3 août 2008

Ravena - Primo: Dante


Creo que el tesoro más preciado del que dispongo es el de mi absoluta libertad. Tal y como se me antojó he llegado a Rávena. Sin ella, Bizancio fuera mera literatura. Los turcos se encargaron de darle borrón a casi todos los mosaicos cristianos de Estambul. Sin sacudirme el polvo, cita con el padre del toscano, o sea, del italiano. Ante el sepulcro de Dante y recordando los tres primeros tercetos del magistral "Infierno" (en lengua dantesca) :

Nel mezzo del cammin di nostra vita
mi ritrovai per una selva oscura
ché la diritta via era smarrita.

Ahi quanto a dir qual era è cosa dura
esta selva selvaggia e aspra e forte
che nel pensier rinova la paura!

Tant'è amara che poco è più morte;
ma per trattar del ben ch'i' vi trovai,
dirò de l'altre cose ch'i' v'ho scorte.


Nota: Este túmulo – me he dado cuenta de que vale la pena explicarlo –, fue donde se pusieron a salvo los huesos de Dante cuando el fin de la II Guerra Mundial. El sarcófago que los ha contenido siempre (y contiene) se halla justo al lado, en el monumento funerario que le ha sido dedicado. Menos atractivo y poético, eso sí, que el verde túmulo.