25 nov. 2007

Los reconcentrados de Weyler

Se olvida con bastante frecuencia que los primeros campos de concentración del mundo en el que el genocidio fue la consecuencia, fueron, junto con los que los Boers implantaron en Sudáfrica, los del militar español Valeriano Weyler, en la Cuba de finales del XIX. Menos mal que existen suficientes documentos visuales para demostrarlo. De ello se ocupó el extraordinario semanario parisino L'Illustration, en su n° 2881, del 14 de mayo de 1898. Casi todos los números de ese mismo año cubrieron con ejemplar objetividad la guerra cubano-hispano-norteamericana. En diciembre del 2002, la Asociación del Centenario de la República Cubana del que fui uno de sus fundadores en 1999, envió una carta al Cabildo Insular de Santa Cruz de Tenerife solicitándole que quitara el nombre de Weyler a una de las plazas más importantes de la isla canaria de Tenerife. Weyler había sido Capitán General de las Canarias entre 1878 y 1883. La carta la acompañamos con firmas de unos 50 artistas e intelectuales cubanos. Hasta el día de hoy esperamos respuesta. Sólo el diario local La Opinión de Tenerife (12 de enero de 2003) se hizo eco de nuestra petición mediante el artículo La plaza de los nombres del eminente periodista y profesor canario Antonio Álvarez de la Rosa.
Aprovecho de paso para recordar que en Cuba, en tres ocasiones, han existido los campos de "reconcentración", "concentración", o lo que sea (pues para el caso es una barbarie y no voy a detenerme en miramientos de terminología):
1- los de Weyler
2- los reconcentrados del Escambray a principios de los 60 por la dictadura actual
3- las tristemente célebres UMAP(s), también en los sesenta, por el desgobierno actual.

20 nov. 2007

El adulterio en Cuba


No hay mal que por bien no venga. Ayer, mientras París permanecía bloqueada por el asuntillo de la huelga de los del ramo ferroviario, me dediqué a recorrer las librerías de libros viejos que circundan al Panteón. En una de ellas: "La Mémoire du Droit" encontré este tesorillo que les cuelgo. Un libro de Diego Vicente Tejera (hijo), Fiscal de la Audiencia de Matanzas, publicado en 1928, en La Habana, que contiene en sus 350 páginas las actas leídas durante la apertura de los tribunales el día 1 de septiembre de 1926 en Matanzas. El tema abordado no puede ser más interesante: el adulterio en Cuba desde el punto de vista de la legalidad. El libro (y las actas) van encaminados a una legalidad moderna del asunto. Para ello, Tejera comienza valorando el peso que el adulterio ha tenido en muchas sociedades del mundo y ofrece datos asombrosos de la manera en que determinadas sociedades lo han, incluso, alentado y cómo en otras se considera delito castigado con pena de muerte. Luego se centra en su contemporaneidad y expone el tratamiento del tema, constitucionalmente hablando, en los países de América Latina y algunos de Europa. Al final se ofrecen las bases para un proyecto de ley sobre el tema en Cuba. Tal y como aparece en esas bases, puede leerse que:
- todo hombre que consienta el adulterio de su mujer para lucrarse con su comercio ilícito será reprimido con privación de libertad de 3 a 6 años (el chulo, en este caso).
- en el caso anterior los cónyugues pierden la patria potestad de sus hijos si los tuvieren.
- el que aliente o induzca a otra persona al adulterio será sancionado con privación de libertad de 3 a 6 años.
- ellos mismos también perderían la patria potestad sobre sus hijos
- el que confeccione cintas cinematográficas sin autorización de la censura o las exhiba o introduzca clandestinamente sin llevarlas al Comité de Censura será reprimido con 2 a 8 años de privación de libertad. (¡en 1926!, ¡de lo que uno se entera!)
- etc, etc.
Vamos, que si Tejera renace en la Cuba de hoy se volvería loco. Y no sabría por dónde empezar.
PD: Olvidé decir que mi suerte fue tal que el ejemplar que conseguí está dedicado con puño y letra de Tejera al señor Gilberto Mosquera. Y que además, la relieure (encuadernación es cubana. Me asombró el delicado conocimiento del librero francés, quien sabe distinguir las prácticas de la encuadernación cubana de antes por sobre los muchísimos tipos que han existido y existen en este arte.

