Soles. Muchichísimos soles. Estamos llenando esto de soles bien amarillos y no en balde me salen hasta de medianoche. No saben todavía lo que es, ni lo que es una fiesta patronal en manos de un par de criollos liberados de todo. Que lo mismo sacan la mantilla negra con la lágrima de La Dolorosa en perla de verdad, que el tutú rosado con ribetes crepé verde cotorra, que la mismitísima chancleta de palo. Que lo mismo ponen a cantar a Paquita la del Barrio que un coro de recitadores de Petrarca en lengua original, aunque no lo entienda nadie ni nosotros mismos. Y con este fetecún va mucha luz para mis amigos, y mañana se rompe el corojo. Se suda la gota dulce, la verdad, y de mil maneras, eso también. Pero mañana Cachita tendrá una fiesta de 100 mil a 150 mil personas, y el Blasito vendrá traído por brazos expertos desde el mar y el otro santo, Blas el grande, también tendrá lo suyo, y hasta yo por mi cumpleaños que sigue siempre a la Cachonda del Cobre y habrá no una paella gigante sino un cake descomunal como nunca se ha visto por aquí abajo, para endulzar bien al Bambino de Atocha que es abrecaminos. Y queremos una guerra de merengue blanco porque una guerra de merengue significa mucha paz. Y prometo que sólo se verán dientes tras sonrisas, que para eso también vine. Y toda esta jodedera llena de mar y todo lo bueno del mundo durará una semana, a menos que con el bombardeo de fuegos que se ha preparado - creo que nos pasamos, pero ya veremos- coja fuego el bosque entero, ya que uno no tiene por qué andar creyéndose que tiene a dios cogido por la barba, sino que hay que gozar sabiendo que los santos, vengan de donde vengan, pueden ser imprevisibles y que incluso cuando lo son más vale seguir riendo.
En la recta final hay que preparse bien. Con todo el tejemaneje este por poco se me olvidaba mi adorable espía de La Habana que no está en ninguna Habana. Déjame echarle esta fotico de azúcar que yo sé que cuando penetre por sus ojos se le convertirá en pura sal:
Para que mis socios (y varias socias también, por supuesto) no digan que soy un egoísta: