Villefranche desde la
Corniche y desde el Mont-Boron. Todos los años intento fijar la belleza de la
dársena de Villefranche en una foto. Nunca me siento realmente en la Côte (sur la Côte) hasta que no aparece, a veces sorpresivamente desde lo alto de las corniches, otras desde los cabos, desde el mar o el aire, la perfecta
conjugación de mar y tierra, de tierra abrazando el azur, protegiéndolo,
amándose, que dibuja el litoral de Villefranche, su bahía de perfectas
dimensiones, la armonía de sus colores, la absoluta paz del entorno.