19 nov. 2007

Divina Tongolele


Esto de tener a los amigos regados por todo el mundo, es, después de todo, una maravilla. Sobre todo si andan siempre en un patín inventándose proyectos y creando. Ahora Ernesto Lozano, pintor, holguinero y buen amigo, instalado en México D. F., me avisa de la su exposición junto a cinco artistas más en homenaje a la celebérrima Tongolele. A mí me encanta Lozano porque pasa de palo pa' rumba como si nada. Lo mismo saca de Cuba el manuscrito de poesías del prisionero Regis Iglesias (que fue el que publiqué luego en Aduana Vieja), que se remueve al Senado mexicano como representante en México de la ATREC que es, para lanzar una campaña de apadrinamiento a presos de la Primavera Negra, que pinta una vaca y la pone en el centro de Lisboa, que de pronto, como ahora, me avisa que anda en el asunto este de Tongolele.
Yolanda Montes, conocida por el nombre que ella mismo escogió: "Tongolele", nació en 1930 Estados Unidos, de ascendencia sueca y española (por parte de padre) y franco-inglesa por la madre. La gente siempre cree, viéndola rumbear, que tiene sangre cubana y no falta quien se atreva hasta a afirmarlo. La que sí era cubana es la primera revista musical con la que recorrió los Estados Unidos alcanzando renococimiento y éxito. Y también su esposo, el percusionista Joaquín González, fallecido en México en 1997. Quiso el destino que, en 1948, en ese DF mismo, lograra imponerse en el Tívoli justo porque la vedette cubana Rosita Fornés estaba de vacaciones en Cuba.
Aquí los dejo con la Expo de los 6. El web site de Ernesto Lozano está entre los links de este Blog.
Tongolele Seis Visiones
viernes, 23 de noviembre.
Galería de Arte Lisboa 60
calle Lisboa N°60
Colonia Juárez
Ciudad de México

Vino de Honor
19:30 a 22:30

17 nov. 2007

Versos tras las rejas


En el 2005, mi editor italiano Gordiano Lupi, me pidió un libro que reflejase la situación de la disidencia en Cuba. Inmediatamente le sugerí de preparar una edición bilingüe de poetas cubanos en prisión, cuyo denominador común, además de la poesía era el de haber sido condenados durante la Primavera Negra del 2003. La traducción de los versos corrió a cargo de Elena Montanelli y la portada la ideó la artista florentina Elena Migliorini: una Habana vista desde el mar y detrás de sólidos barrotes. Para la edición escribí el prólogo Siete poetas cautivos y escogí varios poemas de Ricardo González Alfonso, Regis Iglesias Ramírez (de quien ya había publicado el manuscrito Historias gentiles antes de la Resurrección en la Editorial Aduana Vieja, 2004), Jorge Olivera Castillo, Mario E. Mayo Hernández, Raúl Rivero, Omar Moisés Ruiz y Manuel Vázquez Portal. De ellos, continúan detrás de los barrotes Regis, Ricardo González y Omar Moisés. A Jorge Olivero Castillo, con quien mantengo comunicación, le han negado la posibilidad de salir de Cuba con su familia y vive en La Habana. Y hace poco publicó en Aduana Vieja su libro de cuentos de prisión Huésped del Infierno, que tuve el placer de reseñar para la Revista de la Fundación Hispano-Cubana. Les dejo la portada de la antología, triste pero llena de esperanza a la vez. Y puedo decir que en Italia su impacto ha sido y es grande.

16 nov. 2007

Primera Dama francesa con sangre cubana


En la foto Anne-Aymone junto a su esposo Valéry Giscard d'Estaing y Mme. Christine Albanel, Ministra de Cultura.

