© Fotos William Navarrete
No había vuelto a Beauvais desde 1994. Hay muchas catedrales góticas del norte de Francia a las que no he vuelto ir desde 1994-1995. Me he propuesto volver a visitar aquellas que hace más de 15 años no veo. Evidentemente, el plato fuerte en Beauvais ha sido siempre y será la Catedral de Saint-Pierre, atrevida obra de arquitectura gótica que comenzó a construirse en el 1225. La catedral, vista desde los campos aledaños, parece una gigantesca mole. La altura de su coro es colosal y para la época (siglo XIII) era el equivalente de nuestros rascacielos de hoy. Tan ambicioso proyecto no estuvo exento de vicitudes: los derrumbes interrumpieron las obras y de hecho sólo se construyeron el coro, el crucero y el ábside. Su flecha tenía exactamente la altura de la Gran Pirámide de Egipto, pero se derrumbó al poco tiempo de haber sido erigida. Ambas fueron (flecha y piramide) por el tiempo en que duró la primera los dos edificios mas altos del mundo. Inconclusa y todo resulta impresionante y da vértigo su magnificencia y su colosal altura.
Pórtico lateral de la Catedral Saint-Pierre de Beauvais
48 metros de altura tiene la bóveda del coro. Es el coro gótico más alto del mundo.
El reloj astronimo de la catedral de Beauvais: 90 000 piezas y 52 esferas.
El reloj medieval de la catedral de Beauvais posee el carrillón de este tipo más antiguo de Francia
Vertiginoso techo del coro de la Catedral Saint-Pierre de Beauvais.
30 mars 2012
28 mars 2012
Mélanges, hommage au père Quéruel de Notre-Dame-de-Lorette
C'est un livre d'amour spirituel, chose rare de nos jours. Mais aussi de reconnaissance à un prêtre qui a positivement influencé la vie d'un quartier de Paris: celui de Notre-Dame-de-Lorette et de la rue des Martyrs. Véritable exploit que celui de bâtir la foi et répandre le bonheur dans une ville tentaculaire, complexe, peuplée de gens qui passent trop pressés, voire indifférents à la vie d'autrui ... Mélanges a été le but de Carmen Guy, Asturienne (Parisienne d'adoption), qui a voulu laisser la parole aux paroissiens de l'église Notre-Dame-de-Lorette pour qu'ils expriment ce qui le père Bernard Quéruel a représenté (et représente) dans leurs vies. C'est un livre beau où les témoignages se "mélangent" aux anecdotes de chacune et chacun concernant ce père. Des témoignages si divers que la vie en elle-même. Puis, aussi des vers. Oui, des vers écrits par ce curé qui essaie d'expliquer, comme le fit San Juan de la Cruz dans son temps, sa propre vision des Ecritures afin que ses paroissiens comprennent comment se faufile la lumière même au milieu des ténèbres. Enfin, des vers convenablement precedés d'un texte de Carmen Guy nous expliquant cette deuxième partie du livre. Mélanges a été pour moi l'opportunité de rendre un petit hommage à cette église à proximité de laquelle j'ai habité les vingt dernières années de ma vie. Moi, Parisien d'adoption aussi et comme la plupart des Parisiens ignorant que le bonheur peut se cacher derrière les murs austères d'une église de quartier. Ignorant de tout ceci, mais non pour autant insensible au fait que quelque chose avait changé grâce au dépositaire, sous forme de livre, de cet hommage mérité.
Mélanges Bernard Quéruel. Années Lorette
Liste de participants et auteurs des textes
Mon petit hommage au père et à l'église.
Mélanges Bernard Quéruel. Années Lorette
Liste de participants et auteurs des textes
Mon petit hommage au père et à l'église.
22 mars 2012
Celebrando la primavera
© Fotos William Navarrete
Sol bueno y mar de espuma. Niza espléndida en primavera. Cielos azul profundo, despojados totalmente de nubes, frescor matinal y calor al mediodía si uno se queda al aire libre. Olores de mimosas y lavandas. Placer de vivir fuera de la intoxicación de periódicos y noticieros televisivos. Paseos a orillas del mar. Los más atrevidos se bañan. El mar es tan azul que no logran aguantar las ganas aunque se congelen. En la Cinémathèque un ciclo completo sobre la obra del director Wong Kar-Wai (imposible no ir a ver esa obra maestra que es In the mood for love), otro dedicado a Spielberg y un tercero a Pina Bausch. Festival de Cine Italiano en el Espace Magnan y exposición de la obra de Brassaï en el Museo Matisse y en el Théâtre de la Photographie et l'Image. Wagner en la Opera y un largo etcétera de exposiciones, conferencias, eventos... Celebrando desde el comienzo la primavera en Niza.
