12 déc. 2010
Vivian Acosta, un esfuerzo sobrehumano
Voy a destacar lo que a mi juicio es destacable de la pieza Santa Cecilia, de Abilio Estévez, exhibida en estos días en Teatro en Miami Estudio por Galiano 108. Me refiero a la actuación extraordinaria y extenuante de la actriz Vivian Acosta (dirigida por José González) para este largo monólogo de edulcuradas reverencias a una ciudad que ya no existe: La Habana. Entre rodajas de piñas, pregones, fustes de columnas, tranvías, el Almendares, alusiones literarias, musicales, la Fuente de la India, el Capitolio, el siglo XIX, las primeras décadas del XX, patatín, patatán y toda esa enumeración harto enumerada de las pequeñas (o grandes, según quien las evoque) cosas habaneras de ese tiempo, la actriz debe cubrir, como una Marianne de la memoria capitalina, tal cantidad de registros, que de sólo ver su sublime esfuerzo en aras de lo que, después de todo, es poco contenido (o mucho texto para una misma idea), uno aplaude hasta el propio cansancio con el mejor deseo de halagarla y de expresarle nuestras más sinceras felicitaciones.