar defensivo en torno al castillo fortificado, levantado en el cerro Tedeón, fundándose así la nueva villa de Navarrete. A partir de 1192, sus habitantes reciben importantes fueros. La villa pasa a manos de don Juan Ramírez de Arellano por donación del rey Enrique II y luego, en 1380, se encuentra en manos de Diégo Gómez Manrique, Duque de Nájera.
El linaje
Navarrete es de origen toponímico. Hubo ilustres caballeros medievales que lo
llevaban, como Don Alonso de Navarrete, maestre de campo, quien tomara parte en
la célebre batalla de San Quintín, en Francia. Tambié don Baltasar de
Navarrete, gobernador de Estado de la reina de Polonia y Don Juan de Navarrete,
nieto del mencionado Alonso, en el reino de Nápoles.
Para los interesados dos enlaces del Ayuntamiento de Navarrete:
La historia del apellido Navarrete
La importancia de llamarse Navarrete
En lo que a me atañe, he satisfecho un peregrinaje personal pendiente. Hasta ahora, en ninguno de los viajes que he realizado por España, se me cruzaba la villa en el itinerario. Esta vez, sin desviarme intencionalmente, me cayó en la trayectoria:
La calle Mayor del pueblo de Navarrete, en La Rioja