Sol bueno y mar de espuma. Niza espléndida en primavera. Cielos azul profundo, despojados totalmente de nubes, frescor matinal y calor al mediodía si uno se queda al aire libre. Olores de mimosas y lavandas. Placer de vivir fuera de la intoxicación de periódicos y noticieros televisivos. Paseos a orillas del mar. Los más atrevidos se bañan. El mar es tan azul que no logran aguantar las ganas aunque se congelen. En la Cinémathèque un ciclo completo sobre la obra del director Wong Kar-Wai (imposible no ir a ver esa obra maestra que es In the mood for love), otro dedicado a Spielberg y un tercero a Pina Bausch. Festival de Cine Italiano en el Espace Magnan y exposición de la obra de Brassaï en el Museo Matisse y en el Théâtre de la Photographie et l'Image. Wagner en la Opera y un largo etcétera de exposiciones, conferencias, eventos... Celebrando desde el comienzo la primavera en Niza.
19 mars 2012
Brassaï, expo à Nice / Brassaï expone en Niza
Paris sous le brouillard / Paris bajo la niebla, 1934, Col. Musée Matisse, Nice.
Con motivo de la donación a la Ciudad de Niza, por parte de Gilberte Brassaï, viuda del fotógrafo Guyla Halàsz (Brasov, 1899- Niza, 1984), autobautizado Brassaï. Nacido en el imperio de Austro-Hungría, llegó a París en 1924 y poco después, en 1932, se consagra como fotógrafo gracias a una serie de imágenes de la capital francesa que publica para el libro de Paul Morand Paris de nuit. A partir de entonces, su carrera es fulgurante y aparece vinculada a la de grandes artistas como Dalí, Giacometti, Léger, Picasso y Matisse. También a escritores establecidos en el Montparnasse de los 1920-30 como Miller, Genet, Prévert, Léon-Paul Fargue, etc. En 2011, su viuda legó a la Ciudad de Niza 68 fotografías que conservaba. El fondo se expone hoy entre el Museo Matisse de Niza y el Théâtre de la Photographie et de l'Image (TPI), desde el 23 de febrero hasta el 3 de junio 2O12. Una muy breve muestra de lo que se puede ver en el TPI de Niza:
Théâtre de la Photographie et de l'Image Charles Nègre, Nice.
Exposicion Brassaï photographe. Sa rencontre avec Matisse, legs Gilberte Brassaï. Musée Matisse / Théâtre de la Photographie et de l'Image / Nice 2O12
Brassaï. Matisse et son modèle, 1939.
Brassaï. Des soeurs dans le jardin exotique de Monaco / Monjas en el jardín exótico de Mónaco, col. Musée Matisse, Niza.
Brassaï, Bal de la Montagne Sainte-Geneviève, Paris, 1932.
Brassaï, Les filets de pêche à Cannes / Las nasas de pesca, Cannes, col. Musée Matisse de Niza.
Brassaï se interesa en los graffitis desde 1939.
Brassaï. El beso.
Brassaï. En éxtasis.
Con motivo de la donación a la Ciudad de Niza, por parte de Gilberte Brassaï, viuda del fotógrafo Guyla Halàsz (Brasov, 1899- Niza, 1984), autobautizado Brassaï. Nacido en el imperio de Austro-Hungría, llegó a París en 1924 y poco después, en 1932, se consagra como fotógrafo gracias a una serie de imágenes de la capital francesa que publica para el libro de Paul Morand Paris de nuit. A partir de entonces, su carrera es fulgurante y aparece vinculada a la de grandes artistas como Dalí, Giacometti, Léger, Picasso y Matisse. También a escritores establecidos en el Montparnasse de los 1920-30 como Miller, Genet, Prévert, Léon-Paul Fargue, etc. En 2011, su viuda legó a la Ciudad de Niza 68 fotografías que conservaba. El fondo se expone hoy entre el Museo Matisse de Niza y el Théâtre de la Photographie et de l'Image (TPI), desde el 23 de febrero hasta el 3 de junio 2O12. Una muy breve muestra de lo que se puede ver en el TPI de Niza:
Théâtre de la Photographie et de l'Image Charles Nègre, Nice.
