Kalamkaba desde lo alto del monasterio de Agia Triada (de la Santa Trinidad).
La capilla campestre de Doupiani, en Kastraki, indica el camino y da la bienvenida a los peregrinos de las Meteoras.
Al pie de las Meteoras, en Kalambaka, el campanario bizantino de la Iglesia de la Virgen Dormida (siglos IX y X). En el interior del templo frescos bizantinos del XII y el único púlpito de marmol de Grecia: una mole maciza y finamente tallada en el centro de la nave (fotos prohibidas del interior).
Este antiquísimo bajorrelieve en la fachada lateral de la Iglesia de la Virgen Dormida, en Kalambaka, prueba la antigüedad (siglo IX) del templo.
El mejor carnicero de Kastraki trabaja todavía a la antigua (como todos los de su oficio en la Grecia de la trastierra): hacha, grandes morteros de madera maciza y reses desolladas y corderos casi entera(o)s para que el cliente escoja la pieza que desea al natural. Cabe precisar que la longevidad en estas tierras alcanza edades record, con lo cual los vegetarianos y los fans de los empaquetamientos superplásticos de los supermercados petroquímicos de Norteamérica tienen de qué halarse los pelos.