Se trata de Anne-Aymone Sauvage de Brantès (n. 1933), esposa del ex Presidente de la República Francesa Valéry Giscard d'Estaing y Primera Dama de la República entre 1974-1981. ¡Esto sí es una Primera Dama! No la otra que anda por Cuba. Y lo digo no porque tenga, de paso, sangre noble sino por su labor en el seno de la Fundación por la Infancia, fundada por ella y que reúne una vez al año en un gran baile en el Palacio de Versailles para sacarle dinero a las distinguidas casas reinantes en beneficio de los niños pobres.
Anne-Aymone tiene sangre cubana. Es hija de la princesa Aymone-Marie Faucigny-Lucinge y Terry (París 1905-1933) casada con el Conde François-Marie Sauvage de Brantès (nacido en 1899 y asesinado en el campo de concentración nazi de Mauthausen en 1944). La abuela materna de la Primera Dama era Natividad María Mercedes Terry Dorticós (1882-1960) casada con el Príncipe francés Guy-Charles-Marie-François Faucigny-Lucinge en 1902. Natividad era hija de Antonio Terry Dorticós y de la norteamericana Grace Dalton. Este último era el hijo del patriarca de la rama cubana de los Terry: Don Tomás Terry y Adán (nacido en 1808 y establecido en Cienfuegos desde 1830 donde casó en 1837 con Teresa Dorticós y Gómez de Leys, originaria de Oléron, Francia). La familia Terry procedía de Caracas y se instaló en "La Perla del Sur" en donde jugaron un papel económico muy activo y fundaron importantes instituciones públicas. En Francia, donde desde fines del XIX se establecieron algunos miembros de la familia, adquirieron renombre por alianzas con miembros de la nobleza francesa a los que aportaban, por supuesto, un capital económico notable.
Puede que en otro post hable de los Terry en Francia pues de esta familia muchos se destacaron en diversas labores no sólo económicas sino artísticas también. El Conde de Jaruco en su Historia de Familias Cubanas ofrece datos de esta familia. Lo difícil es empatarla con sus descendientes actuales pues sabido es que el Conde paró sus árboles genealógicos hacia la década del treinta cuando los 6 primeros volúmenes de su obra salieron para la imprenta habanera.

Noche de poesía con José Triana


Noche de poesía. Cena con Pepe y Chantal Triana. A Pepe le gustaron tanto los cuadros Changó en el Nadj y Viendo llover en La Habana de la artista Latifa Al Sowayel que anoche le entregó un poema dedicado e inspirado en ambos. Se llama Un recuerdo de ensoñación y con la autorización de todas las partes lo cuelgo en el Blog junto a Changó en el Nadj que es una belleza.

UN RECUERDO DE ENSOÑACIÓN
José Triana

Latifa enlaza rondas de penumbra,
elipsis del furor, red de lo imposible,
una floresta que roza lo invisible
con la estridencia del rojo que ciega
junto a la sobria fuente de los ocres.
Pétalos que trazan las avenidas del ocaso
y se asombran del viento y de la lluvia.
Corrientes del dibujo, bella estampa
que de hipnótica fiebre circunvuela.
Rasgos o formas varias, imprecisas,
un grito, una evidencia, lo que somos,
lunática eclosión de algún misterio.

[Delante de dos cuadros de Latifa Al Sowayel en la noche del 4 de octubre de 2007 en Al Ajami]

14 nov. 2007

Eduardo Manet: cubano en París, amigo…



Subo al Blog al amigo Eduardo Manet, el más parisino de los cubanos. Conozco a Manet desde hace luengos años: 15. Manet se estrenó como poeta en la antología de poetas cubanos en París que edité bajo el título de Insulas al pairo y yo mismo traduje sus poemas al español. Cuando escribí y publiqué mi ensayo sobre la música del exilio cubano de fines del siglo XIX y post 1959, Cuba: la musique en exil (París, 2004), Eduardo Manet aceptó con gusto escribir para mi libro un prólogo. Dejo una foto reciente con Eduardo Manet y la portada de mi libro prologado por él.

12 nov. 2007

José Triana en la poesía


Foto tomada por Fabio Murrieta

OMBRA DELLA SERA
José Triana

Delgada en su proyecto, puro frío
despabilando naipes por concierto.
Sobre el tapiz descansa en abierto
desparpajo de niña ante el umbrío

reloj de la mañana. Luego en río
de claridad proclama el labio experto
jerarquías pobladas de algo incierto
que hacen galas de trueno y poderío.

Si verla y desearla me desvela,
la prefiero a la ausencia inoportuna
o al bosque que la quiere fugitiva.

Pues al alma conforta su incisiva
jactancia, múltiple criatura y una,
repartiendo febriles sus candelas.

