Este post va dedicado a mi amiga
Irma Alfonso a quien
Olga Connor dedicó hace unos días un merecido texto en
El Nuevo Herald. Se lo dedico porque Irma, quien vive en Madrid hace cuatro décadas, es arquitecta, conoce Italia al dedillo y lleva años consagrada a la arquitectura románica del Císter. Por eso va aquí la
Basílica San Michele Maggiore de Pavia, que es el mayor exponente del románico en el Norte de Italia. En ella, fundada originalmente en el 661 (el edificio actual data del XII) fueron coronados reyes de Lombardía el gran Carlomagno, Henri II, Federico I Barbarroja, etc. Y sólo por ella vale la pena venir a Pavia, aunque la ciudad tiene infinidad de atractivos que desgraciadamente no tengo tiempo de colgar hoy. Tengo muchas historias personales relacionadas con Pavia, a donde no había vuelto desde 1995. Un día las escribo. ¡Cómo pasa el tiempo Venancio!
San Michelle Maggiore de Pavia.
El célebre Crucifijo de Teodoto, del 900 dC, en láminas de plata.
El domo interior.
Il Ponte Coperto de Pavia. Hay quienes se bañan (no sé cómo se atreven) en el río Ticino, entre el Ponte Coperto y el della Libertà.
El Castello Visconteo de Pavia.
Una expo de De Chirico en el Castello Visconteo de Pavia (todo el verano).
San Michelle Maggiore de Pavia.
El domo interior.
Il Ponte Coperto de Pavia. Hay quienes se bañan (no sé cómo se atreven) en el río Ticino, entre el Ponte Coperto y el della Libertà.
El Castello Visconteo de Pavia.
Una expo de De Chirico en el Castello Visconteo de Pavia (todo el verano).
