San Remo lutte contre la contrefaçon, dice el muy jocoso cartelito en el inicio del andén de una terminal de trenes que ya no funciona pues se llevaron los rieles hace rato a otra parte de la ciudad. Digo jocoso porque durante mi estancia en San Remo perdí la cuenta de las veces que individuos subsaharianos (que es así como debe decirse para estar a tono) me propusieron relojes Rolex y otras baratijas falsas por el estilo. El cartelito ha sido escrito en francés para insinuar que son los transalpinos los que compran. Que lo hayan puesto en una Estación que ya no es estación me parece de lo mas sintomático... y significativo. Así nadie se entera, excepto quien busca donde estacionar en el parqueo de dicho lugar. Lo que no dice el cartelito es que es en las afueras de Nápoles donde se fabrican (o se reciben en contenedores desde China) toneladas, toneladas y toneladas de piezas falsas de todo lo habido y por haber en este mundo. Que todo eso se dirige de lo más bien desde muy arriba e, incluso, por no pocos de los encargados de velar por el orden político, social, legal y hasta religioso. Gentes que se ocupan también de que este orden no se altere y de que funcione a las mil maravillas. Eso sí, seamos justos: El cartelito en cuestión genera empleo, tanto para quien lo diseñó como para quien lo fabricó, y eso sí que es de nobles intenciones por parte de tutti quanti.
Pero tampoco hay que tomárselo muy a pecho, que el mundo es mundo desde hace rato lo mismo aquí que allá o más allá, y hay que siguir viviéndolo y gozando al máximo sus partes buenas (que son muchas) cada día. Todo forma parte, si se quiere, de un proceso selectivo más o menos lógico. Disfrutemos de lo que me interesa: San Remo, su arquitectura, su maravillosa Pigna medieval y su espectacular Casino, que para eso he venido:
El gracioso cartelito.
La decorativa estación de trenes de San Remo, abandonada pero conservada desde que cambiaron el curso de los rieles y los pasaron para el norte de la ciudad.
El Gran Casino Nacional de San Remo, una institución de primera y el objetivo del viaje para muchos.
Al lado del gran Casino, la capilla del mismo. Como dice mi prima Miriam Ruiz "para aliviar las penas quien quede desplumado.
El Teatro Ariston de San Remo es la sede del Festival della Canzone Italiana en marzo. Parece que lo conservan así para que no pierda el caché de los cines de los 50
En San Remo, un barroco religioiso refinado y muy equilibrado.
La iglesia ortodoxa rusa de San Remo, regalo de la zarina Maria Fedorovna, en 1912.
El Palacio Borea d'Olmo
La basílica románico-gótica de San Siro (siglo XII)
Hay calles de la Città Vecchia que son auténticos tuneles:
San Remo è veramente italiano: