Los frescos de San Antonio de Ranverso fueron pintados por el turinés Giacomo Jaquerio hacia 1420. A la paga de Amadeo VIII de Saboya el artista trabajó en Turín, Ginebra y Thonon-les-Bains. Escojo tres de los frescos que atesora esta iglesia y añado el políptico de otro turinés (Defendente Ferrari) que ocupa el altar:
La subida al Calvario, de Giacomo Jaquerio, en la sacristía de San Antonio de Ranverso.
Los campesinos ofrecen cerdos a San Antonio Abad, fresco de Jaquerio, en San Antonio di Ranverso.
Cristo y los instrumentos de la Pasión, fresco de Jaquerio, San Antonio di Ranverso.
Políptico de Defendente Ferrari (pintor del XVI turinés) en el altar de San Antonio di Ranverso.