Exposicion Brassaï photographe. Sa rencontre avec Matisse, legs Gilberte Brassaï. Musée Matisse / Théâtre de la Photographie et de l'Image / Nice 2O12
Brassaï. Matisse et son modèle, 1939.
Brassaï. Des soeurs dans le jardin exotique de Monaco / Monjas en el jardín exótico de Mónaco, col. Musée Matisse, Niza.
Brassaï, Bal de la Montagne Sainte-Geneviève, Paris, 1932.
Brassaï, Les filets de pêche à Cannes / Las nasas de pesca, Cannes, col. Musée Matisse de Niza.
Brassaï se interesa en los graffitis desde 1939.
Brassaï. El beso.
Brassaï. En éxtasis.
18 mars 2012
Raquel Revuelta - El Nuevo Herald, Miami
Hoy escribo en El Nuevo Herald sobre la actriz Raquel Revuelta y el libro como homenaje que publica el escritor Juan Cueto:
El Nuevo Herald, Miami, sábado 17 de marzo del 2012
Raquel Revuelta en toda su dimensión
William Navarrete
© 2012 El Nuevo Herald. All Rights Reserved.
Cubanos de todas las generaciones recuerdan las actuaciones de la actriz Raquel Revuelta, tanto para el cine como para el teatro y la televisión de Cuba. En diferentes etapas de la vida cultural del país su personalidad histriónica la convirtió en icono de la pequeña y gran pantalla. Para quienes vivieron la época republicana, su imagen se asocia a su actuación en la película Siete muertes a plazo fijo (1950), dirigida por Manuel Alonso, en donde actuó junto a Rosendo Rosell y Alejandro Lugo. En televisión, por su interpretación en grandes obras del teatro universal en los programas Un romance cada jueves y Gran teatro del sábado. A quienes les tocó vivir el período posterior a 1959, la recordarán entre los personajes de Lucía (1968), una película de Humberto Solás o en la telenovela Doña Bárbara (1977), interpretando el extraordinario personaje de la novela homónima de Rómulo Gallegos.
Nacida en 1925, Raquel Revuelta tuvo una larga y fecunda trayectoria artística a la que sólo pudo poner fin su fallecimiento, ocurrido en La Habana, en el 2004. Por eso algunos han visto muchas de sus obras y creen conocerla demasiado. De esa certeza errónea nos hace dudar el escritor Juan Cueto-Roig en su reciente libro Raquel Revuelta. A la memoria de una actriz, publicado en Miami, en una edición personal y limitada a cien ejemplares. El propio Cueto se asombra de la repercusión que ha tenido el libro dentro y fuera de Cuba. Alguna que otra personalidad de la cultura cubana oficial se ha sentido molesta porque este homenaje de tan completos matices haya sido publicado por un exiliado en Miami y no por una editorial del gobierno al que, en resumidas cuentas, la actriz se plegó durante 45 años de su vida y carrera. Para muchos es difícil aceptar que Raquel Revuelta habiendo conocido y actuado durante la época de esplendor y libertad de expresión de la Cuba republicana, haya podido luego continuar trabajando sin cuestionar nunca al régimen totalitario y censor.
El libro aquí presentado tiene el mérito de haber sido concebido con el celo de quien no descuida calidad del formato, ni de imágenes. A ello debe sumarse otra cualidad afortunada: las imágenes de la actriz ocupan la mayor cantidad de páginas posibles, por encima de elogios verbales. La tercera virtud del libro es la evidencia de la pujanza artística de la Cuba de los años 40 y 50. Basta observar el recuadro de las estaciones de televisión latinoamericanas para descubrir que, en 1956, Cuba tenía 16 estaciones televisivas, mientras que México poseía 10, Brasil 6 y Argentina sólo una. Hojeando las páginas de este libro la fecunda carrera artística de la actriz: entre 1955-1957 Cueto anota un centenar de actuaciones para la televisión sacadas de las páginas del Diario de la Marina.
El libro retoma muchos de los comentarios de la prensa sobre memorables actuaciones en obras como Juana de Lorena, Un tranvía llamado deseo, Corona de sombras, Medea, Yerma, Macbeth o Santa Juana de América. A ello se añaden sendas entrevistas realizadas por el autor, una a Raquel Revuelta y otra al actor Manolo Coego, compañero de actuación de ésta antes de exiliarse.
