Alguien me dijo que no iría a verla porque le resultaba antipática Margaret Thatcher. En mi caso, lo menos que me interesa es la personalidad de la ex Primer Ministro Británica, haya sido despiadada o muy eficaz, que no soy inglés... ni argentino. En cambio, sí quería ver la actuación de Meryl Streep que presentía sublime. No me equivoqué. Es posible que el guion se haya permitido ciertas licencias (como la de accesos de ira de la Thatcher en su consejo de Ministros, cosa impensable viniendo de esa alma gélida), lo que sí es una evidencia es la brillante actuación doble de Meryl Streep, encarnando a una Thatcher en funciones y a la señora desvariada que es hoy. Chapeau, una vez más, para esta extraordinaria actriz, probablemente la mejor que tiene Hollywood hoy día
y una de las mejores de todos los tiempos.
The Iron Lady.