Una entrevista que me hace el escritor Alberto Lauro, a propósito de La gema de Cubagua y otras cosillas. Aquí:
Vivimos sobre un polvorín
31 mai 2011
29 mai 2011
Presentaciones de mi novela en España

Feria del Libro de Madrid
caseta 47 (Almario de Libros)
fecha: domingo, 5 de junio 2011
hora: a partir de las 18h 30
lugar: Parque del Buen Retiro
estaciones: Príncipe de Vergara, Ibiza o Retiro

FNAC Callao (calle Preciados)
enlace: Agenda FNAC
presentan: Alberto Lauro y Grace Piney
fecha: lunes, 6 de junio de 2011
hora: 19h 30

Jornada Literaria Alternativa
fecha: martes, 7 de junio de 2011
hora: 18h 30
lugar: Cuesta de Moyana

Casa del Libro de Valencia
fecha: viernes, 9 de junio de 2011
hora: 19h 30
lugar: Passeig Russafa, n° 11 (muy cerca de la Plaza de Toros)
enlace: Casa del Libro
Invitación a cargo de Legua Editorial:

28 mai 2011
Wendy Guerra: erotismo en SoHo
Tres cuentos eróticos, tres escritoras, en SoHo.
Pulsar: Tres escritoras con cuentos eroticos en SoHo
(tomado de SoHo.com)
Pulsar: Tres escritoras con cuentos eroticos en SoHo

24 mai 2011
Paris vu de très haut - Montée du Sacré-Coeur de Montmartre
22 mai 2011
16 mai 2011
Nivaria Tejera / El País
Lindo texto para la escritora y amiga Nivaria Tejera en El País:
Nivaria Tejera.
Nivaria Tejera.
15 mai 2011
Cannes / hoy en El Nuevo Herald
Mi artículo de hoy en El Nuevo Herald, sobre Cannes (ahora en Festival). Fotos tomadas por mí:
Cannes, perla de la Riviera Francesa / William Navarrete.
Cannes: perla de la Riviera Francesa
William Navarrete
El Nuevo Herald, domingo 15 de mayo del 2011
Dos momentos cumbres marcan la vida de Cannes, balneario de la Riviera Francesa: la temporada veraniega de julio a agosto y el célebre Festival de Cine que, cada mes de mayo, recibe a célebres artistas y directores del séptimo arte del mundo entero sobre una Croisette -el conocido malecón de Cannes-, abarrotada de público dispuesto a no perder un sólo instante del momento en el que cada estrella sube la escalinata del Palacio del Festival. Es el llamado tapis rouge o tradicional alfombra roja con que se cubren los escalones para esta ocasión.
Sin embargo, fuera de estos dos momentos en que Cannes pierde toda intimidad e, incluso, el color local que la caracteriza, la pequeña ciudad del Mediterráneo francés ofrece un ambiente idóneo para quienes desean descansar en una aglomeración semiurbana, a orillas del mar, lejos del bullicio y del estrés de las grandes ciudades y bajo un clima que, en general, suele ser muy clemente durante casi todo el año.
Lejos parecen ahora aquellos tiempos en que el acaudalado aristócrata escocés Lord Henry Peter Brougham construyó, en 1834, la Villa Eleonore, mansión cuya atmósfera y belleza la convirtió en quimera para la alta sociedad británica. En esos tiempos, Cannes no era más que una aldea de pescadores, construida a la italiana, en lo que hoy se conoce como el barrio del Suquet, que desde lo alto de su vieja iglesia ofrece una hermosísima vista de la marina, el puerto, la bahía, la Croisette y las islas Lerins. En dicho barrio medieval, el Museo de la Castre, fundado en 1877 e instalado en las ruinas del antiguo castillo que dominaba el paisaje desde el promontorio, atesora los vestigios arqueológicos del Cannes prehistórico y muestra colecciones de pinturas y objetos de arte que trazan la historia del pueblo.
Casi al pie de la colina del Suquet, el mercado Forville, es uno de los lugares a los que se dirige la gente de Cannes para comprar legumbres, frutas y productos alimenticios típicos que los campesinos de la región venden a veces pregonándolos con ese característico acento del francés provenzal. No lejos de allí, la iglesia Nuestra Señora de la Esperanza, erigida en 1521 en estilo gótico, posee algunas importantes estatuas de madera tallada que datan de los siglos XIV al XVIII. El templo adquiere gran animación cuando, durante las Navidades, se instalan allí pesebres naturales y nacimientos.
Evidentemente, Cannes tiene también una parte más moderna, construida a finales del siglo XIX y principios del XX. Se trata de su conocido malecón o avenida marítima, popularmente llamado La Croisette. Bordea las playas a lo largo de una alameda de palmeras y exhibe la arquitectura típica de la belle époque, manifiesta en hoteles de lujo como el Majestic, el Martínez y el Carlton, este último construido en 1911 por Henri Ruhl y, cuyo arquitecto se inspiró, según la leyenda, en los senos de la célebre cortesana conocida como La Bella Otero. También se puede ver en este paseo La Malmaison, villa típica de la arquitectura doméstica de ese período, convertida en nuestros días en centro de exposiciones temporales. Al final del paseo, el Casino Palm-Beach incluye salas de juego, una discoteca y una agradable piscina.
Al igual que Niza, Cannes posee una iglesia ruso-bizantina, San Miguel Arcángel, construida por la esposa del Zar Alejandro III y cuya presencia da testimonio de un pasado en el que la nobleza blanca de Rusia veraneaba en estas playas.
Casi al pie del Suquet y antes de comenzar La Croisette, frente al Ayuntamiento y a la Alameda de la Libertad (en donde bajo frondosos plátanos los cannenses juegan a la petanque) se encuentra el viejo puerto. Llamativos yates de lujo coexisten allí con las barcas rústicas de los últimos pescadores. Desde uno de sus muelles se toma el barco que lleva a las Islas Lérins: Santa Margarita y San Honorato.
La primera de ellas es célebre por su Fuerte Real, construido bajo Richelieu y remodelado por Vauban en 1712. Una vedadera ciudadela militar con cuarteles, iglesia y otras dependencias, además de la prisión, componen el sitio. Fue en esta última donde, al parecer, vivió recluido, a partir de 1687, el mítico Prisionero de la Máscara de Hierro inmortalizado por Alexandre Dumas en una novela; por Víctor Hugo en una pieza de teatro y del que existen al menos cinco versiones cinematográficas, no pocos poemas y tratados (incluido el de Voltaire), casi todos suponiendo que se trataba de un hermano mellizo de Luis XIV. Hoy día, la prisión acoge el Museo del Mar y el resto de la isla posee agradables caminos entre pinares y hermosas playas, aisladas de todo contacto con el mundo exterior, así como de una bella vista de la isla vecina.
En cuanto a San Honorato, la segunda isla, es propiedad de los monjes (hoy cistercienses) desde que en el año 410 San Honorato de Arles desembarcara allí para construir la capilla de San Caprais. En el monasterio, los monjes viven y trabajan la viña, y cultivan sólo ocho hectáreas de tierra de donde obtienen más de 3,500 botellas de vino y gran variedad de licores. La isla posee además un fuerte en forma de torreón construido en el año 1073 por el abate Aldebert con el objetivo de proteger a la comunidad de las incursiones de los sarracenos y piratas genoveses. De hecho, esta porción de tierra fue invadida y ocupada por los españoles de 1635 a 1637. La iglesia de Lerins, data de 1875, pero absorbió en el momento de su construcción a la Capilla llamada de los Muertos, concebida en el siglo X. Una orden benedictina se instaló en dicha isla en el año 660 y se mantuvo hasta los albores de la Revolución Francesa en que el sitio fue confiscado.
Un momento capital de la estación estival de Cannes es el Festival de Fuegos Artificiales, lanzados desde el mar y en que cada año compiten diferentes países invitados a lo largo de todo el mes de agosto, rivalizando unos con otros en cuanto a calidad de pirotecnia. Los más jóvenes intentan ganar la confianza de los porteros del Baoli, la discoteca más famosa de la zona, para que los dejen entrar, después de haber tomado el aperitivo, e incluso cenado, en el restaurante Tantra, de especialidades asiáticas en versión nouvelle cuisine. Los que gustan de la cocina gourmet quedarán sorprendidos por la gran cantidad de opciones que ofrece el pueblo. La cocina italiana, japonesa, marroquí y, por supuesto, la provenzal y, en general, la francesa. Como todas las ciudades de la Riviera Francesa, Cannes también posee una trastierra en que se mezclan leyendas, sabores y olores de la antigua Provenza, lejos de toda influencia de cosmopolitismo y turismo contemporáneo. Viajar por la trastierra de Cannes es también otra opción para aquellos que crean haber agotado las posibilidades que ofrece el célebre balneario.
© 2011 El Nuevo Herald. All Rights Reserved.
http://www.elnuevoherald.com
Cannes, perla de la Riviera Francesa / William Navarrete.
Cannes: perla de la Riviera Francesa
William Navarrete
El Nuevo Herald, domingo 15 de mayo del 2011
Dos momentos cumbres marcan la vida de Cannes, balneario de la Riviera Francesa: la temporada veraniega de julio a agosto y el célebre Festival de Cine que, cada mes de mayo, recibe a célebres artistas y directores del séptimo arte del mundo entero sobre una Croisette -el conocido malecón de Cannes-, abarrotada de público dispuesto a no perder un sólo instante del momento en el que cada estrella sube la escalinata del Palacio del Festival. Es el llamado tapis rouge o tradicional alfombra roja con que se cubren los escalones para esta ocasión.
Sin embargo, fuera de estos dos momentos en que Cannes pierde toda intimidad e, incluso, el color local que la caracteriza, la pequeña ciudad del Mediterráneo francés ofrece un ambiente idóneo para quienes desean descansar en una aglomeración semiurbana, a orillas del mar, lejos del bullicio y del estrés de las grandes ciudades y bajo un clima que, en general, suele ser muy clemente durante casi todo el año.
Lejos parecen ahora aquellos tiempos en que el acaudalado aristócrata escocés Lord Henry Peter Brougham construyó, en 1834, la Villa Eleonore, mansión cuya atmósfera y belleza la convirtió en quimera para la alta sociedad británica. En esos tiempos, Cannes no era más que una aldea de pescadores, construida a la italiana, en lo que hoy se conoce como el barrio del Suquet, que desde lo alto de su vieja iglesia ofrece una hermosísima vista de la marina, el puerto, la bahía, la Croisette y las islas Lerins. En dicho barrio medieval, el Museo de la Castre, fundado en 1877 e instalado en las ruinas del antiguo castillo que dominaba el paisaje desde el promontorio, atesora los vestigios arqueológicos del Cannes prehistórico y muestra colecciones de pinturas y objetos de arte que trazan la historia del pueblo.
Casi al pie de la colina del Suquet, el mercado Forville, es uno de los lugares a los que se dirige la gente de Cannes para comprar legumbres, frutas y productos alimenticios típicos que los campesinos de la región venden a veces pregonándolos con ese característico acento del francés provenzal. No lejos de allí, la iglesia Nuestra Señora de la Esperanza, erigida en 1521 en estilo gótico, posee algunas importantes estatuas de madera tallada que datan de los siglos XIV al XVIII. El templo adquiere gran animación cuando, durante las Navidades, se instalan allí pesebres naturales y nacimientos.
Evidentemente, Cannes tiene también una parte más moderna, construida a finales del siglo XIX y principios del XX. Se trata de su conocido malecón o avenida marítima, popularmente llamado La Croisette. Bordea las playas a lo largo de una alameda de palmeras y exhibe la arquitectura típica de la belle époque, manifiesta en hoteles de lujo como el Majestic, el Martínez y el Carlton, este último construido en 1911 por Henri Ruhl y, cuyo arquitecto se inspiró, según la leyenda, en los senos de la célebre cortesana conocida como La Bella Otero. También se puede ver en este paseo La Malmaison, villa típica de la arquitectura doméstica de ese período, convertida en nuestros días en centro de exposiciones temporales. Al final del paseo, el Casino Palm-Beach incluye salas de juego, una discoteca y una agradable piscina.
Al igual que Niza, Cannes posee una iglesia ruso-bizantina, San Miguel Arcángel, construida por la esposa del Zar Alejandro III y cuya presencia da testimonio de un pasado en el que la nobleza blanca de Rusia veraneaba en estas playas.
Casi al pie del Suquet y antes de comenzar La Croisette, frente al Ayuntamiento y a la Alameda de la Libertad (en donde bajo frondosos plátanos los cannenses juegan a la petanque) se encuentra el viejo puerto. Llamativos yates de lujo coexisten allí con las barcas rústicas de los últimos pescadores. Desde uno de sus muelles se toma el barco que lleva a las Islas Lérins: Santa Margarita y San Honorato.
