Dura escasos minutos. Es la hora del crepúsculo, la del poniente, la de los enamorados, de los poetas y cineastas. El sol se pone detrás del Cap d'Antibes y del Macizo del Esterel. La bahía de los Angeles fulgura. Las fachadas italianas de Niza se visten de oro y miel. Es la hora en que me gusta sentarme en la Promenade como en un cine: