Aquí los dos textos fúnebres de la semana.
El de la escritora Gladys Zaldívar, por la periodista Viviana Muñoz, aquí
El del maestro Cundo Bermúdez, por Sara Moreno y Wilfredo Cancio Isla, aquí
31 oct. 2008
30 oct. 2008
Gladys Zaldívar / Obituario
La poeta Gladys Zaldívar, en su casa, dedicándome su último libro - Miami, agosto de 2007
Ha fallecido la poeta, ensayista y amiga Gladys Zaldívar (Camagüey, 1936). La noticia la recibo por la red de manos de otra poeta, Amelia del Castillo. Gladys había llegado a Estados Unidos como exiliada en 1968. Vivió sus primeros años de exilio en el Estado de Maryland, en donde se había graduado de Letras Hispánicas y había trabajado como profesora. En los 70 se instala en Miami y se incorpora al movimiento de poetas cubanas de esa ciudad, de las cuales – me dice ayer Amelia del Castillo – van quedando muy pocas. Algunos de sus poemarios publicados son: El visitante (1971), Fabulación de Eneas (1980), Zéjeles para el clavel (1981), Viene el asedio (1987), La baranda de oro (1981), Cantata de las ruinas (1996), La soledad fulgurada (2001) y Severed Garden (en inglés, 2002). Fue muy amiga y mantuvo una relación epistolar muy estrecha con Severo Sarduy. Parte de esto quedó recogido en el libro Epitafios (1994) que publicara junto con su amiga Concepción Alzola. Al referirse a la poesía de Gladys, Severo escribió: "Todo es intenso y áureo: barroco. Energía y lucidez que son muy suyas. También geometría y color escarchado".
También publicó muchos ensayos, siendo uno de sus primeros títulos publicados en este ámbito fue Novelística cubana de los años 60: Lezama Lima / Paradiso y Reinaldo Arenas / El mundo alucinante (Miami, 1977). Su último libro fue una recopilación de textos críticos sobre su propia obra, realizada por Luis A. Jiménez. Se titula De la trova provenzal al barroco hispánico: la poesía de Gladys Zaldívar (Ed. Universal, Miami, 2005). En él aparecen los textos críticos de Fernando y Enrique Hurtado de Mendoza, Julio Hernández Miyares, Concepción Alzola, Mercedes Cortázar, etc. Ese es el libro que Gladys me está dedicando en la foto, cuando junto a su compañera Concepción Alzola, me recibió en el verano de 2007, en el apartamento que ambas ocupaban a dos cuadras del Versailles.
Su última presentación en público fue durante el Congreso de Cultura Panamericana realizado en julio del 2007. Su obra inédita es extensa y la conserva su entrañable amiga "Concha" Alzola. Aquí les dejo un poema de Gladys. Que en paz descanse esta camagüeyana entrañable.
Pequeña sinfonía para sordos
Gladys Zaldívar
En las aguas mitrales de la castración me han sumergido
Y con mis genitales han adornado sus sueños
Y con mis dientes han ataviado sus atroces muñecos de odio.
En cojines de sombra transportan mi palabra,
En pinos calcinados inyectan esta sangre que padezco
Y al fondo de la mar sus buzos ciegos
Si van tras mis peces de luz y mis ventanas.
En las tierras lustrales de la muerte me han castrado
Y con mis huesos fabrican una arquitectura clavileña
Y con mi recuerdo engalanan la casa de miedo y de ceniza.
Pero crecen desde mi cráneo las espigas,
Se asoman por el blanco enrejado de mi pecho
Y en la pelvis fragmentada se agolpan verdinegramente,
Se hacen fuertes en la memoria del amor
Y rompen hacia arriba como un canto y abrazan
Fronteras innombrables, cisternas ensangrentadas y castillos.
Bajo la yerba, yo también creceré, seré el verdor
Que abriga de estatura la montaña y viajaré hasta el extrremo
De la yerba para ver un sol verde y luna verde.
