10 août 2009

Masca - Tenerife

En otros tiempos Masca, como un nido de águilas, era un refugio de piratas. Colgado a 750 metros sobre el nivel del mar, el acceso al caserío se realizaba desde la cala o bahía de Masca subiendo el tortuoso barranco entre riachuelos y rocas. Hoy día una carretera, estrecha y con curvas tan cerradas que hay que dar marcha atrás (al borde de profundos abismos) para poder virar, recorre desde El Palmar hasta Santiago del Teide uno de los paisajes más espectaculares a orillas del Atlántico. En Masca, la iglesilla del siglo XVIII está consagrada a la Inmaculada Concepción y algunos palmares recuerdan que en verano el termómetro asciende fácilmente a 40 grados. La mejor vista del barranco en su totalidad se obtiene desde el Mirador de Cherfe. La bajada al mar dura tres horas y sólo se puede hacer a pie.








9 août 2009

Granadilla de Abona - Tenerife

En Granadilla se congela uno de frío en invierno y se asfixia en verano. El pueblo tiene hermosas casas del siglo XVII y XVIII. Los vecinos cultivan vides en sus huertos y muchos fabrican su propio vino. Converso con el historiador oficial, Emiliano Guillén Rodríguez, quien me ofrece y dedica su último libro. Emiliano conoce muy bien la historia de esta comarca y ha descubierto cosas olvidadas en los archivos canarios.









El molino de gofio de Granadilla

Interior de la fábrica de gofio de Granadilla

El historiador Emiliano Guillén Rodríguez me ofrece su libro sobre el período republicano en Granadilla

8 août 2009

Garachico - Tenerife

A Garachico se le vino el volcán Negro encima en 1706. En aquel entonces dejó de ser el puerto más importante de la isla y sólo se salvó de la lava el Castillo (castillejo en realidad) de San Miguel. Luego reconstruyeron lo que pudieron y hoy día es un agradable pueblo con dimensión humana e ilustres palacetes como el de los Condes de La Gomera y el del Marqués de Quinta Roja. La Plaza de Arriba exhibe además de los mencionados palacetes, la Iglesia Santa Ana, el Convento San Francisco y una hermosa glorieta bajo frondosos árboles. La lava incandescente al entrar en contacto con el mar formó pocetas naturales donde la gente va a darse un chapuzón.

Nota: Víctor Hernández Martín, me escribe desde Garachico para aclararme que no sólo quedó en pie el Castillo San Miguel, después de la erupción, sino también la Ermita de los Reyes y la Parroquia San Pedro. Gracias.









6 août 2009

La cueva de Cho Pancho - Tenerife

Teresa es castellana pero lleva tanto tiempo por aquí abajo que ya se confunde con isleña. El caso es que es la dueña de La Corrala, un patio andaluz en donde se come de maravilla. Dos veces al año (a veces más) suele agasajar a sus clientes más fieles y entonces los invita a las alturas, a la cueva de Cho Pancho, para una comelata de las de verdad. Mata cochinos, cabras y corderos y los escarrancha sobre parrillas. Corre la bebida, abundan unos dulces que parecen árabes pero son de aquí y desfilan los músicos. Muchos de ellos con instrumentos típicos de aquí como el que se ve en una de las fotos que se llama sambomba. Todo esto empieza a las tres de la tarde y dura hasta la madrugada. A veces tiene uno que salir a coger aire y ponerse a caminar por los barrancos. Entonces es que descubro la vegetación de esta tierra árida y misteriosa. Cho Pancho no sale en mapa alguno pero curiosamente por aquí todo el mundo sabe donde está. Hay que pasar El Frontón, camino de Vilaflor y mucho antes de llegar a este ilustre y antiguo pueblo internarse en un pinar y al final del mismo enfilar hacia un barranco al borde del cual se halla la cueva. No pensaba escribir ningún post durante estas vacaciones de verano pero, además de que hoy me sobra el tiempo, quise agradecer a todos los que hicieron posible esa tarde intensa.





