El Puntero es como aquella buenas fondas que dice mi madre había en Cuba. Garbanzas, sardinas a la plancha y quesillo de postre con un buen vino del país. Nada frito, todo a la plancha. Sencillo, barato y auténtico. Una delicia. Lo conocí gracias a mi amiga Paquita que es chicharrera (o sea, santacruceña). Y desde que vengo a Tenerife (este viaje es el # 9) hago por lo menos dos lunch aquí. ¿Qué dónde queda? En San Clemente, 13. A una cuadra de esa maravillosa librería que se llama La Isla.