Ayer alguien quiso darme una leccioncita de lo que me imagino que para él es la moral. Me dijo que consideraba que todo este asuntillo de los Blogs y también el hecho de aparecer retratado al lado de Sutano o de Esperencejo era una vanidad. Otra persona indignóse también en el blog de PD cuando puse el post de Marianne Pearl y comentaba (anónimamente) que esas fotos debían ser dejadas para los historiadores del futuro cuando desempolvaran nuestra época. Entonces les saco a ambos infelices lo que dijo el delicioso Duque François VI de La Rochefoucauld en sus Maximes:
"Ce qui nous rend la vanité des autres insupportable, c'est qu'elle blesse la nôtre"
["Lo que hace que la vanidad del otro nos sea insoportable es que hiere la propia"]
No sé si palideció, el primero, porque era una conversación telefónica.
Y como La Rochefoucauld (1613-1680) es de los que van siempre en mi cabecera quise ponerles su ilustre estatua, fotografiada por mí, en una de las cornisas del ala Richelieu del Louvre. Y recordar esta "máxima".