16 nov. 2007

Primera Dama francesa con sangre cubana


En la foto Anne-Aymone junto a su esposo Valéry Giscard d'Estaing y Mme. Christine Albanel, Ministra de Cultura.

Se trata de Anne-Aymone Sauvage de Brantès (n. 1933), esposa del ex Presidente de la República Francesa Valéry Giscard d'Estaing y Primera Dama de la República entre 1974-1981. ¡Esto sí es una Primera Dama! No la otra que anda por Cuba. Y lo digo no porque tenga, de paso, sangre noble sino por su labor en el seno de la Fundación por la Infancia, fundada por ella y que reúne una vez al año en un gran baile en el Palacio de Versailles para sacarle dinero a las distinguidas casas reinantes en beneficio de los niños pobres.
Anne-Aymone tiene sangre cubana. Es hija de la princesa Aymone-Marie Faucigny-Lucinge y Terry (París 1905-1933) casada con el Conde François-Marie Sauvage de Brantès (nacido en 1899 y asesinado en el campo de concentración nazi de Mauthausen en 1944). La abuela materna de la Primera Dama era Natividad María Mercedes Terry Dorticós (1882-1960) casada con el Príncipe francés Guy-Charles-Marie-François Faucigny-Lucinge en 1902. Natividad era hija de Antonio Terry Dorticós y de la norteamericana Grace Dalton. Este último era el hijo del patriarca de la rama cubana de los Terry: Don Tomás Terry y Adán (nacido en 1808 y establecido en Cienfuegos desde 1830 donde casó en 1837 con Teresa Dorticós y Gómez de Leys, originaria de Oléron, Francia). La familia Terry procedía de Caracas y se instaló en "La Perla del Sur" en donde jugaron un papel económico muy activo y fundaron importantes instituciones públicas. En Francia, donde desde fines del XIX se establecieron algunos miembros de la familia, adquirieron renombre por alianzas con miembros de la nobleza francesa a los que aportaban, por supuesto, un capital económico notable.
Puede que en otro post hable de los Terry en Francia pues de esta familia muchos se destacaron en diversas labores no sólo económicas sino artísticas también. El Conde de Jaruco en su Historia de Familias Cubanas ofrece datos de esta familia. Lo difícil es empatarla con sus descendientes actuales pues sabido es que el Conde paró sus árboles genealógicos hacia la década del treinta cuando los 6 primeros volúmenes de su obra salieron para la imprenta habanera.