26 juil. 2009

Lumbres veladas del Sur, William Navarrete / 
© Diario Las Américas - Luis de la Paz, 25 de julio 2009



El escritor Luis de la Paz reseña mi poemario "Lumbres veladas del Sur" en el Diario Las Américas (Miami).

Enlace directo: Lumbres veladas del Sur / Diario Las Américas.

La Revista del Diario
Publicado en Diario Las Américas
24 de julio de 2009

Lumbres veladas del sur
Por Luis de la Paz

William Navarrete es además de ensayista, editor, crítico de arte y poeta, un trotamundo. Basta darse una vuelta por su blog, Cuba al Pairo, para leer sus comentarios sobre los sitios que visita y ver las imágenes, generalmente exquisitas y seductoras, de esos deliciosos lugares que transita, con curiosidad de arqueólogo y visión intelectual. Como escritor, en ocasiones, esas experiencias se transforman en literatura, en poesía, como en Lumbres veladas del sur (Aduana Vieja Editorial, Valencia, España, 2008), en la colección Atril, de formato grande, espacioso, con mucho blanco, lo que le imprime al libro un encantador aspecto.

Lumbres veladas del sur, acoge las sensaciones, descubrimientos, curiosas contradicciones y choques culturales, que experimentó el poeta durante un viaje al sur de Marruecos. Quienes conozcan la cultura árabe disfrutarán mucho más el libro, pues se les harán más claras las referencias de Navarrete, que lo mismo canta a los Atlas, como lo hace en el poema Canto al pie de los Atlas, donde expresa: “Yo busco, paciente al pie de tantos muros,/ que sus miradas prisioneras/ y la mía de humilde ignorante de los Libros/ apacigüen el fuego de los dogmas,/ se eleven por encima de los Atlas/ para fundir, con el brillo lejano de otros tiempos,/ las nieves que silencian nuestros cantos”, que se refiere al hammam, donde además de limpiar el cuerpo, se busca cura y se busca relajamiento: “No veo más que cuerpos desangrados/ que compran la ilusión de los remedios/ y manos que se agitan sin descanso,/ como mariposas rendidas ante el viento/ entregándose a una danza de piruetas,/ simulacro de tacto, inútil cura,/ cómplice sereno del silencio,/ minuto pasajero entre mi cuerpo y yo”.

El autor recorre las estrechas y enigmáticas callejuelas, se mezcla con la gente en los bazares, recorre palmo a palmo la plaza de Jemaa-El-Fná, visita los misteriosos sitios que componen los jardines de La Menara: “Al llegar al jardín, amante de una noche,/ desliza los cerrojos de la verja/ que protegen la pureza de tu cuerpo”, dice el poeta con sugerente inquietud.

Uno de los mejores poemas, Cabalgata de ausentes, comienza con estos versos: “Tampoco yo,/ el hombre despojado que se pierde/ en las callejas secretas de la Casbah/ donde el bullicio de los mercaderes/ de estolas, serpentinas de colores y pócimas,/ acalla el dolor de los ausentes”. Navarrete, descorre el extraño mundo que visita: “A estas calles donde sólo reinan los maullidos/ y el espectro de una corona lejana/ le han clavado muy hondo/ la tristeza de todas las mujeres,/ túnicas al viento, vaciadas de amor”.

Son poemas que sobrecogen, hacen reflexionar sobre una forma de vivir y de ver la vida extraña a occidente, pero no por ello menos exótica. Los poemas del Lumbres veladas del sur, están poblados de historias, de personajes célebres, de leyendas, temores y tradiciones ancestrales. El poeta alude a ellas, cuando se refiere a Essaouira, considerada por algunos como una de las más salvajes e inexploradas ciudades del país, o cuando alude a sultanes, a espectáculos callejeros, a la cotidianeidad: “Esta ciudad de piedras encantadas/ gime de noche y apenas se descubre”, añadiendo: “A esta ciudad/ no le saldrán nunca las alas/ porque es fantasma errante/ que llora en silencio sobre el mar”.

