El discreto encanto de... no de la burguesía catalana (que todo el mundo sabe que es, grosso modo, pesetera y provinciana) sino de Barcelona, una ciudad que siempre fascina:
El bow-window aquí es, para bien, muy diferente.
Una entre cientos. La belleza de los establecimientos de la Belle époque en Barcelona... cuando menos uno se lo espera.
Les Punxes.
Una herboristería cerca de la Plaza del Rey, Barcelona.
Por la calle Ferran.
Esta no necesita presentación.
El art-nouveau hasta en la sopa, digo, hasta en la aspirina. De cualquier modo cierta gente debería comprar laxantes para sus hígados de plomo, aquí mismitico, en este lugar.
A nadie se le ocurriría comer bombones en el verano pero a Bellart se entra siempre por la belleza art-nouveau del local, en el Carrer del Carme.