La primera de ellas es célebre por su Fuerte Real, construido bajo Richelieu y remodelado por Vauban en 1712. Una vedadera ciudadela militar con cuarteles, iglesia y otras dependencias, además de la prisión, componen el sitio. Fue en esta última donde, al parecer, vivió recluido, a partir de 1687, el mítico Prisionero de la Máscara de Hierro inmortalizado por Alexandre Dumas en una novela; por Víctor Hugo en una pieza de teatro y del que existen al menos cinco versiones cinematográficas, no pocos poemas y tratados (incluido el de Voltaire), casi todos suponiendo que se trataba de un hermano mellizo de Luis XIV. Hoy día, la prisión acoge el Museo del Mar y el resto de la isla posee agradables caminos entre pinares y hermosas playas, aisladas de todo contacto con el mundo exterior, así como de una bella vista de la isla vecina.
En cuanto a San Honorato, la segunda isla, es propiedad de los monjes (hoy cistercienses) desde que en el año 410 San Honorato de Arles desembarcara allí para construir la capilla de San Caprais. En el monasterio, los monjes viven y trabajan la viña, y cultivan sólo ocho hectáreas de tierra de donde obtienen más de 3,500 botellas de vino y gran variedad de licores. La isla posee además un fuerte en forma de torreón construido en el año 1073 por el abate Aldebert con el objetivo de proteger a la comunidad de las incursiones de los sarracenos y piratas genoveses. De hecho, esta porción de tierra fue invadida y ocupada por los españoles de 1635 a 1637. La iglesia de Lerins, data de 1875, pero absorbió en el momento de su construcción a la Capilla llamada de los Muertos, concebida en el siglo X. Una orden benedictina se instaló en dicha isla en el año 660 y se mantuvo hasta los albores de la Revolución Francesa en que el sitio fue confiscado.
Un momento capital de la estación estival de Cannes es el Festival de Fuegos Artificiales, lanzados desde el mar y en que cada año compiten diferentes países invitados a lo largo de todo el mes de agosto, rivalizando unos con otros en cuanto a calidad de pirotecnia. Los más jóvenes intentan ganar la confianza de los porteros del Baoli, la discoteca más famosa de la zona, para que los dejen entrar, después de haber tomado el aperitivo, e incluso cenado, en el restaurante Tantra, de especialidades asiáticas en versión nouvelle cuisine. Los que gustan de la cocina gourmet quedarán sorprendidos por la gran cantidad de opciones que ofrece el pueblo. La cocina italiana, japonesa, marroquí y, por supuesto, la provenzal y, en general, la francesa. Como todas las ciudades de la Riviera Francesa, Cannes también posee una trastierra en que se mezclan leyendas, sabores y olores de la antigua Provenza, lejos de toda influencia de cosmopolitismo y turismo contemporáneo. Viajar por la trastierra de Cannes es también otra opción para aquellos que crean haber agotado las posibilidades que ofrece el célebre balneario.
© 2011 El Nuevo Herald. All Rights Reserved.
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9 mai 2011
Una vieja técnica / Marruecos
1- El pueblo pide democracia y medidas liberales.
(Le peuple demande la démocratie et de mesures démocratiques).
2- El Rey finge que cederá.
(Le Roi feint de ceder).
3- Una amenaza terrorista sacude el corazón turístico del país en Marraquech.
(Une attaque terroriste ébranle le coeur turistique du pays à Marrakech).
4- El Rey decide que no es el momento de ceder y hacer cambios.
(Le Roi decide que ce n'est pas le moment de ceder et faire de changements).
Algo que ya lo hemos visto los que vivimos constantemente bajo "la amenaza imperialista" y los "autoatentados".
(Quelque chose de déjà vu par ceux qui avons vecu sous "la menace impérialiste" et les "autoagressions".
De todas formas el Rey es extremadamente rico y él le da casi lo mismo que vengan o no los turistas. A él lo que le interesa es mantener a toda costa el absolutismo.
(De toutes façon le Roi est extrêmement riche et pour c'est pareil que les touristes arrivent ou pas. Lui, tout ce qu'il veut se maintenir la monarchie absolue).
Yo lo sospeché enseguida que me enteré del atentado.
(Je l'ai su aussitôt j'ai appris l'attentat).
Leer aquí: Le Monde.
(Le peuple demande la démocratie et de mesures démocratiques).
2- El Rey finge que cederá.
(Le Roi feint de ceder).
3- Una amenaza terrorista sacude el corazón turístico del país en Marraquech.
(Une attaque terroriste ébranle le coeur turistique du pays à Marrakech).
4- El Rey decide que no es el momento de ceder y hacer cambios.
(Le Roi decide que ce n'est pas le moment de ceder et faire de changements).
Algo que ya lo hemos visto los que vivimos constantemente bajo "la amenaza imperialista" y los "autoatentados".
(Quelque chose de déjà vu par ceux qui avons vecu sous "la menace impérialiste" et les "autoagressions".
De todas formas el Rey es extremadamente rico y él le da casi lo mismo que vengan o no los turistas. A él lo que le interesa es mantener a toda costa el absolutismo.
(De toutes façon le Roi est extrêmement riche et pour c'est pareil que les touristes arrivent ou pas. Lui, tout ce qu'il veut se maintenir la monarchie absolue).
Yo lo sospeché enseguida que me enteré del atentado.
(Je l'ai su aussitôt j'ai appris l'attentat).
Leer aquí: Le Monde.
7 mai 2011
Sapore di mare
2 mai 2011
Hoy en El Nuevo Herald / Alsacia
Hoy escribo en El Nuevo Herald un reportaje sobre Estrasburgo y el valle alsaciano del Rin.
Por: William Navarrete
domingo, 01 de mayo del 2011
Una frontera natural separa a Alemania de Francia: el río Rin, importante ruta comercial desde tiempos inmemoriales y razón del auge económico y artístico de todo el territorio renano, incluso en épocas tan lejanas como el Imperio Romano y, luego, el Carolingio y el Sacro Imperio Romano Germánico.
El valle alsaciano del Rin y su capital, Estrasburgo, fueron desde siempre fuentes de conflictos bélicos. En seis ocasiones la ciudad y la región circundante estuvieron bajo la égida alemana, no sólo porque su población fuera de origen germánico sino por los intereses estratégicos y económicos generados por la región. Por ello, o justamente para poner fin a siglos de disputas francogermanas, Estrasburgo fue seleccionada desde 1949 para acoger el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa. No ha de extrañarnos entonces que, a pesar del escaso interés arquitectónico del barrio en que se localizan las instituciones europeas, los guías turísticos locales prefieran comenzar el recorrido de la ciudad por esta zona altamente simbólica.
Estrasburgo se vanagloria de poseer un barrio medieval perfectamente conservado y declarado en su integridad Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. Se trata de La Petite France, donde vivían y trabajaban los curtidores de pieles, pescadores y molineros de antaño. Sus viejas casas de viguería aparente, canales, puentes y esclusas hacen del barrio una Venecia en miniatura, y su carácter original y pintoresco que se haya convertido en la imagen exterior de la capital alsaciana.
La Petite France es un islote aledaño de esa isla mayor que es el barrio de la Catedral, donde se concentra la mayor parte de los monumentos de Estrasburgo. Quien dispone de poco tiempo se dirigirá inmediatamente a la gran Catedral, imponente tanto por su tamaño como por la extraordinaria profusión de esculturas que exhibe su fachada de piedra arenisca rosada. Su construcción comienza en 1176 DC y su fachada y única flecha demoraron siglo y medio en ser terminadas. Goethe (que vivió de joven en la ciudad) y Elías Canetti le dedicaron no pocos escritos. En su interior, el majestuoso rosetón es considerado el más ancho de toda Europa. Los 4,500 paneles de vitrales (muchos del siglo XIII) hacen que se le considere el conjunto más rico de Francia, después del de la Catedral de Chartres. El púlpito, del 1485, fue concebido en estilo gótico flamígero por el célebre predicador Geiler de Kaysersberg y el mueble que cubre el órgano, ricamente decorado con maderas policromadas, fabricado en 1385.
La gran atracción de la Catedral, pese al sinfín de esculturas y vitrales antiguos que atesora, sigue siendo el Gran Reloj Astronómico, obra maestra del Renacimiento, concebida en 1547 y aún en funcionamiento. Tratándose de un reloj animado, los visitantes se agolpan en la sala donde está para ver a cada cuarto de hora las figuras alegóricas de las “cuatro edades de la vida”. A cada hora en punto, cómo suena la figura que representa a la muerte, y al ángel dar vuelta a una clepsidra. A mediodía, se produce el gran desfile de los apóstoles frente a un Cristo que los bendice, un gallo que canta tres veces y el mismo Cristo bendiciendo al final a todos los que se hallan congregados delante de esta impresionante e ingeniosa pieza.
En una esquina de la Catedral se encuentra la Casa Kammerzell (1465) cuyos pisos superiores datan de fines del 1500. Se trata de un ejemplo coherente de arquitectura doméstica medieval alsaciana y hoy día acoge un restaurante de cocina tradicional especializado en la conocida choucroute alsaciana (plato de coles curtidas y hervidas con derivados del cerdo), pero en Kammerzell ha sido transformada por un acompañamiento de tres pescados diferentes.
Dos museos importantes se encuentran cerca de la Catedral: el de la Obra de Notre Dame, que atesora la mayor parte de las esculturas de la Catedral que fueron salvadas de los excesos de la Revolución Francesa y el de Bellas Artes, instalado en el Palacio del Cardenal Rohan-Soubise, elegante edificio de 1731 en donde residieron, tras su paso por Estrasburgo, desde María Antonieta, Luis XV y María Leszczynska, hasta Napoleón Bonaparte. En dicho palacio se encuentran el Museo de Artes Decorativas, el Arqueológico, y finalmente, el de Bellas Artes, en donde pueden ser admirados lienzos del Giotto, el Greco, Membling, Botticelli, Zurbarán, Watteau, Rubens, Van Dyck, Veronés, Goya, Chassériau, entre muchos otros maestros de la pintura mundial.
Podrá perderse el visitante en el laberinto de callejuelas del barrio de la Catedral. Lo mismo admirará la casa del sulfuroso conde Cagliostro (1747) en la calle de la Rape, que disfrutará de la animación de la plazuela del Marché-Gayot y de la plaza de Saint-Etienne, con sus numerosas terrazas de tabernas y restaurantes abarrotadas durante las noches veraniegas. Admirables son también las viejas casas de la Place du Marché aux Cochons de Lait (literalmente, del Mercado de Lechones o Cerdos Lechales) en donde enseñas, puertas, ventanas y techos se conservan desde finales del XVI.
La llamada Ciudad Alemana, fuera del casco histórico que acabamos de visitar, posee la mayor parte de los edificios imperiales prusianos, construidos tras la ocupación alemana de Alsacia en 1870. El Palacio Imperial (desde 1883 residencia del Káiser), la Universidad, el Teatro de la Opera, la Plaza de la República, son algunos de los monumentos de este período concebidos en ese estilo grandilocuente, grave y desalmado del Neoclasicismo imperial germánico.
Probablemente se desee conocer algo de los campos circundantes atravesados por el Rin, sus afluentes y cultivados de viñas que hacen del vino blanco de Alsacia el de mayor y merecida notoriedad en todo el mundo. Para ello es aconsejable la visita al pueblecillo de Obernai, cuyas murallas, torres defensivas, plazuelas y arquitectura doméstica gran homogeneidad, permanecen conservadas desde los siglos XV y XVI. El impresionante campanario (beffroi) data del siglo XIII y mide 60 metros de altura. Al lado, el Ayuntamiento es un excelente ejemplo de híbrido gótico y renacentista del siglo XVI. Obernai tiene también excelentes bodegas de vino local y una gama de restaurantes prestigiosos entre los que la Maison à la Cloche, frente al Ayuntamiento, no sólo posee hotel propio y se encuentra en céntrica posición, sino que ofrece especialidades regionales elaboradas a partir de productos artesanales.