Aquí les pongo un bellísimo soneto del escritor cubano José Triana y una fotografía reciente con él. El soneto en cuestión es uno de sus poemas que he incluido en la reedición ampliada de la antología de poetas cubanos en París Ínsulas al pairo. Pues de la misma manera que a Pepe no se le está haciendo un favor (dado el peso vital de su obra) publicándolo, tampoco merece el desfavor de que alguien influya para que quede excluido. Si alguien desconociera el peso de su obra en la literatura cubana le recuerdo que José Triana es dramaturgo, novelista y poeta. Autor de las obras de teatro Medea en el espejo (1960), La muerte del Ñeque (1963), El parque de la Fraternidad (1961) y La noche de los asesinos (1965). Esta última, mundialmente célebre y traducida a más de 30 lenguas ha sido estrenada recientemente por el grupo de teatro Polimijani, en Atenas. Con ella obtuvo el Premio Casa de las Américas (1965) y el Gallo de La Habana (1966), además de haber sido publicada en una adaptación de Jorge Semprún para la colección Théâtre du monde entier (Ed. Gallimard, París, 1969) y recientemente en una edición de Daniel Meyran para las ediciones Cátedra (Madrid, 2001). En 1986, creó la pieza Palabras comunes para la Royal Shakespeare Company, en Stratford-Upon-Avon. Su obra poética incluye los libros De la madera de los sueños (Madrid, 1958), Coloquio de sombras (Madrid, 1981), Aproximaciones (Málaga, 1989), Cuaderno de familia (Málaga, 1990), Oscuro enigma (Estados Unidos, 1993) y Vueltas al espejo (Saint-Nazaire, 1996, edición bilingüe francés-español). A esta última corresponden los poemas compilados, por primera vez, en la reedición de este libro. Su poesía ha sido recogida en numerosas antologías entre las que se destaca Poésie cubaine du XXe. siècle, de Claude Couffon. Comentó y escribió la introducción de la edición de Cartas a Eloísa y otras correspondencias (Ed. Verbum, Madrid, 1998), de José Lezama Lima y un año después publicó la traducción francesa de su novela Cinq femmes (Ed. Actes Sud, Arlès, 1999). Fue guionista de la película Una pelea cubana contra los demonios (1972) de Tomás Gutiérrez-Alea y escribió el guión de la película Rosa la china, una coproducción franco-española-portuguesa, estrenada en Francia en 2002. Pepe reside exiliado, junto a su esposa Chantal, en París, desde 1981. Conversar con él es una fiesta.

9 nov. 2007

Refranero negro cubano

Para reírnos un poco he puesto una brevísima selección de refranes negros cubanos (de origen africano y español) recogidos por Lydia Cabrera en su libro "Refranero de negros viejos" (Ediciones Habana, 1955, colección de Chicherekú). El libro se editó con tirada de 300 ejemplares y Lydia Cabrera lo dedica a Mercedes Téllez de Girón y Alfonso. Aquí va la selección:

Una cosa piensa el borracho y otra el bodeguero

Unos nacen con estrella y otros nacen estrellados

En la pesquería del blanco el negro lleva las redes

Culo que quiere azote, él mismo lo anda buscando

No hay negro valiente ni tamarindo dulce

Todo el cuerpo trabaja para el estómago

Cuando el sol sale, sale para todo el mundo

En Guinea tu madre era una mona y aquí quieres ser persona
[Mamá yeneka mamá yebón ekusón kanimá pakomo umbirán yenisón]

Lengua mala, siempre encuentra oído complacido
Y yo añadiría
: "pero a veces le sale el tiro por la culata"

Hay quien huye del machete para meterse en la vaina
O sea, el actual: "Salir de Guatemala para entrar e Guatepeor".

Son muchos… Y muy divertidos todos. Vale la pena leer el preámbulo del libro también.

7 nov. 2007

Legión de Honor para Gabrielle Mass





Regreso a París. Entro por la Porte d'Orléans a las 5h 30 pm y en menos de una hora estoy cambiado y listo para asistir a la condecoración de la amiga Gabrielle Mass en el Ministerio de Cultura francés. Gabrielle ha recibido, de manos de la Ministra de Cultura de Francia, Christine Albanel, la orden de Caballero de la Legión de Honor, la distinción nacional más importante de Francia, por sus méritos acumulados durante años de labor por la cultura, los jóvenes creadores y los oficios de arte y diseño en París, durante la Alcaldía y gobierno de Jacques Chirac. La ceremonia se desarrolla en el Salón de los Ministros del Palais-Royal (sede del Ministerio de Cultura). La Ministra evoca visiblemente agradecida la labor de Gabrielle. Incluso la muerte de su padre en un campo de concentración alemán y las cartas que éste le escribía, siendo ella niña, desde el campo francés de deportación de Drancy. Pues Gabrielle acaba de encontrar en la papelería de su madre estas cartas que no debieron existir nunca.
Mi curiosidad me hace empujar una puerta vedada, antesala de los despachos ministeriales, porque sé que ésa es la pieza de Jérôme Bonaparte. Ahí murió el reyezuelo y la estancia conserva intacta la decoración Imperio. Imposible visitar el salón, excepto durante los dos días de septiembre llamados Journées du Patrimoine.
En las fotos (todas tomadas por mí salvo la que aparezco, tomada por Philippe) aparecen:
1- Gabriella Mass en el momento en que recibe la orden de Caballero de la Legión de Honor de manos de la Ministra de Cultura de Francia.
2- Algunos amigos de Gabrielle (entre los que me incluyo) que nos regocijamos de su triunfo y la homenajeada.
3- Regina Al Sowayel con el Barón Eric de Rothschild.

