6 mai 2012

Llegada a Zaragoza / Aragón

© Fotos William Navarrete


Un viaje a lo largo y ancho de Aragón comienza siempre por Zaragoza y una vez en Zaragoza lo primero que visitamos, a orillas del Ebro, es la Basílica del Pilar que los zaragozanos llaman Pilarica. La historia de Zaragoza es celtíbera pero su notoriedad comienza cuando hacia el año 19 adC los romanos establecen aquí la colonia de Caesaragusta, una de las cinco ciudades augústeas de la península ibérica. Del periodo romano quedan importantes vestigios, pero de la ocupación musulmana sobrevive la fabulosa Aljafería que mostraré en próxima entrada. Lo que no destruyó el tiempo se encargaron los ejércitos napoleónicos de hacerlo. Zaragoza pagó un alto precio por su resistencia ante el invasor francés y parte de sus edificios monumentales se desplomaro bajo el fuego de la artillería gala. Aún así son numerosas las iglesias, vestigios romanos y otros monumentos que subsisten. Los museos son numerosos y exhiben excelentes colecciones. Uno de ellos, el Camón Aznar, exhibe la serie completa de grabados de Goya, así como significativos lienzos pintados por el genial pintor aragonés. Los más célebres escultores locales: Pablo Gargallo y Pablo Serrano, disponen de sendos museos en donde se exhibe parte esencial de su obra. La ciudad me causó muy agradable impresión. En su centro, la zona de tapeo vive frenéticamente por las noches.

La Pilarica o Basilica del Pilar, el templo epicentro de la vida en Zaragoza, inspira mucha devoción por parte de los habitantes por hallarse en ella el célebre pilar en que apareció la Virgen. El templo posee además dos bóvedas pintadas por Goya y muchos tesoros artísticos más  .
Cogiendo sol delante de la Seo, uno de los edificios religiosos de mayor valor en Zaragoza, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad
El puente de piedra sobre el Ebro data del primer tercio del siglo XV


Una vista de la Pilarica desde la calle Alfonso 1


El Patio de la Infanta, es el mejor ejemplo de arquitectura civil del Renacimiento en Zaragoza. Se halla en la sede de la Ibercaja y su historia es bastante curiosa pues al ser desmontado y vendido en subasta, estuvo mucho tiempo en París


La Seo, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, es el mejor exponente del gótico aragonés


La Pilarica de noche