Podrá también dirigirse el visitante al conocido Monte Santa Odile, el sitio de peregrinación por excelencia para todo alsaciano y el más importante del Este de Francia, a pocos kilómetros de Obernai y después de pasar la aldea de Ottrott. Allí, en lo alto de un promontorio rocoso, rodeado de bosques de coníferas, de arroyos y manantiales, la joven Odile fundó antes de morir en el 720 DC, una importante congregación católica y un convento. Venerada por sus obras pías y su ejemplar vida, Odile fue rápidamente santificada, cuanto más que según cuentan quienes desde el siglo IX escribieron su historia, cumplió milagros que en vida le valieron el reconocimiento de todos los habitantes de la región.
La visita de la basílica actual permite ver la cripta en donde se hallan los restos mortales de la venerada santa, la iglesia reconstruida en el XVII que conserva los confesionarios más bellos y mejor esculpidos de Alsacia, así como la terraza panorámica desde la cual se pueden contemplar buena parte del Valle del Rin, unas 30 aldeas del mismo y, a lo lejos, la flecha de la Catedral de Estrasburgo y la Selva Negra de Alemania. En esa misma terraza, las capillas de las Lágrimas y los Angeles atesoran mosaicos de inspiración bizantina, laminados en oro y de una exquisita factura que datan del siglo XIX. Los que desean recorren los alrededores del imponente promontorio rocoso pueden tomar los senderos que llevan al manantial de Santa Odile y también al misterioso y ancestral Muro Pagano, cuyo origen es uno de los grandes enigmas de la arquelogía europea.
Estrasburgo y su región, es, sin lugar a dudas, un viaje al corazón de la Europa en donde se entremezclaron los pueblos latinos del Mediterráneo, los anglogermánicos del Norte y los Esteuropeos. De esa mezcla resulta una historia fascinante que ejemplifica el caudal de tesoros artísticos de la región y el inagotable patrimonio gastronómico, así como la celebración de las tradiciones populares, únicas en el mundo. Alsacia, la más pequeña de las regiones francesas es, a su vez, una de las más originales y de las más grandes en riquezas y atractivos de todo el país.
Por: William Navarrete
domingo, 01 de mayo del 2011
Una frontera natural separa a Alemania de Francia: el río Rin, importante ruta comercial desde tiempos inmemoriales y razón del auge económico y artístico de todo el territorio renano, incluso en épocas tan lejanas como el Imperio Romano y, luego, el Carolingio y el Sacro Imperio Romano Germánico.
El valle alsaciano del Rin y su capital, Estrasburgo, fueron desde siempre fuentes de conflictos bélicos. En seis ocasiones la ciudad y la región circundante estuvieron bajo la égida alemana, no sólo porque su población fuera de origen germánico sino por los intereses estratégicos y económicos generados por la región. Por ello, o justamente para poner fin a siglos de disputas francogermanas, Estrasburgo fue seleccionada desde 1949 para acoger el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa. No ha de extrañarnos entonces que, a pesar del escaso interés arquitectónico del barrio en que se localizan las instituciones europeas, los guías turísticos locales prefieran comenzar el recorrido de la ciudad por esta zona altamente simbólica.
Estrasburgo se vanagloria de poseer un barrio medieval perfectamente conservado y declarado en su integridad Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. Se trata de La Petite France, donde vivían y trabajaban los curtidores de pieles, pescadores y molineros de antaño. Sus viejas casas de viguería aparente, canales, puentes y esclusas hacen del barrio una Venecia en miniatura, y su carácter original y pintoresco que se haya convertido en la imagen exterior de la capital alsaciana.
La Petite France es un islote aledaño de esa isla mayor que es el barrio de la Catedral, donde se concentra la mayor parte de los monumentos de Estrasburgo. Quien dispone de poco tiempo se dirigirá inmediatamente a la gran Catedral, imponente tanto por su tamaño como por la extraordinaria profusión de esculturas que exhibe su fachada de piedra arenisca rosada. Su construcción comienza en 1176 DC y su fachada y única flecha demoraron siglo y medio en ser terminadas. Goethe (que vivió de joven en la ciudad) y Elías Canetti le dedicaron no pocos escritos. En su interior, el majestuoso rosetón es considerado el más ancho de toda Europa. Los 4,500 paneles de vitrales (muchos del siglo XIII) hacen que se le considere el conjunto más rico de Francia, después del de la Catedral de Chartres. El púlpito, del 1485, fue concebido en estilo gótico flamígero por el célebre predicador Geiler de Kaysersberg y el mueble que cubre el órgano, ricamente decorado con maderas policromadas, fabricado en 1385.
La gran atracción de la Catedral, pese al sinfín de esculturas y vitrales antiguos que atesora, sigue siendo el Gran Reloj Astronómico, obra maestra del Renacimiento, concebida en 1547 y aún en funcionamiento. Tratándose de un reloj animado, los visitantes se agolpan en la sala donde está para ver a cada cuarto de hora las figuras alegóricas de las “cuatro edades de la vida”. A cada hora en punto, cómo suena la figura que representa a la muerte, y al ángel dar vuelta a una clepsidra. A mediodía, se produce el gran desfile de los apóstoles frente a un Cristo que los bendice, un gallo que canta tres veces y el mismo Cristo bendiciendo al final a todos los que se hallan congregados delante de esta impresionante e ingeniosa pieza.
En una esquina de la Catedral se encuentra la Casa Kammerzell (1465) cuyos pisos superiores datan de fines del 1500. Se trata de un ejemplo coherente de arquitectura doméstica medieval alsaciana y hoy día acoge un restaurante de cocina tradicional especializado en la conocida choucroute alsaciana (plato de coles curtidas y hervidas con derivados del cerdo), pero en Kammerzell ha sido transformada por un acompañamiento de tres pescados diferentes.
Dos museos importantes se encuentran cerca de la Catedral: el de la Obra de Notre Dame, que atesora la mayor parte de las esculturas de la Catedral que fueron salvadas de los excesos de la Revolución Francesa y el de Bellas Artes, instalado en el Palacio del Cardenal Rohan-Soubise, elegante edificio de 1731 en donde residieron, tras su paso por Estrasburgo, desde María Antonieta, Luis XV y María Leszczynska, hasta Napoleón Bonaparte. En dicho palacio se encuentran el Museo de Artes Decorativas, el Arqueológico, y finalmente, el de Bellas Artes, en donde pueden ser admirados lienzos del Giotto, el Greco, Membling, Botticelli, Zurbarán, Watteau, Rubens, Van Dyck, Veronés, Goya, Chassériau, entre muchos otros maestros de la pintura mundial.
Podrá perderse el visitante en el laberinto de callejuelas del barrio de la Catedral. Lo mismo admirará la casa del sulfuroso conde Cagliostro (1747) en la calle de la Rape, que disfrutará de la animación de la plazuela del Marché-Gayot y de la plaza de Saint-Etienne, con sus numerosas terrazas de tabernas y restaurantes abarrotadas durante las noches veraniegas. Admirables son también las viejas casas de la Place du Marché aux Cochons de Lait (literalmente, del Mercado de Lechones o Cerdos Lechales) en donde enseñas, puertas, ventanas y techos se conservan desde finales del XVI.
La llamada Ciudad Alemana, fuera del casco histórico que acabamos de visitar, posee la mayor parte de los edificios imperiales prusianos, construidos tras la ocupación alemana de Alsacia en 1870. El Palacio Imperial (desde 1883 residencia del Káiser), la Universidad, el Teatro de la Opera, la Plaza de la República, son algunos de los monumentos de este período concebidos en ese estilo grandilocuente, grave y desalmado del Neoclasicismo imperial germánico.
Probablemente se desee conocer algo de los campos circundantes atravesados por el Rin, sus afluentes y cultivados de viñas que hacen del vino blanco de Alsacia el de mayor y merecida notoriedad en todo el mundo. Para ello es aconsejable la visita al pueblecillo de Obernai, cuyas murallas, torres defensivas, plazuelas y arquitectura doméstica gran homogeneidad, permanecen conservadas desde los siglos XV y XVI. El impresionante campanario (beffroi) data del siglo XIII y mide 60 metros de altura. Al lado, el Ayuntamiento es un excelente ejemplo de híbrido gótico y renacentista del siglo XVI. Obernai tiene también excelentes bodegas de vino local y una gama de restaurantes prestigiosos entre los que la Maison à la Cloche, frente al Ayuntamiento, no sólo posee hotel propio y se encuentra en céntrica posición, sino que ofrece especialidades regionales elaboradas a partir de productos artesanales.
Podrá también dirigirse el visitante al conocido Monte Santa Odile, el sitio de peregrinación por excelencia para todo alsaciano y el más importante del Este de Francia, a pocos kilómetros de Obernai y después de pasar la aldea de Ottrott. Allí, en lo alto de un promontorio rocoso, rodeado de bosques de coníferas, de arroyos y manantiales, la joven Odile fundó antes de morir en el 720 DC, una importante congregación católica y un convento. Venerada por sus obras pías y su ejemplar vida, Odile fue rápidamente santificada, cuanto más que según cuentan quienes desde el siglo IX escribieron su historia, cumplió milagros que en vida le valieron el reconocimiento de todos los habitantes de la región.
La visita de la basílica actual permite ver la cripta en donde se hallan los restos mortales de la venerada santa, la iglesia reconstruida en el XVII que conserva los confesionarios más bellos y mejor esculpidos de Alsacia, así como la terraza panorámica desde la cual se pueden contemplar buena parte del Valle del Rin, unas 30 aldeas del mismo y, a lo lejos, la flecha de la Catedral de Estrasburgo y la Selva Negra de Alemania. En esa misma terraza, las capillas de las Lágrimas y los Angeles atesoran mosaicos de inspiración bizantina, laminados en oro y de una exquisita factura que datan del siglo XIX. Los que desean recorren los alrededores del imponente promontorio rocoso pueden tomar los senderos que llevan al manantial de Santa Odile y también al misterioso y ancestral Muro Pagano, cuyo origen es uno de los grandes enigmas de la arquelogía europea.
Estrasburgo y su región, es, sin lugar a dudas, un viaje al corazón de la Europa en donde se entremezclaron los pueblos latinos del Mediterráneo, los anglogermánicos del Norte y los Esteuropeos. De esa mezcla resulta una historia fascinante que ejemplifica el caudal de tesoros artísticos de la región y el inagotable patrimonio gastronómico, así como la celebración de las tradiciones populares, únicas en el mundo. Alsacia, la más pequeña de las regiones francesas es, a su vez, una de las más originales y de las más grandes en riquezas y atractivos de todo el país.
29 avr. 2011
Jemmaa el-Fná
Lo bueno de ir cogiendo años es que uno va agotando temas. No vale la pena repetirse. Es bueno no tener que hacerlo porque no hay derecho a cansar y es signo de vetustez darle siempre a la misma matraca. Lo dicho, si hay buen lector, entendido queda y dicho está. Y si no, a otra cosa mariposa, que no somos de la misma esencia:
El gran halka / Marraquech.
El gran halka / Marraquech.
26 avr. 2011
Presentación en FIU (Miami)