Tres secciones de imágenes con fotografías durantes actuaciones y afiches publicitarios completan las secciones de Cine, Televisión y Teatro. Es ésta a mi juicio, la parte más enjundiosa del libro pues el autor vuelca en ella toda la documentación que conservaba en sus archivos personales, así como otras imágenes adquiridas gracias a la colaboración de Igor Urquiza, nieto de la actriz y el periodista Fernando del Castillo. De esta selección, Cueto rescata las imágenes de la televisión de los años 50 cuyos programas, en su mayoría, no fueron conservados. Resultan particularmente atractivas las imágenes de la actriz en series televisivas como La casa de Bernarda Alba (junto a Maritza Rosales), La malquerida (con Ernesto de Gali) o Yerma (con Mary Munné).
Tratándose de una vida artística tan prolífica el libro no puede ser más que un bosquejo que salva para la posteridad un patrimonio condenado al olvido. Esa salvaguarda fue el primer objetivo del autor, por encima de cuestionamientos políticos, pues sabido es que Raquel Revuelta se puso sin reparos el uniforme de miliciana, algo que siguiendo la elección estética del autor no aparecerá mencionado en el libro. Al final, el álbum familiar de la actriz muestra la intimidad de la familia, sus hijos, nietos e incluso su madre, la también actriz Silvia Planas. También se añaden muchas fotos de Raquel Revuelta junto a queridos amigos.
Los lectores agradecerán Juan Cueto su esmero y dedicación al sacar a la luz todos estos documentos y ponerlos de esta forma a disposición de los cubanos de mañana. Su labor, por supuesto, inspira el mismo respeto que ha manifestado él hacia esta actriz, quien también fue su amiga y a quien de joven admiró desde las primeras veces en que la vio actuar en La Habana de otros tiempos.
Enlace directo: Raquel Revuelta - El Nuevo Herald.
Raquel Revuelta.
El Nuevo Herald, Miami, sábado 17 de marzo del 2012
Raquel Revuelta en toda su dimensión
William Navarrete
© 2012 El Nuevo Herald. All Rights Reserved.
Cubanos de todas las generaciones recuerdan las actuaciones de la actriz Raquel Revuelta, tanto para el cine como para el teatro y la televisión de Cuba. En diferentes etapas de la vida cultural del país su personalidad histriónica la convirtió en icono de la pequeña y gran pantalla. Para quienes vivieron la época republicana, su imagen se asocia a su actuación en la película Siete muertes a plazo fijo (1950), dirigida por Manuel Alonso, en donde actuó junto a Rosendo Rosell y Alejandro Lugo. En televisión, por su interpretación en grandes obras del teatro universal en los programas Un romance cada jueves y Gran teatro del sábado. A quienes les tocó vivir el período posterior a 1959, la recordarán entre los personajes de Lucía (1968), una película de Humberto Solás o en la telenovela Doña Bárbara (1977), interpretando el extraordinario personaje de la novela homónima de Rómulo Gallegos.
Nacida en 1925, Raquel Revuelta tuvo una larga y fecunda trayectoria artística a la que sólo pudo poner fin su fallecimiento, ocurrido en La Habana, en el 2004. Por eso algunos han visto muchas de sus obras y creen conocerla demasiado. De esa certeza errónea nos hace dudar el escritor Juan Cueto-Roig en su reciente libro Raquel Revuelta. A la memoria de una actriz, publicado en Miami, en una edición personal y limitada a cien ejemplares. El propio Cueto se asombra de la repercusión que ha tenido el libro dentro y fuera de Cuba. Alguna que otra personalidad de la cultura cubana oficial se ha sentido molesta porque este homenaje de tan completos matices haya sido publicado por un exiliado en Miami y no por una editorial del gobierno al que, en resumidas cuentas, la actriz se plegó durante 45 años de su vida y carrera. Para muchos es difícil aceptar que Raquel Revuelta habiendo conocido y actuado durante la época de esplendor y libertad de expresión de la Cuba republicana, haya podido luego continuar trabajando sin cuestionar nunca al régimen totalitario y censor.
