Los de América somos el
resultado de una mezcla de gentes venidas de otras tierras. Es difícil rastrear
nuestros orígenes cuando tenemos ancestros de varias regiones de Europa. Mis
dieciséis tatarabuelos vienen de lugares tan disímiles como Cirat (Castellón),
Oñate (País Vasco), Lora del Río (Andalucía), Holguín (Cuba), Santa Clara
(Cuba), Mazo (isla de La Palma, Canarias), Santa Cruz de Tenerife (Canarias),
Rivesaltes (Languedoc, Francia) y San Nicolás de Bari (Cuba). El tema se
complica cuando busco a los ancestros de los tatarabuelos nacidos ya en Cuba. Entonces, el
abanico de regiones de va abriendo y aparece Soria (Castilla), el Obispado de
Tui (Galicia), Agüimes (Gran Canaria), Villafranca (actual Villefranche, en
épocas en que pertenecía a Italia), etc., etc.
El caso es que nunca hubiera
visitado Lora del Río, hermoso pueblo de la provincia de Sevilla, a orillas del
Guadalquivir, si no hubiera sido que en él nació José Martín Corona, el abuelo
materno de mi abuelo Joaquín Navarrete Martín. Como sucede con muchos pueblos
españoles, los libros de la iglesia fueron quemados durante la guerra civil
española y como el Registro Civil comienza a partir de 1870 aproximadamente no
queda otra alternativa que echar mano a los Padrones (Censos) de Vecinos que,
en caso de que se conserven, permiten reconstituir a la familia.
En Lora fue emocionante
encontrar a los descendientes de hermanos de mi tatarabuelo, visitar la casa
familiar en la calle Santa María, con su hermoso patio andaluz detrás de una
sobria fachada de blanco inmaculado. Sin el Padrón de Vecinos esta tarea
hubiese resultado imposible. Durante mi estancia en el pueblo pude apreciar su
elegante arquitectura: la llamada Casa de la Virgen (una casona señorial de
imponente fachada), la iglesia Nuestra Señora de la Asunción (en donde fueron
bautizados los ancestros de esta rama), la hermosa Plaza de España que precede
al Ayuntamiento, la Ermita de Santa Ana (actual Biblioteca), el puente romano,
el castillo, otras iglesias y conventos, etc.
En el número 65 de la calle Santa María, de Lora del Río, vivían en 1840 Antonio Martín Navarro y Josefa Corona, los padres de José Martín Corona, mi tatarabuelo militar. Consta en el Padrón de Vecinos de Lora del Río, de ese año, en que José (nacido en 1841) no había nacido aún. Nótese el estado de este libro debido a una bala perdida durante la guerra civil.
En 1858, según el Padrón de Vecinos de Lora del
Río, vivían aún en esa casa los padres de José Martín Corona (uno de mis
tatarabuelos). Aparecen en el Censo este último, mientras que los restantes
hermanos (ya casados) viven en otras casas del pueblo.
La iglesia Nuestra Señora de la Asunción, de Lora del Río.
La iglesia Nuestra Señora de la Asunción, de Lora del Río
Ayuntamiento de Lora del Río
Casa de las Columnas o de la Virgen, en Lora del Río
Plaza de Andalucía, Lora del Río
Ermita Santa Ana, Lora del Río