Las vitrinas de la casa madre de Hermès, en el 24 de la calle Faubourg Saint-Honoré, han sido siempre, guste o no la pacotilla (y en este caso la alta pacotilla), motivo de fascinación. La decoradora (artista, más bien), responsable de esa belleza permanente a la vista de los transeúntes es la tunecina Leïla Menchari, quien desde 1978 presenta 4 decoraciones anuales para esas fastuosas vitrinas.
El Instituto del Mundo Árabe ha decidido homenajear a la que alegra la vista de los parisinos con sus fabulosas vitrinas hace más de 30 años. La exposición es muy hermosa y pueden verse, amén de algunas de sus célebres creaciones-vitrinas (entre ellas la de homenaje a María Félix que ha sido una de mis preferidas), a maestros artesanos (hojalateros, peleteros, picapedreros, etc.) tunecinos trabajando in situ los materiales y técnicas orientales que Hermès utiliza para sus productos de inigualables prestigio y calidad:
Leïla Menchari, la diosa de las vitrinas.
El pegaso de Hermès, realizado por el escultor francés Christian Renonciat, en madera.