El viernes pasado asistí a una conferencia magistral del arquitecto cubano Ricardo Porro en la ENSA de París-Belleville. Anfiteatro atestado de jóvenes futuros arquitectos. Siempre cautivando al auditorio, Porro mostró sus muy disímiles y variadas realizaciones en Francia, de 1966 hasta nuestros días. Obra muy original, racional y a la vez sensual, muy diferente de las plastas que se ven por ahí, llena de referencias a la Historia del Arte, con espacios que dicen algo, que dan ganas de estar en ellos, con sello propio y diferente cada vez. La imagen del afiche de la conferencia es una Gendarmería de Policía que el arquitecto y su asociado hicieron en (ironías del nombre) el pueblecillo de Plaisir.