Conozco esta noble ciudad como la palma de mi mano. Hace años vengo a San Cristóbal de La Laguna, antigua ciudad tinerfeña y siempre me extasío delante de sus palacetes, conventos, iglesias y hermosas fachadas. Cuando vengo a Tenerife le dedico por lo menos tres días por semana a mis investigaciones en los diferentes archivos de La Laguna. Con el tiempo una red de amigos, historiadores, académicos, periodistas, etc. se ha ido creando. Coincidimos en las salas de lectura y de consultas, luego en los cafeses y hasta cuando salimos de copas. A veces veo una fachada y le tiro una foto. A veces no. Depende. Aquí nunca voy con prisa. Me tomo todo el tiempo del mundo paramí y para lo que me apetezca hacer según el día: