Una de las ventajas de alquilar una bicicleta acuática en Parga es la de poder recorrer todas las caletas y rincones de las islitas de este hermoso lugar. La desventaja es el dolor de pantorrillas después de haber pedaleado por más de una hora, y sobre todo si quien pedalea ha subido, como nosotros, el santuario de Delfos, las Meteoras y un buen etcétera de colinas, montañas y parajes abruptos. Esto de las bicicletas acuáticas me recordó los veranos en Varadero allá por la infancia.