Lumbres veladas del sur es un libro hermoso donde las palabras cantan olores, sensaciones lejanas.

20 juil. 2009

Bonnes vacances !

Este blog se va a tomar las primeras vacaciones en casi dos años. Parto y cuando regrese, si tengo imágenes agradables, las pondré. ¡Ojalá haya buen tiempo para todos, los que estén de vacaciones y los que no lo estén!

19 juil. 2009

Chipre - El Nuevo Herald

Bandera de la Republica Griega de Chipre.

Hoy escribo en El Nuevo Herald sobre Chipre, tema de mis pasadas vacaciones de primavera. Todas las fotos utilizadas por el diario fueron tomadas por mi durante el mismo. Para fotos y enlace directo hacer click en:
Chipre / El Nuevo Herald / William Navarrete.

El reportaje completo copiado a continuacion:

Chipre, encrucijada entre Oriente y Occidente
By William Navarrete
PASAPORTE
El Nuevo Herald
Publicado el sábado, 18 de julio de 2009

Isla de especificidades, isla multicultural, Chipre, en la frontera histórica del Occidente cristiano y del Oriente musulmán, ofrece a lo largo de su superficie relativamente modesta (es la tercera isla del Mediterráneo en extensión) una amplia gama de atractivos históricos y culturales, diversidad de clima y un patrimonio culinario significativo.

Originalmente griega (antes de nuestra era), provincia romana, colonia bizantina, franca, veneciana, otomana e inglesa, durante los últimos 20 siglos, Chipre es hoy (y desde 1974) una isla dividida: al sur, la República Griega Chipriota (independiente, ortodoxa, miembro de la Unión Europea); al norte, la República Turca de Chipre del Norte (37 por ciento del territorio ocupado por los turcos, musulmana, no reconocida por país alguno excepto por la propia Turquía). Entre ambas, un espacio neutral conocido como Franja Verde, controlado por las tropas de Naciones Unidas; y por si fuera poco dos bases militares inglesas (Akrotiri y Dhekelia) cuyo territorio incluyen algunas aldeas chipriotas y sitios arqueológicos accesibles.

El visitante puede comenzar su viaje remontándose a los orígenes de la civilización chipriota. Para ello, en la parte sur, el sitio arquelógico de Chirokitia (declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO) nos muestra cómo vivían los hombres hacia el 5300 aC. No lejos de allí la pintoresca aldea montañesa de Lefkara atesora desde hace siglos el savoir-faire de sus mujeres en materia de encajes (el llamado lefkaritika), del que cuentan, impresionó tanto a Leonardo da Vinci, que el célebre artista encargó para la mesa del altar de la catedral de Milán un mantel bordado por las tejedoras de este pueblo.

En general, los turistas llegan al aeropuerto de Larnaca, ciudad que muchos consideran de poco interés y sólo se quedan en ella el tiempo necesario para continuar el viaje hacia otras regiones. Sin embargo, Larnaca posee el paseo marítimo más agradable de Chipre en el que algunos hoteles como Les Palmiers ofrecen vista al mar y la apacible y agradable atmósfera de un pueblo mediterráneo que vive al ritmo de las horas y en el que el tiempo avanza lentamente sin que importe mucho lo que sucede fuera. Larnaca posee un sitio arqueológico griego (Kition), patria del filósofo escéptico Zenón. También, una bellísima iglesia ortodoxa (Ayios Lazaros), ordenada por el emperador de Bizancio León VI cuando, en el año 890, se descubrió allí la sepultura de San Lázaro (Lázaro de Betania), primer obispo de la antigua Kition, cuyo sarcófago puede verse en la cripta del templo.

