Un castillo doméstico del siglo XVI construido, en pleno bosque de la Suiza Normanda, por los Doulcet de Pontécoulant. La última propietaria, Marie de Barrère, sin herederos, lo legó en 1896 al Departamento de Calvados y éste lo integró en 1908 a la red de Museos Nacionales. En el interior, mobiliario, objetos y obras del XVIII. Nada del otro mundo (para Francia quiero decir). Y aunque no lo crean la electricidad llegó al Castillo en el 2006. Ya se pueden imaginar lo céntrico que queda.