Había dejado pendiente el paseo por La Nouvelle-Athènes, un barrio concebido y trazado durante la primera mitad del siglo XIX, en pleno apogeo de la grecomanía. El nombre de "Nouvelle-Athènes" se lo debemos al poeta y erudito Adolphe Dureau de la Malle, quien vivía en el barrio y allí murió en 1857. En parte fue la guerra de independencia griega (1811) la que puso de moda los temas helénicos en la capital francesa. Antes de que se construyeran las actuales manzanas de este barrio, sólo había en él cabarets, granjas y establos en medio de huertos y bosquecillos.
La visita comienza en la esquina de la calle "des Martyrs" y Notre-Dame-de-Lorette, pues en el n° 21 de la primera instaló su atelier, en 1813, el pintor Théodore Géricault. A pocos metros de allí, la Plaza Saint-Georges se convirtió, a partir de 1840, en el centro neurálgico del barrio:
La Place Saint-Georges. En 1824 había aquí un abrevadero de caballos hasta que la Sociedad de Pintores Litográficos lanzó la cuestación pública (en 1911) de un monumento a la memoria del acuarelista y diseñador llamado Paul Gavarni (1804-1866) y que será realizado por los escultores Puech y Guillaume. Gavarni se convirtió en especialista ilustrador del Carnaval de París de entonces. En el pedestal del busto las escenas de carnaval recuerdan esta afición del artista.
En el n° 28 de la Place Saint-Georges, el palacete de la moscovita Thérèse Lachmann, construido en 1840 por el arquitecto Édouard Renaud y habitado por esta célebre mujer, conocida luego como La Païva, en 1848. Al casarse tres años después con el millonario y noble portugués Albio Francesco Aranjo de Païva (marqués de Païva), Lachmann comenzó a ser llamada por el título de este último. No tardó en convertirse en una de las cortesanas más famosas y elegantes del París de la época. El marqués se suicidará en 1870 después de haber quedado arruinado, pero La Païva no era mujer de andarse con paños tibios ni ajuares negros, inmediatamente pescó al adinerado conde silesiano Guido Henckel von Donnersmarck, con cuyo dinero se construyó otro tremendo palacete en el n° 25 de la avenida des Champs-Elysées (hoy restaurante "La Païva" de comida regularzona). El final de La Païva está en cientos de libros y no es tema de este post.
En el n° 27 de la Place Saint-Georges, el palacete Dosne-Thiers, sede hoy día de la Fundación de ese nombre. El palacete tuvo que ser reconstruido en 1873 por el Estado francés, pues la Comuna de París le pegó candela. De hecho, la rica colección de porcelanas chinas y obras de arte que atesoraba en su residencia el académico y ministro Adolpho Thiers pudo salvarse de las hordas comunales gracias a la intervención del pintor Gustave Courbet.
Una elegante puerta cochera de uno de los edificios de la Place Saint-Georges, entrada por la rue Notre-Dame-de-Lorette.
En el n° 1 de la rue de la Tour des Dames, el palacete de la actriz de teatro Mlle. Mars. El palacete fue construido en 1820 por Auguste Constantin. En esa época las actrices de teatro vivían como millonarias o se comían tremendo cable. Hoy sólo queda la opción del cable. El caso es que en su palacete Mlle. Mars daba las fiestas más sonadas de París. Anteriormente vivió en este mismo lugar (antes de la reconstrucción de Constantin), François Mahé, Conde de La Bourdonnais y administrador de la Compañía Francesa de las Indias Orientales quien obtuvo la autorización de ponerse el apellido "Mahé" por haber sido pieza clave en la toma de esa ciudad de la costa india del Malabar (Pondichery francés). También vivió aquí el navegador y explorador Louis-Antoine de Bougainville. De hecho, las buganvilias llevan su apellido por haberlas clasificado y nombrado el botanista Filiberto Commerson que viajaba en la expedición dirigida por Bougainville por las costas de Brasil. Personaje bien astuto pues era conde del Antiguo Régimen y Napoleón lo nombró de nuevo Conde durante el Imperio. Por último, antes que Mlle. Mars, vivió aquí el Marqués de Saint-Cyr, otro descendiente de la nobleza del Antiguo Régimen reactivado como militar de Imperio.
En el n° 3 de la rue de la Tour des Dames, el palacete de Mlle. Joséphine Duchesnois, actriz trágica del Théâtre-Français que lo compró a Jean de la Peyrière. Victor Hugo era un asiduo de sus tertulias.
El palacete de Lestapis, n° 2 rue de la Tour des Dames, construido por Biet, en 1819, para el Príncipe Paul de Wurtemberg y conservado por la familia Lestapis hasta 1870.
En el n° 4, de la rue de la Tour des Dames, el palacete de Étienne de Cambacérès, cardenal-arzobispo de Rouen y conde de Imperio, construido por Clouet en 1822, en el estilo de la Restauración.
Otra construcción de la rue de la Tour des Dames. La calidad y el buen gusto de la arquitectura del París anterior a la II Guerra no tiene rival. Pues no se trata de ejemplos aislados, sino de toda una ciudad.
Otro ejemplo de la grecomanía de esta época, en la rue de La Rochefoucauld.
Una puerta cochera típica de este barrio (hay cientos en ese estilo).
Para no alargar mucho este post, dejemos para la segunda parte del paseo el recorrido por los lugares de La Nouvelle-Athènes en donde vivieron poetas, compositores, pintores y novelistas como Chopin, Degas, George Sand, Moreau, Liszt, Toulouse-Lautrec, Wagner, Renoir, Bizet, Géricault, etc., etc., etc.
Nota: las imágenes han sido subidas en formato medio para agilizar el asunto, pero si se desea ver detalles basta agrandarlas pulsando la foto.