Larnaca cuenta con una estupenda colección de cartografía y piezas greco-chipriotas, atesoradas en la residencia de la familia Piérides, mecenas y filántropos locales desde el siglo XIX. En el antiguo barrio turco se alza la Gran Mezquita Buyuk Kebir (algo abandonada desde que la población musulmana tuvo que refugiarse en la parte norte ocupada) y, frente a ésta, el Fuerte Franco, construido en el 1300 por los caballeros franceses y reconstruido en 1625 por los turcos. La ciudad posee además uno de los restaurantes más auténticos de la isla: el Psarolimano (al final de la calle marítima Piale Pasa) en que los productos del mar pueden consumirse frescos y mediante el sistema oriental del mezze (sucesión de porciones) hasta sumar más de 15 tipos de mariscos y pescados, con acompañamientos, por sólo $20.

Es a partir de Larnaca que los visitantes se dirigen al oeste (para visitar monumentos y lugares típicos), al norte (rumbo a la capital o a la región montañosa del Troddos) o al este (zona de Agia Napa, verdadero polo de turismo escandinavo, saturado de discotecas y pubs, sin más atractivo que sus playas).

Al este, el sitio arqueológico de Kourion conserva importantes construcciones romanas y casas de patricios en las que perduran mosaicos de una gran belleza. El sitio ofrece una de las vistas más hermosas de la isla desde lo alto de un acantilado hacia los huertos, la playa y el mar. No lejos de ahí y formando parte del mismo complejo arqueológico, el Templo de Apolo, data del período de los reinos de Augusto y Trajano. A pocos kilómetros, el castillo de Kolossi fue construido por los caballeros de la Orden Hospitalaria de Rodas y Jerusalén (antes de su definitiva instalación en la isla de Malta).

En el extremo occidental de la isla, Pafos se compone de una ciudad alta (Ktima Pafos), más antigua y solamente habitada por chipriotas, y una ciudad a orillas del mar (Kato Pafos), turística, que es la mejor opción para alojarse por hallarse en ella uno de los sitios arqueológicos más importantes de Chipre: la antigua ciudad romana, inscrita por la UNESCO en el Patrimonio Mundial de la Humanidad. En ella, pueden verse una importante concentración de mosaicos repartidos en diferentes villas romanas, un ágora, un anfiteatro y otros vestigios significativos de esa época, a pocos metros del mar, del puertecillo de pescadores y del fuerte construido por los francos en la Edad Media.

Pafos posee también la iglesia Kyriaki, precedida por las ruinas de una basílica romana del siglo IV dC, entre cuyas columnas sobresale el llamado "pilar de San Pablo", por haber sido en su fuste que el santo evangelizador fue atado y azotado durante su primer viaje desde Tierra Santa. En Pafos, el restaurante Anemomylos, administrado por una familia chipriota, ofrece deliciosos mezzes de carnes y el hotel Píramo, de modestas proporciones y excelente bar-terraza, está situado en el corazón de la ciudad marítima.

A partir de Pafos, pueden ser visitados los sitios relacionados con el culto pagano de Afrodita. Tal vez no sea inútil recordar que Chipre se vanagloria de ser la isla en donde nació la diosa griega del amor y la sensualidad. A pocos kilómetros de Pafos se halla Petra tou Romiou, con una bella playa de guijarros y sus costas de acantilados, en que un peñón rocoso emergiendo del azul turquesa del mar indica el sitio donde nació la diosa. Del otro lado, en la costa norte, después del típico pueblecillo de Polis, a la fuente natural en forma de minúscula cascada se le conoce como "los baños de Afrodita".

Camino de las regiones montañosas del Troddos, donde el Monte Olimpo se eleva a más de 2,000 metros de altitud, el visitante puede visitar el Monasterio de Ayios Neofitos, fundado en 1134 por un monje ermita de Lefkara; así como el Monasterio de Chrysoroyiatissa (s. XII), especializado en la producción vinícola y muy cerca del pueblecillo de Panayia, en donde nació el artífice de la independencia chipriota, Monseñor Makarios.

