Para descansar de las fiestas patronales - sí, de las fiestas también se descansa -, nada mejor que Vilaflor de Chasna, un pueblo entre las nubes, el último antes del Teide, el Municipio más alto de España (a 1450 metros de altitud), con fuentes naturales, agricultura local, viejas casas señoriales, callejuelas floridas, tascas deliciosas y un hotel maravilloso (el Hotel-Spa Villalba), en medio de un pinar canario, cuyas habitaciones son auténticos miradores, la calidad ambiental insuperable y la paz absoluta. Dejo las fotos de recomendación para el mismo para otro post.
Vilaflor de Chasna, un pueblo entre las nubes:
Cuando las nubes se retiran el panorama se extiende, por la ladera sur del Teide, hasta la Montaña Roja, el Valle de San Lorenzo y toda la comarca chasnera:
Casas solariegas, señoriales y típicas de Vilaflor de Chasna:
Los rosales hacen honor al nombre de Vilaflor. Y eso que no estamos en la estación florida:
Fachada e interior de la Iglesia de San Pedro.
La Ermita San Roque, entre pinares, al inicio de la colina que nos lleva al Hotel Villalba:
Sobre el lugar en que se hallaba la casa en que nació el Hermano Pedro Betancur se erigió una capilla en su nombre:
Higos picones le dicen aquí al delicioso fruto de esta variedad de cactus. Vilaflor de Chasna. Calle principal: