La foto que tomé del olmo viejo de Machado en Soria.
Siempre quedan cosillas en el tintero. De mi viaje por las tierras de Castilla la Vieja hubiera querido contar muchas más de las que conté. Ahora que cargo las fotos veo el olmo viejo de Machado, más seco y viejo que entonces, en el jardincillo de la Iglesia de Nuestra Señora del Espino, en Soria. Dicen que el olmo representa a Leonor, la amada del poeta, quien, al igual que el poeta, regresa de París enferma de hemoptisis. Machado supera la enfermedad pero Leonor muere. Se halla enterrada en el vecino cementerio de esta iglesilla de Soria, a orillas del Duero. Aquí va el poema. En youtube se puede escuchar la musicalización de Serrat:
A un olmo seco
Antonio Machado
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.