5 nov. 2007

Hoy en Entrevaux




Entrevaux es una ciudadela fortificada de la Alta Provenza. En 1624, Richelieu lanzó un plan de fortificación de los confines del Reino de Francia. Luis XIV entregó la tarea al ingeniero militar y urbanista francés Sébastien Le Preste de Vauban (1633-1707). Siempre me ha asombrado la febril actividad constructiva de este genio: 39 ciudades fortificadas, 9 ciudadelas militares o "bastides" y 9 ciudades completamente concebidas. Sin contar los fuertes remodelados y otras construcciones. Cualquier arquitecto de nuestros días, incluso con equipo de trabajo y computadoras, necesitaría tres vidas para hacer lo que Vauban hizo en menos de 5 décadas. Sin hablar de la calidad de estos monstruos de piedra indestructibles que han resistido bombardeos y cualquier cantidad de combates. Y ahí están todos, en pie, como si nada.
Entrevaux quiere decir "Entre Valles". La subida a la ciudadela se las trae. Hay que estar muy bien desayunado para alcanzar la atalaya más alta. Nada ha cambiado desde mi primera visita en 1993. El panorama desde lo alto es un regalo más de la vida.
PD: Olvidé decir que si Vauban fue ingenioso no lo es menos quien inventó el WiFi. Decididamente asombrarse quiere decir también ser agradecido.

4 nov. 2007

Villefranche: joya del mar



Hoy llegué a Villefranche. Por cualquier ángulo que se le coja, la ciudad es a mi juicio la más fotogénica. Su rada es perfecta: en ella cabe una escuadra entera. Replegada entre las aguas del Mediterráneo y los acantilados alpinos, Villefranche parece una fantasía de pintor enamorado. De pintor italiano, por supuesto.

Y para mí Villefranche es cita obligada en mis estancias en la Côte-d'Azur. En ella pasó su infancia mi amigo Pierre. Su abuela, Anna Balducci, venía de Citta di Castello y era propietaria del Club de la Voile, el edificio ocre que se ve desde todas partes de la rada (foto 3). En esa época, la escuadra norteamericana ocupaba la villa, pues allí había quedado en varadero, con derechos marítimos de anclaje, desde el fin de la Guerra (1945) y hasta finales de los sesenta. De modo que Villefranche era también una mina de dólares.

Uno de sus huéspedes ilustres, Jean Cocteau, vivió en la Capilla (foto 4) de los pescadores. Y para agredecerles la acogida la decoró con frescos que se conservan en perfecto estado. Y les legó la obra.

Y cuando anochece, entro por la Calle Obscura (foto 5), una arteria del siglo XIII, abovedada y subterránea, que atraviesa parte del área medieval. A esa hora sólo las sombras y los gatos se atreven a recorrerla.

3 nov. 2007

Tres Nizas

Hay muchas Nizas. Todas recuerdan los caprichos del buen gusto, el lujo, la vida y la mundanidad. Aquí les cuelgo tres imagenes: 1- Niza la rusa 2- Niza de la Belle Epoque francesa y 3- Niza la otomana.
Los rusos blancos veraneaban en Niza. Toda la corte pasaba aquí el invierno. La catedral rusa de Niza (en realidad hay dos) que muestro abajo fue construida en 1903 por la viuda del Zar Alejandro III. Es el edificio ruso más bello fuera de Rusia: en piedra renana, mayólica, tejas florentinas y contrachapado de oro para las cúpulas.
En otro momento dedicaré un post entero a Niza la italiana. En realidad hasta 1860 la ciudad perteneció al Reino Piemontés. Un pleibiscito de 84% de la población decidió su adhesión a Francia en esa fecha. Los dejo con estas tres Nizas.

Hay una Niza "belle époque", francesa y aristocrática. De casonas como la que ven está poblada toda la Colina hasta el Monasterio de Cimiez.