El libro aquí presentado tiene el mérito de haber sido concebido con el celo de quien no descuida calidad del formato, ni de imágenes. A ello debe sumarse otra cualidad afortunada: las imágenes de la actriz ocupan la mayor cantidad de páginas posibles, por encima de elogios verbales. La tercera virtud del libro es la evidencia de la pujanza artística de la Cuba de los años 40 y 50. Basta observar el recuadro de las estaciones de televisión latinoamericanas para descubrir que, en 1956, Cuba tenía 16 estaciones televisivas, mientras que México poseía 10, Brasil 6 y Argentina sólo una. Hojeando las páginas de este libro la fecunda carrera artística de la actriz: entre 1955-1957 Cueto anota un centenar de actuaciones para la televisión sacadas de las páginas del Diario de la Marina.
El libro retoma muchos de los comentarios de la prensa sobre memorables actuaciones en obras como Juana de Lorena, Un tranvía llamado deseo, Corona de sombras, Medea, Yerma, Macbeth o Santa Juana de América. A ello se añaden sendas entrevistas realizadas por el autor, una a Raquel Revuelta y otra al actor Manolo Coego, compañero de actuación de ésta antes de exiliarse.
Tres secciones de imágenes con fotografías durantes actuaciones y afiches publicitarios completan las secciones de Cine, Televisión y Teatro. Es ésta a mi juicio, la parte más enjundiosa del libro pues el autor vuelca en ella toda la documentación que conservaba en sus archivos personales, así como otras imágenes adquiridas gracias a la colaboración de Igor Urquiza, nieto de la actriz y el periodista Fernando del Castillo. De esta selección, Cueto rescata las imágenes de la televisión de los años 50 cuyos programas, en su mayoría, no fueron conservados. Resultan particularmente atractivas las imágenes de la actriz en series televisivas como La casa de Bernarda Alba (junto a Maritza Rosales), La malquerida (con Ernesto de Gali) o Yerma (con Mary Munné).
Tratándose de una vida artística tan prolífica el libro no puede ser más que un bosquejo que salva para la posteridad un patrimonio condenado al olvido. Esa salvaguarda fue el primer objetivo del autor, por encima de cuestionamientos políticos, pues sabido es que Raquel Revuelta se puso sin reparos el uniforme de miliciana, algo que siguiendo la elección estética del autor no aparecerá mencionado en el libro. Al final, el álbum familiar de la actriz muestra la intimidad de la familia, sus hijos, nietos e incluso su madre, la también actriz Silvia Planas. También se añaden muchas fotos de Raquel Revuelta junto a queridos amigos.
Los lectores agradecerán Juan Cueto su esmero y dedicación al sacar a la luz todos estos documentos y ponerlos de esta forma a disposición de los cubanos de mañana. Su labor, por supuesto, inspira el mismo respeto que ha manifestado él hacia esta actriz, quien también fue su amiga y a quien de joven admiró desde las primeras veces en que la vio actuar en La Habana de otros tiempos.
Enlace directo: Raquel Revuelta - El Nuevo Herald.
© William Navarrete
Raquel Revuelta.
13 mars 2012
Artemisia Gentileschi, pintora del Renacimiento / París
Hoy comienza la exposición de Artemisia Gentileschi (Roma 1593 - Nápoles 1652) en el Museo Maillol de París. Al parecer tendremos el lujo de ver su Judith decapitando a Holofernes que traerán de los Oficios de Florencia. Prácticamente autodidacta (la enseñanza de las Bellas Artes estaba prohibida para las mujeres, aunque su padre, también pintor, le puso preceptor de arte), Artemisia fue violada por uno de los ayudantes del taller de su padre. Las actas del juicio contra Tassi (nombre del violador) son muy interesantes: no sólo son exhaustivas con respecto a la violación, sino que revelan cómo eran exactamente los pleitos sobre este tema en el Alto Renacimiento. Al pie de la imagen del cuadro mencionado pongo mi traducción al español de una parte esencial del testimonio de Artemisia para que se entienda la relación de este episodio con la violencia reflejada después en esta obra. Tassi fue condenado, al final, a un año de exilio fuera de los Estados Pontificales y a otro de privación de libertad. Artemisia reconstruyó su vida y siguió pintando, con franco éxito en Florencia donde mantuvo estrecha amistad con Galileo Galilei. Luego la encontraremos en Venecia, Nápoles y hasta en Londres. Y...
