Gran retrospectiva del genial artista italiano, nacido en Volos (Grecia), Giorgio de Chirico (1788-1978), en el Musée d'Art Moderne de la Ville de Paris. Entre Roma y Paris, de Chirico concibió lo esencial de su obra: un caudal de poesía misteriosa y enigmática que desde sus primeros cuadros metafísicos (1909) hasta su muerte, nunca lo abandonará. La exposición ha sido periodizada por temas y estilos. Intentaré mencionar cada periodo y mostrar algún que otro cuadro (según mis preferencias o intereses) presente en cada espacio:
I- Metafísica Florencia (1909-1911)
La méditation, 1912, collection privée, Etats-Unis.
II- Metafísica París (1911-1915)
Souvenir d'Italie, Collection Rothschild.
Le rêve transformé, 1913, St. Louis Museum.
La gare Montparnasse ou La mélancolie du départ, 1914, MOMA.
Le vaticinateur, 1915, MOMA.
III-Metafísica Ferrara (1915-1918)
Intérieur méthaphysique (avec grande usine), 1916, Sttugart.
IV- Pictor Optimus: retorno al clasicismo
V- Les bains mystérieux (1929-1937)
En 1934, de Chirico realiza 10 litografías para ilustrar el libro de Jean Cocteau Mythologie. A partir de ese momento, realizará una serie temática de cuadros relacionados con este tema homoerótico (por Cocteau) reunidos por vez primera en una exposición.
Les bains mystérieux, 1948, collection privée, Rome.
VI- Classique-anticlassique
Capaz de lo mejor como de lo peor, a partir de la década del treinta, de Chirico concibe una gran cantidad de óleos y temperas sin mucho interés:
Chevaux au bord de la mer, Col.Scudo, Verona.
VII-Periodo neobarroco (1940-1960) y El Museo imaginario (1920-1960)
Como anuncié: nótese que cuadro tan espantoso. Ni como parodia clasifica. Ni qué decir de aquellos en los que aparece vestido de toreador y de otros desafortunados autorretratos:
Portrait de l'artiste en costume rouge, 1942, col. privée.
VIII- Replay (1938-1973)
Como su nombre lo indica, crisis total y repetición ad infinitum de sus maravillosa pintura de 1910-1930. Tal vez el mejor cuadro que representa esta crisis es El cansancio de Orfeo. Como se infiere de su título, de Chirico intentó renovar su arte pero no lo logró: un callejón sin salida y un dar vueltas en redondo caracterizan los últimos tiempos de su creación:
La lassitude d'Orphée, 1970, Fund. Giorgio de Chrico, Roma.
IX- Dialogos misteriosos. Ultimas obras.
Silencio. Por respeto a lo muy grande que fue en el momento del nacimiento de las vanguardias.