Aquí dejo el enlace con la filmación de la presentación del libro de ensayos coordinado por Grace Piney y James Pancrazio Cuba: Arte y Literatura en Exilio (Legua Editorial), a cargo de Uva de Aragón, Madeline Cámara, Carlos Alberto Montaner y los autores, en la FIU:
Cuba: Arte y Literatura en Exilio
Autores compilados:
Los autores de ensayos compilados en el libro son:
Aurora Alcaide Ramírez
Yanira Angulo-Cano
Jesús J. Barquet
Lourdes Betanzos
Beatriz Calvo Peña
Madeline Cámara
Carlos José Cano
Leticia Fidalgo González
Mariela Gutiérrez
Narciso J. Hidalgo
Ellen Leeder
Ángeles Mateo del Pino
William Navarrete
Stéphanie Panichelli-Batalla
Milena Rodríguez Gutiérrez
Belén Rodríguez Mourelo
Raquel Romeu
Rafael E. Saumell
Kevin Sedeño Guillén
Daria Sinitsyna
Pío E. Serrano
Octavio de la Suarée
Mirta Suquet Martínez
Gladys Varona-Lacey.
25 avr. 2011
Rosenthal, Raffy, Boniface y Cano ............ C dans l'air / France 5
Una emisión reciente de C dans l'air, en el Canal France 5 bajo el titulo de Castro: il était une fois la révolution, con un panel integrado por los escritores y / o periodistas Bertrand Rosenthal, Joel Cano, Pascal Boniface y Serge Raffy:
Pulsar: France 5 / C dans l'air
Pulsar: France 5 / C dans l'air
24 avr. 2011
Hoy en El Nuevo Herald