A punto de llegar al Troddos, es posible detenerse en el pueblo vitícola de Omodos y en la estación invernal de Platres, en donde el poeta francés Arthur Rimbaud fue capataz de obras en 1881. El hotel más lujoso de la estación, el Forest Park, acogía a grandes personalidades del mundo de la política y la economía. Un camino montañoso nos lleva a la cascada Caledonia. Los montes del Troddos, a apenas dos horas de la costa cálida y soleada del sur de Chipre, disponen de estaciones de esquí en que la nieve abunda en los meses de invierno y hasta marzo.

Pero esta región es también conocida por sus 10 iglesias rurales que atesoran célebres frescos bizantinos y han sido declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. La distancia entre las iglesias es significativa y las rutas de montañas abruptas y, en ocasiones, vertiginosas. La mayor concentración (unas cuatro) se halla cerca del típico pueblo de montaña Kakopetría, atravesado por un torrente natural y construido entre dos farallones en un valle de tupida vegetación.

Kakopetría es el sitio ideal para visitar toda la región del Troddos. El hotel Mylos (The Mill), llamativa y original construcción de pizarra y madera, es probablemente uno de los mejores de la isla y ofrece desde la terraza de su restaurante un hermoso panorama del pueblo y zonas aledañas. Los productos que ofrece el hotel son todos de producción casera y la calidad de desayunos y comidas conocida de los gourmets. Muy cerca de Kakopetría, Ayios Nikolaos y las tres iglesias de la aldea vecina de Galata, atesoran frescos bizantinos de gran valor, antigüedad y en excelente estado de conservación.

Finalmente, Nicosia, capital de Chipre y la última ciudad del mundo dividida por un muro. Cortada en dos, Nicosia posee una ciudadela intramuros, rodeada de murallas venecianas y bastiones del siglo XVI. Incluso esta parte ha sido dividida y, en el centro, dos manzanas abandonadas y con visibles huellas de los bombardeos de 1974, se hallan bajo control de las Naciones Unidas.

Hoy día, la circulación entre el sur chipriota y el norte turco está permitida, y basta con llenar un formulario (visa) muy simple y mostrar el pasaporte para pasar de un lado al otro a través del puesto fronterizo al final de la calle Lidras (Ledra). De ambos lados, gran cantidad de mezquitas (de las cuales la más interesante, la Selimiye, se encuentra en la zona turca y fue construida sobre la catedral gótica Santa Sofía, erigida inicialmente por constructores franceses en puro estilo gótico de Isla de Francia. Muy cerca de ella, el serrallo de caravanas Buyuk Han (1572), es uno de los edicios más hermosos de la capital.

En Nicosia, el Museo Arqueológico posee una colección de antigüedades griegas y chipriotas que atesora las piezas claves de la historia antigua de la isla, entre las que se encuentra la célebre Afrodita de Soli, símbolo por excelencia de todo lo relacionado con el turismo en Chipre. Es en el barrio antiguo de Laiki Geitonia con sus numerosas tabernas, restaurantes y palacetes restaurados donde los turistas se concentran para cenar o disfrutar de algún espectáculo de cantos tradicionales.

El turista debe saber que visitar las tierras y otras ciudades de la parte ocupada (como la célebre Famugusta) es posible, a condición de no arriesgarse en penetrar en esa zona con su vehículo de alquiler. Aunque existe un punto fronterizo abierto a la circulación de coches, ninguna aseguradora internacional funciona en la parte ocupada y los daños posibles o robo del vehículo deberá asumirlos el conductor.

Entre Nicosia y Larnaca el Monasterio Stavrovouni (de la Santa Cruz) fue fundado por Elena, madre del emperador bizantino Constantino tras su regreso de Tierra Santa. Al parecer, Elena traía con ella fragmentos de la cruz en que Cristo fue crucificado y parte de esas reliquias sirvieron de pretexto para fundar monasterios en diferentes lugares en que hizo escala antes de regresar a Bizancio. Situado en lo alto de un promontorio escarpado, el monasterio, controlado por popes y en el que se prohíbe la entrada de mujeres, ofrece una de las vistas más hermosas del centro de la isla. No lejos de ahí en el pueblecillo de Pyrga, una capilla franca construida por la familia de los Lusignan en 1421 exhibe un fresco de época.

