3 avr. 2008

La Señora


El libro me lo prestó mi amigo Darío Méndez y se trata de una biografía casi novelada escrita por el estudioso inglés y especialista en cuestiones judías de la Universidad de Oxford Cecil Roth (1899-1970) sobre ese personaje del Renacimiento, absolutamente fascinante, que fue Gracia Nasi, la primera mujer banquera de Europa. Bautizada como Beatriz de Luna cuando nació en Portugal en un hogar de judíos conversos, pasó a llamarse Beatriz Mendes tras su casamiento con el acaudalado Francisco Mendes, otro judío converso de Portugal al parecer salido de España. Al enviudar y ser decretada la expulsión de los judíos de Portugal, Beatriz, ya convertida en la banquera y prestamista de las grandes cortes europeas, dirige el Banco Mendes, rival en Europa de la institución bancaria de los Médicis. Cecil Roth sigue los pasos de esta mujer sin par en Lyon, Londres, Amberes (en donde es personaje clave de la corte de Carlos V), Venecia, Ferrara (donde es huésped ilustre de la familia de los Este), Salónica, etc. Cansada de tener que levantar el campamento cada vez que se decretaba una expulsión de judíos de cualquier Ciudad-Estado europea, Beatriz se muda a Constantinopla, en donde es recibida con todos los honores, por Solimán el Magnífico, quien manda a construir un palacete para que se sienta cómoda. Indignada contra el Papa por las bulas antisemitas, Beatriz Mendes – ahora, desde Constantinopla bajo su nombre judío de Gracia Nasi – decreta y organiza el primer bloqueo de la historia contra un Estado, en este caso contra el puerto de Ancona y los Estados Pontificales…
No voy a contarles el final de su historia porque si no ya no tiene gracia leer el libro o indagar sobre ella. Sólo les adelanto que se adelantó a la implantación de colonias judías en Tierra Santa. En todo caso semejante mujer es sólo comparable, en su siglo, con Elizabeth I de Inglaterra, María Estuardo, Catalina de Médicis, Isabel de Este o Lucrecia Borgia. Sin embargo, hasta que Cecil Roth no desempolvó su historia se le conocía menos que a su propio sobrino, Juan Miquez, Duque de Naxos.
Advierto que la portada del libro es un cuadro del Bronzino correspondiente a una dama de la época (1540), pues hasta donde se sabe, de Gracia no hubo nunca retratos. Y que entre los hebreos se le llamaba "La Señora" (Ha-Geveret) por lo mucho que había ayudado a su pueblo por donde quiera que pasaba.