Llegamos a Santo Domingo de Silos. Como siempre, los monjes escogían los mejores sitios. Casi todo el mundo medianamente informado sabe del coro monacal de este convento, célebre por haber grabado incluso con celebridades de la música popular. Claro, venir a oírlos y disfrutar de este sitio extraordinario y de un arroz con leche con cáscaras de limón en el restaurante de la plazuela, no es lo mismo que oírlos en Youtube o comprar el disco en El Corte. Además, el claustro románico, los techos de artesonado, los bajorrelieves del siglo XII, los capiteles, les dejan sin aliento. Aconsejo a todo el que disfrute de la Historia del Arte y de la música sacra llegarse hasta estos parajes solitarios (e inolvidables) de Castilla la Vieja. Para nosotros la estancia en Silos se llama "donde Cecilia bailó la suiza". Los implicados sabemos por qué y nos reímos sin parar.
