Post N. 9 Por las rutas de Castilla la Vieja
La verdad es que Numancia ha dado mucho que hablar y también malísimas ideas. Pues todo eso de inmolarse por ideales está muy bien cuando el que se inmola lo hace a título individual. Cuando la cosa se pone fea y cuando empiezo a tirarle trompetillas es cuando alguien pretende que todo el mundo se inmole para pasar a la Historia. Ya hemos visto pueblos inmolarse y grupos también. Hay quienes se inmolan simbólicamente entregándose ciegamente a un(a) gurú o cabecilla de secta. Eso siempre da pena porque de lo que se trata es de debilidad extrema y carencia total de personalidad, de una dependencia absoluta y de una pila de cosas pitoyables más.
Independientemente de todo esto, las ruinas de Numancia, a siete kilómetros de Soria, tienen muy poco qué mostrar. Si la historia del sitio y de la ciudad sitiada en el 133 aC por Escipión el Menor es tremenda, las ruinas, en cambio, son pobres. Menos mal que hay unas bien logradas reconstituciones del hábitat celtíbero (arévaco) prerromano. Del monolito-zócalo-obelisco hispanocastizo inaugurado por Alfonso XIII en 1905 mejor ni hablar. Las vistas desde la colina van hasta La Rioja y son una maravilla.