Judith decapitando a Holofernes. Testimonio de Artemisia Gentileschi: "Cerró con llave la habitación y me empujó hacia el borde del lecho golpeándome el pecho con la mano, me colocó la rodilla entre mis muslos para que no pudiera juntarlos y me subió el vestido, algo que le costó bastente esfuerzo; me agarró por la garganta y me puso un pañuelo en la boca para que no gritase y me liberó las manos antes sujetadas por su otra mano, habiendo antes colocado sus dos rodillas entre mis piernas y presionando su miembro contra mi sexo empezó a empujar y me lo introdujo. Lo arañé la cara y le halé el cabello y antes de que lo metiese de nuevo le aplasté el miembro y le arranqué un pedazo de carne."
Judith decapitando a Holofernes. Testimonio de Artemisia Gentileschi: "Cerró con llave la habitación y me empujó hacia el borde del lecho golpeándome el pecho con la mano, me colocó la rodilla entre mis muslos para que no pudiera juntarlos y me subió el vestido, algo que le costó bastente esfuerzo; me agarró por la garganta y me puso un pañuelo en la boca para que no gritase y me liberó las manos antes sujetadas por su otra mano, habiendo antes colocado sus dos rodillas entre mis piernas y presionando su miembro contra mi sexo empezó a empujar y me lo introdujo. Lo arañé la cara y le halé el cabello y antes de que lo metiese de nuevo le aplasté el miembro y le arranqué un pedazo de carne."
12 mars 2012
Alberto Lauro, Marta María Pérez, Grecia, poesía, Madrid...
Momentos de mi reciente viaje a Madrid. Inauguración de la exposición de fotos de la artista cubana Marta María Pérez Bravo en la galería Fernando Pradilla, en el barrio de Salamanca. El poeta y novelista Alberto Lauro me regala su poemario Hijo de mortales, publicado en las ediciones Vitrubio y con el que obtuvo el premio internacional de poesía Luys Santamarina-Ciudad de Cieza 2011. Hermoso poemario de inspiración clásica dedicado a Salvador Lemis. Lauro me dedica un poema. Viajan los versos por la Grecia del helenismo. Evoca a Cavafis, a Safo, a Tegnis de Megara, Anacreonte... También dedica un poema a Albis Torres, que aquí incluyo:
In Albis (Torres)
Entre tú y yo
Hay un muro de silencio:
No lo destruyen las palabras.
Marta María Pérez Bravo, Alberto Lauro, Magalis González y William Navarrete en la expo de Marta María Pérez Bravo, en la galería Fernando Pradilla, del barrio de Salamanca. Foto: © Pierre Bignami.
In Albis (Torres)
Entre tú y yo
Hay un muro de silencio:
No lo destruyen las palabras.
Marta María Pérez Bravo, Alberto Lauro, Magalis González y William Navarrete en la expo de Marta María Pérez Bravo, en la galería Fernando Pradilla, del barrio de Salamanca. Foto: © Pierre Bignami.
10 mars 2012
La gema de Cubagua / por Luis de la Paz
Diario Las Américas, 8 de marzo de 2012
Una reseña de Luis de la Paz, en el Diario Las Américas sobre mi novela La gema de Cubagua:
La gema de Cubagua
por Luis de la Paz
© Diario Las Américas, Miami, 8 de marzo de 2012
Con mucha imaginación y oficio, el escritor William Navarrete (Banes, 1968) desarrolla en La gema de Cubagua (Legua Editorial, 2011), su primera novela, una historia hilarante en la que los habitantes de un pueblo en Holguín viven momentos de euforia. Ana Isidora, una mujer a punto de cumplir cincuenta años, empeñada en demostrarle a los funcionarios de la Oficoda (oficina cubana encargada de controlar la cuota alimenticia), de que ella “se apellidaba González de Rivera y Tamayo, y no Rivera y Tamayo a secas, como aparecía escrito en la cartilla de racionamiento”, consulta viejos periódicos descubriendo una nota que le daría un vuelco a su vida y al poblado: “Se interesa en conocer el actual paradero de los descendientes del alférez de fragata Juan Bautista González de Rivera y Obeda, fallecido en el hato de Managuaco, término de Holguín, en el año de mil seiscientos noventa y cinco. Los herederos del ilustre discípulo de Magallanes se beneficiarán con una herencia cuyo monto se eleva a ciento setenta y cinco millones de libras esterlinas, depositados en una caja de caudales en el Lloyd’s Bank of London, en Inglaterra”.
Este el punto de arranque de esta deliciosa novela, adornada con situaciones alucinantes, y que tiene como trasfondo la Cuba bajo el castrismo, lo que le permite a Navarrete recoger el marco social y político de la época en que transcurre la narración.