Chipre es tal vez uno de los sitios en que mejor puede apreciarse la rivalidad histórica entre Oriente y Occidente. Tal vez valga la pena evitar los meses de intenso verano (julio y agosto) en que el termómetro alcanza fácilmente los 104 grados F. Por otra parte, la hospitalidad de sus habitantes (sólo igualada en Europa por los cretenses), la seguridad en caminos y ciudades, el clima, su patrimonio cultural y gastronómico y la modernización de las infraestructuras del sur libre, son aspectos que sitúan al país entre los de mayor afluencia de turismo en el Mediterráneo.•

16 juil. 2009

La vie de chaque jour / Cada día la vida

Me gusta mi ciudad siempre en colores. Destilando vida en cada esquina. Cada cual con su pedacito de vida, de tierra, de historia... mostrándolo, compartiéndolo. Soy todo ojos, todo me interesa. La belleza me provoca perpetua fascinación. También felicidad. Bajo una farola del Sagrado Corazón de Montmartre una silueta describe, ágil, como en un teatro de sombras, instantáneas de felicidad, recuerdos alegres, sobre el telón de ciudad. Figuras suspendidas apenas un segundo que me parece una eternidad. Hasta en las cosas más simples mis días son una alegría. ¿Qué nueva sonrisa me espera mañana?

J’aime ma ville toujours en couleurs. Distillant de la vie à chaque coin de rue. Chacun portant en soi sa particule de vie, de terre, d’histoire… la montrant, la partageant. Je ne suis qu'un œil avisé, tout m’intéresse. La beauté me rempli de perpétuelle fascination. Aussi de bonheur. Sous un lampadaire du Sacré-Cœur de Montmartre, comme dans un théâtre d’ombres, une silhouette agile dessine des instantanées de bonheur, des souvenirs, sur la toile de fond de la ville. Les figures suspendues à peine une seconde qui me semble toute l’éternité. Jusque dans les choses les plus simples mes journées se couvrent de joie. Quel nouveau sourire m’attendra demain ?





Coral Gables Tramways

El amigo (y arquitecto) Rafael Fornés me manda dos vistas del antiguo tranvia de Coral Gables que estuvo funcionando desde el 30 de abril de 1925 hasta el 3 de noviembre de 1935 cuando la City Beautiful de George F. Merrick estaba en sus albores. El Trolley Bus que circula hoy dia por el centro de este barrio de Miami es casi una atraccion turistica y un clin d'oeil al antiguo tranvia. Tal vez un dia vuelva el tranvia de verdad, aunque pasen décadas para que la gente de por alla se acostumbre a la idea de cogerlo. No vean las veces en que he perdido casi una hora sometido a los tranques de la Coral Way en sus horas pico.

La piscina veneciana de Coral Gables.

Old Tranways / Coral Gables - Florida.

Old Tranways / Coral Gables - Florida

Coral Gables Trolley, Florida

14 juil. 2009

Anticipo de la Fiesta Nacional Francesa

Como buen ciudadano francés ayer celebré por anticipado la Fiesta Nacional Francesa del 14 de julio. El dominio del Castillo de Beauregard, cerca de Orléans, en el antiguo pabellón de caza del rey François I que recibio a unos 500 invitados. La fiesta comenzó a las 5 pm y culminó, bien de madrugada, con un espectaculo de fuegos artificiales que el propietario del dominio ofreció a los invitados. Todo el Garden Party fue amenizado por una banda excelente (Charly's Angels), el dinatoire champêtre lo organizó Pascal Pineau y hubo hasta un momento de homenaje al malogrado artista de Neverland. Sin que faltaran todas las atracciones típicas (mientras mas frívolas mas divertidas) de este tipo de fiestas en que nadie se acuerda (con toda intención y deseo) de la razón que sirvió de pretexto. Dejo algunas fotos pero no me da tiempo a nombrar a todos los amigos ni a poner los pies. Lo haré a nuestro regreso a París: