© Fotos William Navarrete
Uno de los edificios más misteriosos y fascinantes de la Vieja Europa. La Mole Antonelliana fue inicialmente concebida para alojar una sinagoga. Función que nunca cumplió. Esta "mole" de 167, 50 metros de alto, construida en 1863 por Alessandro Antonelli (de ahí su nombre), fue considerada durante mucho tiempo el edificio de ladrillos más alto de Europa. La ascención a la plataforma superior, desde la cual se disfruta de una vista estupenda de la ciudad, se efectúa en un ascensor sujetado por cables suspendidos del crucero interior de la cúpula. Dicho ascensor es panorámico y en menos de un minuto recorre los 90 metros que separan la plataforma de la cúpula de la planta baja. Los que padecen de vértigo mejor se abstienen de tomarlo. Por si fuera poco, la Mole acoge uno de los Museos del Cine más maravillosos que existen en el mundo. Maravilloso tanto por sus colecciones como por su original espacio y asombrosa museografía:
La Mole Antonelliana.
Desde una de las torres del Palazzo Madama, la Mole Antonelliana envuelta en la niebla.
Vertiginosa vista desde la plataforma de la Mole Antonelliana de Torino.
El café del Museo Nazionale del Cinema, Torino.