1 déc. 2007
Invierno chez Chateaubriand
Hoy en la casa de Chateaubriand, en la Vallée-aux-Loups. En 1807 el escritor y hombre político de gran agudeza compra este dominio, obligado por Napoléon I a vivir lejos de París. Chateaubriand desciende de la nobleza bretona, tradicional y cristiana. Tras haberse alejado del cristianismo vuelve al regazo de la religión en 1802 con la publicación de Génie du Christianisme. El libro significa un verdadero viraje en la política napoleónica hasta entonces hereditaria del rechazo de la fe cristiana como consecuencia de la Revolución. Napoléon, de hecho, lo nombra Cónsul en Roma en 1803, hasta que comete el error de fusilar al Duque de Enghien un año después, lo que provoca la demisión automática y la ruptura de Chateaubriand con el corso.
A su regreso de Tierra Santa, Chateaubriand que había recorrido ya América del Norte y había vivido exiliado en Inglaterra durante la Revolución, escribe un panfleto incendiario en Le Mercure de France, del cual era Redactor en Jefe. Se trataba de un panfleto en que el escritor atacaba el despotismo tiránico oriental (Chateaubriand había detestado Constatinopla) y sugería que sólo la libertad de espíritu podía rebelarse contra el despotismo y la tiranía. Napoléon entendió que se refería a él (a quien sirva el sayo, habrá dicho seguramente Chateaubriand) y lo condenó a exiliarse de París.
Pero lo que sucede conviene porque, instalado en su hermosa propiedad de la Vallée-aux-Loups (hasta 1918), Chateaubriand pudo escribir en paz sus Memorias de ultratumba. Tras el fin de la dictadura bonapartista Chateaubriand fue designado Par de Francia. De esa época data su amistad íntima con Mme. de Récamier. En su casa puede verse el mueble (conocido luego como récamier) en que posó en 1800 para David.
Pasearse por el parque a la inglesa, perderse entre los cedros del Líbano y los castaños (muchos plantados por el propio Chateaubriand), bajo el solecillo de invierno y releer Atala, tan cerca del autor, no puede ser más que el primer regalo de diciembre.
PD. En un post del 11 de octubre puse la foto del islote de Grand-Bé, en donde está enterrado Chateaubriand, frente a las costas de Saint-Malo, su ciudad natal. Aquí pongo tres piezas de su casa en la Vallée-aux-Loups. Prohibido fotografiar (al menos desde dentro), entonces pues, desde las ventanas.