Hoy escribo en El Nuevo Herald sobre la antologia de 155 poetas cubanos del exilio compilada y prologada por la escritora santiaguera establecida en México Odette Alonso:
Una antología de 155 poetas cubanos
Por William Navarrete
Artes y Letras, domingo 24 de abril del 2011
Bajo el cuidado de la escritora cubana Odette Alonso (Santiago de Cuba, 1964), establecida en Ciudad de México, la editorial Aduana Vieja, publica la antología de 155 poetas cubanos contemporáneos en exilio titulada Antología de la poesía cubana del exilio (Editorial Aduana Vieja, Valencia, 2011).
Si nos detenemos en la cantidad de autores compilados, se trata de la obra más abarcadora, al menos en el ámbito de la poesía escrita por autores de la Isla. Uno de los aspectos que primero llama la atención es la diversidad de países en donde viven -y en consecuencia, desde donde escriben- estos poetas. Desde diferentes ciudades, de costa a costa, de los Estados Unidos (en donde se halla establecida la mayor cantidad de exponentes), pasando por Canadá, República Dominicana, México, Costa Rica, Colombia, Brasil, Ecuador, Chile y Argentina, para las Américas, hasta España, Francia, Bélgica, Austria, Portugal, Gran Bretaña, Arabia Saudí y Sudáfrica, con respecto al otro lado del Atlántico, los poetas compilados diseñan, involuntariamente, un mapamundi heterogéneo, tanto por sus sitios de residencias, como por las influencias foráneas adoptadas en la manera de expresarse en versos.
Cuenta la compiladora de este valioso libro que el origen del proyecto data de 1998 cuando un amigo (El Barry Martínez), a quien debe su llegada a México, le propuso preparar esta antología, para publicarla en la editorial (luego fallida) que deseaba fundar entonces. Esos inicios corresponden con los primeros pasos de la autora en materia de la Internet y nos revela, en su blog titulado El parque del ajedrez, cómo, inicialmente, recurrió a una cadena de amigos a lo largo y ancho del orbe, dado que la red electrónica en aquel entonces no era lo suficientemente extensiva (e invasiva, añado) como resulta ser en nuestros días. Aquel sueño inicial no prosperó y, cuenta la autora, que fue años más tarde cuando, siguiendo el consejo del escritor Amir Valle, decidió centrar la compilación en el tema de los poetas cubanos del exilio.
Como muy bien apunta Alonso en su prólogo, el camino ha sido largo y no exento de escollos. Encontrar editor para tan descomunal proyecto vino acompañado de no pocas decepciones, gestiones infructuosas y años de sobresaltos y espera. El resultado lo podemos disfrutar hoy en un libro muy cuidado que exhibe una hermosa portada, obra de la artista, también poeta, residente en el puerto francés El Havre, en Normandía, Margarita García Alonso. Tal vez más de 10 años de espera han servido para que Odette Alonso descubriera nuevos poetas en el extenso y variopinto mapa del duradero exilio cubano. No obstante, reconoce que a medida que pasaba el tiempo se daba cuenta de que no cesaban de incorporarse nuevos poetas (o sea, nuevos exiliados) a la legión de antologados. Esta circunstancia le hizo comprender que el objetivo de una obra como ésta no sería nunca el de agotar el tema, sino más bien sentar las bases para que otros trabajos similares completen o enriquezcan la visión ofrecida por obras precedentes.
Desafortunadamente, tres de los poetas antologados no han sobrevivido (al menos físicamente) para ver este libro impreso. Son ellos: la pinareña Martha Padilla (fallecida en el 2004, en Miami); Osvaldo Navarro (en 2008, en Ciudad de México) y la camagüeyana, Gladys Zaldívar (en Miami, en el 2008).
“Cuba siempre ha sido un país de desterrados”, apunta la autora en el prólogo de esta obra. Desde aquellos poetas situados en lo que llama el triángulo fundacional de la poesía en exilio (Gertrudis Gómez de Avellaneda, José María Heredia y José Martí), pasando por otros exiliados del período colonial español, los consecutivos exilios en diferentes momentos de la República (el ‘machadato’ y el ‘batistato’), hasta las numerosas oleadas migratorias de las últimas cinco décadas de totalitarismo castrista, la literatura cubana, y en este caso la poesía, se ha desarrollado en gran medida fuera del territorio insular y en condiciones de destierro.
Es cierto que intentos de antologar poetas cubanos ha habido muchos. Por otra parte, es también evidente que al repasar la lista de poetas cubanos vivos notamos ciertas ausencias. La autora nos dice en su prólogo que algunos de estos ausentes se negaron a participar en el proyecto, como sucede casi siempre en este tipo de obra. Sin embargo, la nutrida lista de participantes permite, incluso a los más enterados en el ámbito de la poesía, descubrir a autores que hasta ahora desconocíamos. Una breve nota biográfica relacionada en casi todos los casos con la actividad poética de cada antologado precede al poema que, entre varios previamente leídos para cada caso, ha seleccionado la editora del libro.
Para muchos de estos poetas la isla se encuentra siempre en el horizonte de su creación. De alguna manera, aun cuando intentan evocar otras vivencias y otros horizontes, Cuba aparece, en ocasiones más o menos velada, ya sea en la atmósfera, en un simple nombre u objeto, en los sentimientos o en un esquivo verso. Este criterio es, a la vez que el de noción de exilio, lo que completa y da unidad a la obra. Loable esfuerzo el de la autora en ofrecer este catálogo en un ámbito en que no todos tienen la posibilidad de publicar sus versos y en un contexto en que sus gestores viven en una geografía demasiado extensa, a la vez que de difusas fronteras.
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22 avr. 2011
Pauses gourmets à la Rue du Bac - París
Una tarde en la rue du Bac, a partir del Bon Marché y hasta el Sena. Una calle de ilustres huéspedes en todas las épocas y de refinadas tiendas. Dos pausas gourmets se imponen. Son comercios nuevos (menos de 30 años) pero han logrado imponerse en el catálogo de esas cosas exquisitas de París. Las personas a dieta abstenerse de traspasar sus umbrales. Las tentaciones son peores que la de San Antonio:
L'embarras du choix
Un eclair de chocolate o uno de café fuerte?
La tarta de mango.
Chapon no es un chocolatero antiguo: apenas 30 y algo años. Sus envoltorios retro y la calidad de sus productos lo han convertido poco a poco en referencia. Siempre buscando sabores nuevos y con un pied à terre en la rue du Bac. Tal vez la mejor prueba de los insospechados productos que fabrica es el mousse de cacao de Cuba que se ve en la tercera imagen:


Chapon no es un chocolatero antiguo: apenas 30 y algo años. Sus envoltorios retro y la calidad de sus productos lo han convertido poco a poco en referencia. Siempre buscando sabores nuevos y con un pied à terre en la rue du Bac. Tal vez la mejor prueba de los insospechados productos que fabrica es el mousse de cacao de Cuba que se ve en la tercera imagen:
21 avr. 2011
Prieuré de Sainte-Gauburge / Perche
La primera mención escrita de este Prieuré (Oratorio) data del año 1006 dC. La capilla, los edificios del prior, los huertos, granjas y el Ecomuseo del Perche son muy interesantes. Aconsejo ir con tiempo porque la visita no es guiada pero sí acompañada. El sitio es inolvidable y la primavera resplandeciente:


19 avr. 2011
L'Abbaye de la Trappe (Soligny en Perche)
Cisterciense desde sus remotos origenes (en 1140), los bernardinos, después de décadas de revoluciones, exilios y persecusiones han restablecido el orden celestial en este paraje ideal para retiros espirituales. En 1664, Armand Jean Le Bouthillier de Rancé emprende una reforma de la vida monástica y da origen a la modalidad de cistercienses-trapistas, aun en vigor:
Allée de platanes conduisant à l'abbaye de la Trappe, au Perche, Dimanche de Ramaux.
L'Abbaye de la Trappe, entrée, Perche.
Manzanares en flor a través de las verjas de la Abadía de la Trappe.
Abbaye de la Trappe, au Perche.
Acceso reservado a los monjes.
Misa de Domingo de Ramos cantada por los bernardinos de la Abadía de la Trappe, Perche.
18 avr. 2011
El manoir de Courboyer, en el Perche
Por el sábado y domingo de Ramos nada mejor que un fin de semana de espiritualidad con los bernardinos trappistas de la Abadía de la Trappe, en el Perche, región situada al norte del País del Loira y al Sur del Auge normando. Lo más significativo (para los franceses, pues para los extranjeros sería todo lo demás), de esta región, son los célebres caballos percherones, que los hay de varios tipos, pero no pienso dar un cursillo al respecto, aunque diré que mi preferido es el diligencier. Las fincas amuralladas son de una gran belleza. Se trata de simples casas campesinas que aquí son de piedra formando paredes macizas como murallas y hasta torreones almenados. Los manoirs (cuya mejor traducción sería "casa solariega" en español castizo y no habanaviejero) son de gran belleza. Aquí dejo las fotos (algunas) del Manoir de Courboyer, del siglo XV, con estanque y todo. No da servicio de hotelería, pero en la parte de la granja y antiguos establos hay un restaurante estupendo:




Mas allá del agua y las espigas.
17 avr. 2011
La hora de los mameyes - Redland (Florida)
La hora de los mameyes es en junio y aunque parecen listos para ser cosechados no habrá modo que se maduren si los coges en abril. Cientos de matas de mameyes con miles y miles de frutos en la finca de la prima Carmen en los Redland. Todo un frutal y un zoo también. De noche casi se pueden tocar las estrellas en aquella boca de lobo. A hora y media de camino de Miami Beach y en polos opuestos. Otro de mis gratos momentos en el pasado viaje a Miami:
Nísperos
Mameyes
Chirimoyas

Con Lupe recorriendo el mameyal.
14 avr. 2011
Arte y Literatura en el Exilio (en Miami)
Aquí la invitación y la portada del libro de ensayos Cuba: Arte y Literatura en el Exilio, compilado por Grace Piney y James J. Pancrazio y recién publicado, en Madrid, por Legua Editorial.
Lugar: FIU (Miami)
Cuándo: 25 de abril de 2011, a las 19h 30.
La presentación correrá a cargo de: Uva de Aragón, Madeline Cámara, Carlos Alberto Montaner y la editora Grace Piney.
La portada es del pintor cubano Waldo Díaz-Balart.
Los autores de ensayos compilados en el libro son:
Aurora Alcaide Ramírez
Yanira Angulo-Cano
Jesús J. Barquet
Lourdes Betanzos
Beatriz Calvo Peña
Madeline Cámara
Carlos José Cano
Leticia Fidalgo González
Mariela Gutiérrez
Narciso J. Hidalgo
Ellen Leeder
Ángeles Mateo del Pino
William Navarrete
Stéphanie Panichelli-Batalla
Milena Rodríguez Gutiérrez
Belén Rodríguez Mourelo
Raquel Romeu
Rafael E. Saumell
Kevin Sedeño Guillén
Daria Sinitsyna
Pío E. Serrano
Octavio de la Suarée
Mirta Suquet Martínez
Gladys Varona-Lacey
La selección se enfoca en seis temas fundamentales: la vida y obra del escritor Manuel Díaz Martínez, ideología y cultura, expresión afrocubana, teatro y cine, creación y exilio y la actualidad artística y comunicativa. El tema de mi ensayo en ese libro es Las artes plásticas cubanas en el exilio.
"Cuba: Arte y Literatura en exilio", portada de Waldo Díaz-Balart.
Lugar: FIU (Miami)
Cuándo: 25 de abril de 2011, a las 19h 30.
La presentación correrá a cargo de: Uva de Aragón, Madeline Cámara, Carlos Alberto Montaner y la editora Grace Piney.
La portada es del pintor cubano Waldo Díaz-Balart.
Los autores de ensayos compilados en el libro son:
Aurora Alcaide Ramírez
Yanira Angulo-Cano
Jesús J. Barquet
Lourdes Betanzos
Beatriz Calvo Peña
Madeline Cámara
Carlos José Cano
Leticia Fidalgo González
Mariela Gutiérrez
Narciso J. Hidalgo
Ellen Leeder
Ángeles Mateo del Pino
William Navarrete
Stéphanie Panichelli-Batalla
Milena Rodríguez Gutiérrez
Belén Rodríguez Mourelo
Raquel Romeu
Rafael E. Saumell
Kevin Sedeño Guillén
Daria Sinitsyna
Pío E. Serrano
Octavio de la Suarée
Mirta Suquet Martínez
Gladys Varona-Lacey
La selección se enfoca en seis temas fundamentales: la vida y obra del escritor Manuel Díaz Martínez, ideología y cultura, expresión afrocubana, teatro y cine, creación y exilio y la actualidad artística y comunicativa. El tema de mi ensayo en ese libro es Las artes plásticas cubanas en el exilio.

El bacalao del Old Lisbon - Miami
Fue un almuerzo de esos que comienzan a la 1 pm y terminan a las 6. Un almuerzo entre primos holguineros (los Torrent-Negreira) que viven en Miami desde 1959 y con Monseñor Héctor Luis Peña (el primero a la derecha), quien fue el primer Obispo de Holguín, cuando se declaró Diócesis a la ciudad y región oriental correspondiente, en 1979. De él había oido hablar por el amigo y escritor Alberto Lauro, monaguillo de San Isidoro en aquellos tiempos. El Old Lisbon, viejo restaurante portugués de Coral Way, fue una de las etapas novedosas e inolvidables de mi reciente viaje a Miami. Altamente recomendado: el bacalao con nata. Una delicia. Un consejo: compártalo con otra persona porque sirven tanto que al llegar a la mitad ya no puede probar un solo bocado más y es ahí que empieza a empalagar. En cambio, las croquetas de ese mismo pescado son todo lo contrario: altamente insípidas, un auténtico pegote en el cielo de la boca. Así que a menos que cambien y empiecen a echarles, aunque sea, un poco de sal, las desaconsejo.
María Elena, Manny, Marta, Celia, Carmen, Carmencita, Jose, Diana, Monseñor Peña y yo, Old Lisbon, Miami.
11 avr. 2011
La noche de los asesinos, de José Triana (en París)

A partir del miércoles 13 de abril hasta el domingo 24, oportunidad única de ver ese clásico del teatro cubano de todos los tiempos que es La noche de los asesinos de José Triana.
Dónde: Théâtre de l’Opprimé
78-80 rue du Charolais, 75012 Paris
Hora: 20h 30 (los domingos a las 17h 00)
Si desea reservar: 01 55 28 00 87 ou au 01 43 40 44 44
En presencia del autor y del director de la pieza el día de la première.
Puesta: Victor QUEZADA-PEREZ
Autor: José TRIANA
Traducción del español: Carlos Semprun
Elenco: Amandine BARBOTTE, Matila MALLIARAKIS du JTN y Tatiana SPIVAKOVA
Asistente: Blaise POUJADE
Colaboradora artística: Charlotte Pradeilles
Difusión y producción: Julie Chanut
Comunicación: Sarah Defaye
Prensa: Séverine Cortines
Crónica de la presentación de La gema de Cubagua
Una crónica de Félix J. Hernández en Cuba Nuestra (Suecia) sobre la presentación de mi novela en la librería Salón del Libro:
Pulsar enlace: Cuba Nuestra / Félix J. Hernández / Gema Cubagua.
Pulsar enlace: Cuba Nuestra / Félix J. Hernández / Gema Cubagua.
9 avr. 2011
Presentación de La gema de Cubagua en París
Presentación de mi novela La gema de Cubagua en la Librería Salón del Libro (21, rue des Fossés Saint-Jacques), a pocos metros del Panthéon, en el Quartier Latin de París. Un barrio que me hace viajar a mis años de estudiante, en el Instituto de Estudios Ibéricos, de La Sorbonne-Paris IV, rue Gay-Lussac, a apenas dos cuadras de allí. Agradecer quiero a Alexander de Nuñez (por la acogida en su agradable librería), a Agathe Cothereau (directora de la colección de mi editorial en Francia), a Jorge Forbes (por haber sido excelente animador), a Jorge Masetti y su equipo (por filmar el evento) y a Adonis Liranza (por estas fotos). Por supuesto, muchas gracias también a todos quienes estuvieron presentes, a escritores, periodistas, amigos y lectores. Fue una tarde soleada y para mí de plena satisfacción:


Eyda Machin, José Antonio Nogueira y Geneviève Texier.
Ileana de la Guardia, Alexander de Nuñez y Félix J. Hernandez.
Con dos gigantes de las letras cubanas: José Triana y Nivaria Tejera.
Félix, Martha Hernandez y Carlos Casanova.





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