El libro es rico en detalles. Navarrete delinea a los protagonistas con soltura y se regodea en su entorno, prodigando abundantes referencias y descripciones que le imprimen mayor disfrute a la lectura. El autor logra que el lector se sienta parte de un multitudinario encuentro en un estadio por donde desfilan personajes delirantes y esperpénticos, como una machetera millonaria, un delegado del partido, y hasta el Ballet Nacional de Cuba en pleno, con su Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso. Incluso, por las páginas del libro se desliza el poeta holguinero Delfin Prats.
William Navarrete conduce al lector con mucho humor por un pueblo en conmoción, que sueña con la abundancia y la opulencia. Muchos se acercan a Ana Isidora, buscando ser parte de su herencia. Le envían mensajes con súplicas y pedidos; otros aseguran ser también descendientes de los González de Rivera (incluso le escriben cartas desde Nueva York) y reclaman su parte de la herencia. Como es de esperar, las expectativas de la gente están por encima de la realidad, de manera que es imaginable el final de esta historia. Aún así, La gema de Cubagua está basada en hechos reales. Al menos el rumor de un millonario legado se ventiló en la prensa y hasta se hizo una película sobre el tema. Navarrete toma la anécdota y con la habilidad del escritor y mucha imaginación, va más allá de los detalles de los millones en disputa, para adentrarse sutilmente en una miseria ambiente, dictada por la falta de esperanzas de un pueblo envilecido en su cotidianeidad.
Enlace:
La gema de Cubagua / Diario Las Américas
La gema de Cubagua.
4 mars 2012
Lira est Maud Constant à Bruxelles
Ma bonne amie Lira... Elle est Maud Constant et elle m'offre son livre à deux mains La forêt, la nuit.... Elle m'offre aussi un très bon moment à Cook and Book, un lieu unique au monde, en banlieue bruxelloise. Dans ce lieu, un fauteuil est le trône du Royaume de Belgique (un royaume nous savons bien dans quelles circonstances). Mais ce que les Belges ignorent (même le Roi l'ignore) c'est que ce fauteuil-là est plutôt le trône du royaume de Lira. Et il l'est à tel point que je n'ai pas osé en sa présence de m'y assoir à part entière, lui laissant la partie essentielle de la place. Nous avons été immortalisé par l'amie Mae Liz dans une photographie qu'on peut intituler : La jungle, la ville, le jour.... Et puis, Maud Constant écrit très bien. J'ai peur des loups, j'aime ses loups. Merci à Uyttersprot pour ses belles gravures. Quelle belle journée ensoleillée Lira !
Lira Campoamor et William Navarrete, Bruxelles, 2012. Photo: Mae Liz.
Lira Campoamor et William Navarrete, Bruxelles, 2012. Photo: Mae Liz.
3 mars 2012
Le gros, la vache et le mainate / Théâtre Rond-Point Champs-Elysées
Une pièce à rater sans regrets. Un véritable hommage à la vulgarité (dans sa version la plus incongrue) et au manque d'imagination. J'ai rarement vu quelque chose de si indigeste. Si l'on me demande de choisir quelque chose à sauver je dirais sans hésiter que la scène. Oui, la scène materielle : celle du Théâtre du Rond-Point des Champs-Elysées, dont je n'aurais jamais imaginé qu'elle tombe si bas. Mais ce qui m'a vraiment laissé perplexe ce sont les applaudissements des spectateurs. De quel planète si différent au mien venaient-ils ? De quel monde si différent au leur suis-je venu ? Rien ne va pas dans Le gros, la vache et le mainate. Le couple de vieilles tantes... affreusement lourd, antipathique, dépourvu de toute grâce. Elles essayent d'imiter Les Vamps, mais l'effet est dérisoire. Les interventions du metteur en scène... simplement pathétiques, je dirais même grisâtres tellement ça sentait la fin. Le pauvre Monsieur Fait-Tout, bricoleur, pompier, livreur de pizzas... manquait de tout et quand je dis de tout c'est vraiment tout ! Le seul qui pourrait envisager un avenir (à condition qu'il n'accepte plus un rôle dans une pièce pareille) est le gros. Lui, au moins, il a envie de jouer malgré son triste livret (pas étonnant qu'il casse sa pipe dans la première partie de la pièce). Vivement l'époque où l'on pouvait balancer des oeufs et des tomates sur scène !!!
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