Una Niza otomana. Capricho de pudientes en la Colina del Parque Imperial.

Niza, la colina, la promenade des Anglais, el mar




A la Colina del Castillo se sube desde el Vieux Nice. Tan viejo que ya existía en el siglo V adC. bajo en nombre romano de "Nikaia". Y mientras uno sube va descubriendo, entre campanarios barrocos de la Italia del XVII y XVIII, pedazos de mar entre cipreses. Había 27°C y faltaba poco para oír el canto de las cigarras. Y de pronto, en toda su magnificencia, la Bahía de los Angeles (poético nombre para el gran azur) y la Promenade des Anglais (Paseo de los Ingleses) en toda su extensión. No conozco más que tres ciudades que posean un paseo marítimo de tal belleza: La Habana, Nápoles y Niza. Digo ciudades, no infiernos de rascacielos. El de Niza data de 1823 cuando Lewis Way, un aristócrata inglés, hizo construir por los campesinos de "Nissa" (entonces italiana) los primeros metros. En nicense (la lengua de Niza) los campesinos empezaron a llamarle "Camin dei Anglès", y así quedo hasta el día de hoy. Desde lo alto de la Colina la vista alcanza la península de Antibes y el macizo del Esterel que le sirve de parabán a Saint-Tropez.

Amanecer en Niza



Desde la terraza de mi cuarto en casa de Pierre esto es lo que veo. En París siempre corro las cortinas, aquí dejo las venecianas bien abiertas para que el sol me despierte. En esta época del año el sol sale por detrás de la Colina llamada del Mont-Boron (entre Niza y Villefranche-sur-Mer), donde vive, por ejemplo, Elton John. Dentro de poco, en diciembre, saldrá como una naranja incandescente del azur del mar. Desde esta atalaya se ve toda la ciudad, el Mediterráneo y a la izquierda los Alpes que esperan por sus primeras capuchas blancas. De más está decir que Niza es mi ciudad preferida en Francia. Por eso, como las aves migratorias, me escapo varias veces al año y vengo a ella. Me la conozco palmo a palmo, y mi Mediterráneo es el que se extiende desde ella hasta la fronteriza Menton: pasando por Villefranche, Saint-Jean Cap Ferrat, Beaulieu, Eze, Cap d'Ail, (me salto siempre el Principado y su decoración de opereta y sus ferraris), Roquebrune y Menton. Por las tres cornisas, la baja, la media y la alta. Cada una diferente y cada una ofreciendo panoramas siempre inéditos. Visiones sorprendentes.

1 nov. 2007

La Ruta Napoléon

Viento en popa y mucho sol, camino de Castellane (Route Napoléon)

El pueblito de Touët-sur-Var (Alpes Marítimos). No se encuentra en la Ruta Napoléon pero lo pongo porque me gusta y siempre me recuerda (salvando las distancias de todo tipo) a las aldeas tibetanas replegadas sobre farallones.

Una aldea típica de la Alta Provenza, camino de Saint-André-les-Alpes (Route Napoléon). Si se agranda se ve en detalle su belleza.

El lago Castillon, entre Sisteron y Dignes-les-Bains (Route Napoléon)

Alpes de Alta Provenza


Sisteron era la ciudadela construida entre los acantalidos escarpados del Condado de Provenza y la Saboya. Cuando Napoléon emprendió la marcha hacia París, de regreso de la isla de Elba (marcha que le fue fatídica pues, a la larga, su nuevo gobierno duró casi lo mismo que un merengue en la puerta de un colegio: 100 días), fue por aquí por donde atrevesó, zanjando no pocos obstaculos naturales, entre los Alpes Marítimos y los de la Alta Provenza. Napoleon temía a los provenzales pues eran archimonárquicos. Por eso decidió aventurarse por lo que luego se conoce como "Ruta Napoléon", entre el Golfo Jean-les-Pins y Grenoble, pasando por la ciudadela de Sisteron donde estoy hoy: justo en la plazuela, al lado del campanario, la fuente y los plátanos. Una estampa de la Provenza auténtica. Y pensar que en París el gris no me dejaba casi tomar fotos.
Les puse en el post anterior algunas de la Ruta Napoléon, entre Sisteron y Dignes-les-Bains. Nunca había recorrido esta carretera en otoño. Los paisajes lo dejan a uno sin aire. Los árboles pasan del rojo escarlata al verde y del amarillo al dorado. Todo un abanico multicolor que se abre y cierra por segundos. Un prodigio.