Philippe-Auguste era socio de Ricardo Corazón de León. Iban junticos los dos en la Tercera Cruzada (1190) hasta que a la altura de Messina al anglonormando se le ocurrió romper su compromiso de matrimonio con la medio hermana del francés. Cada cual llega a Tierra Santa por su lado y aunque combaten al mismo enemigo las rencillas entre ambos no hacen más que agravarse. Así todo, el Todopoderoso en su misericordia y agradecimiento infinito por haber recuperado el Santo Sepulcro les mandó (a ambos) tremenda alopecia. Del tiro perdieron el pelo y hasta las uñas, y, en el caso de Philippe-Auguste hasta la visión del ojo derecho. Cansado de todo aquello el francés regresa sin terminar la Cruzada. Situación que aprovecha Ricardo Corazón de León para ocupar, por su cuenta, varios puestos palestinos (incluido Jaffa) y reinstaurar el Reino Latino de Jerusalén. Cuando venía de regreso es capturado por el duque austríaco Leopoldo V, en Corfú (actual Grecia) y entregado a su enemigo mortal el Emperador Germánico. Philippe-Auguste aprovecha la coyuntura y se alía al hermano de Ricardo Corazón de León, el famoso Juan Sin Tierra, y lo reconoce como Rey de Inglaterra a cambio de la parte este de Normandía ocupada entonces por los barones vasallos del rey cautivo. Poco después, Ricardo es liberado (tras pagar ni se sabe cuánto) y muere en combate, en Limousin. Pero como las alianzas de antes son las guerras del futuro, Philippe-Auguste necesita sacar a los ingleses de Normandía y para ello se lanza contra su antiguo aliado Juan Sin Tierra. Harto complejos, los intríngulis del dale al que no te dio, entre el Rey de los franceses y los nobles normandos, no caben en estas líneas. El caso es que en septiembre de 1203 los franceses sitian el castillo llamado Château-Gaillard (construido en dos años (!!) por Ricardo Corazón de León) y logran ocuparlo en 1204. Con la caída de este puesto fronterizo capital de las posesiones anglonormandas , se consolida la reconquista francesa del Ducado de Normandía.
El castillo que ha llegado hasta nosotros fue víctima además de la Guerra de los Cien Años (también contra Inglaterra) y de las guerras de religión entre católicos y protestantes. Para colmo, en 1603, se autoriza a los monjes del Convento de los Capucinos, en Les Andelys a utilizar las piedras del castillo para la construcción del convento. Aún así, la visión de las ruinas del Château-Gaillard es romántica a más no poder. Desde el alto promontorio en que se halla (y donde es un placer hacer picnic contemplando el panorama) se ven los caprichosos meandros del Sena, los acantilados que forma el río en su curso y el hermoso pueblo de Les Andelys abajo. Un poco de esto en las fotos que he tomado:
En ruta hacia Château Gaillard, Les Andelys, Normandía.
Château Gaillard, Les Andelys, Normandía.
Château Gaillard, Les Andelys, Normandie.
Les Andelys y el Sena vistos desde Château-Gaillard.
Las pintorescas márgenes del Sena en Les Andelys, Normandía.
Una casa estilo normando en Les Andelys.
L'Église du Saint-Sauveur, en Le-Petit-Andelys, barrio de Les Andelys, Normandía.
Pórtico frontal de la Iglesia du Saint-Sauveur, Les Andelys, Normandía.
Cristo bendiciendo, de fines del 1200, tallado en piedra, pórtico de la Iglesia Saint-Sauveur, Les Andelys, Normandie.