Ha fallecido la poeta, ensayista y amiga Gladys Zaldívar (Camagüey, 1936). La noticia la recibo por la red de manos de otra poeta, Amelia del Castillo. Gladys había llegado a Estados Unidos como exiliada en 1968. Vivió sus primeros años de exilio en el Estado de Maryland, en donde se había graduado de Letras Hispánicas y había trabajado como profesora. En los 70 se instala en Miami y se incorpora al movimiento de poetas cubanas de esa ciudad, de las cuales – me dice ayer Amelia del Castillo – van quedando muy pocas. Algunos de sus poemarios publicados son: El visitante (1971), Fabulación de Eneas (1980), Zéjeles para el clavel (1981), Viene el asedio (1987), La baranda de oro (1981), Cantata de las ruinas (1996), La soledad fulgurada (2001) y Severed Garden (en inglés, 2002). Fue muy amiga y mantuvo una relación epistolar muy estrecha con Severo Sarduy. Parte de esto quedó recogido en el libro Epitafios (1994) que publicara junto con su amiga Concepción Alzola. Al referirse a la poesía de Gladys, Severo escribió: "Todo es intenso y áureo: barroco. Energía y lucidez que son muy suyas. También geometría y color escarchado".
También publicó muchos ensayos, siendo uno de sus primeros títulos publicados en este ámbito fue Novelística cubana de los años 60: Lezama Lima / Paradiso y Reinaldo Arenas / El mundo alucinante (Miami, 1977). Su último libro fue una recopilación de textos críticos sobre su propia obra, realizada por Luis A. Jiménez. Se titula De la trova provenzal al barroco hispánico: la poesía de Gladys Zaldívar (Ed. Universal, Miami, 2005). En él aparecen los textos críticos de Fernando y Enrique Hurtado de Mendoza, Julio Hernández Miyares, Concepción Alzola, Mercedes Cortázar, etc. Ese es el libro que Gladys me está dedicando en la foto, cuando junto a su compañera Concepción Alzola, me recibió en el verano de 2007, en el apartamento que ambas ocupaban a dos cuadras del Versailles.
Su última presentación en público fue durante el Congreso de Cultura Panamericana realizado en julio del 2007. Su obra inédita es extensa y la conserva su entrañable amiga "Concha" Alzola. Aquí les dejo un poema de Gladys. Que en paz descanse esta camagüeyana entrañable.
Pequeña sinfonía para sordos
Gladys Zaldívar
En las aguas mitrales de la castración me han sumergido
Y con mis genitales han adornado sus sueños
Y con mis dientes han ataviado sus atroces muñecos de odio.
En cojines de sombra transportan mi palabra,
En pinos calcinados inyectan esta sangre que padezco
Y al fondo de la mar sus buzos ciegos
Si van tras mis peces de luz y mis ventanas.
En las tierras lustrales de la muerte me han castrado
Y con mis huesos fabrican una arquitectura clavileña
Y con mi recuerdo engalanan la casa de miedo y de ceniza.
Pero crecen desde mi cráneo las espigas,
Se asoman por el blanco enrejado de mi pecho
Y en la pelvis fragmentada se agolpan verdinegramente,
Se hacen fuertes en la memoria del amor
Y rompen hacia arriba como un canto y abrazan
Fronteras innombrables, cisternas ensangrentadas y castillos.
Bajo la yerba, yo también creceré, seré el verdor
Que abriga de estatura la montaña y viajaré hasta el extrremo
De la yerba para ver un sol verde y luna verde.
29 oct. 2008
Noche de poesía con Eyda Machín / París
Anteanoche, en la Maison de l'Amérique Latine de París, tuve el placer de presentar, junto al doctor ès Lettres Christian Roy-Camille y a la investigadora del CNRS-Sciences Politiques (Centro Nacional de la Investigación Científica) Manuella Poli, el poemario En la voz del silencio, de la poeta, fotógrafo y directora de la asociación Livres et Lieux Eyda Machín. Fue una noche de emociones (que Carlos Casanova describe mejor en su blog) en la que Eyda nos leyó sus poemas en español, Manuella en francés y Christian nos dio sus siempre acertadas y valiosas opiniones. Además, Eyda aprovechó la ocasión para anunciarnos la próxima salida de su novela Passerelles, escrita en francés y que tendremos el placer de leer y encontrar en librerías antes de Navidad. Les dejo algunas fotos de amigos presentes y me disculpo porque en medio del jolgorio se quedaron muchos fuera del lente. De hecho no me dio tiempo a sacar fotos de la presentación, ni de la cena que ya es tradición después de nuestras presentaciones.
Manuella Poli, Christian Roy-Camille y William Navarrete presentando a Eyda Machín
Dos poetas cubanos de París: Miguel Sales y Carlos Casanova, escoltados por las alemanas Marenne y Andrea Gremels, de la Universidad de Frankfort
Antolina, Manuella Poli, Enrique José Varona, Pascal y Céline
Dos escritoras cubanas de París: Eyda Machín y Regina Ávila Al-Sowayel
Manuella Poli, Christian Roy-Camille y William Navarrete presentando a Eyda Machín
Dos poetas cubanos de París: Miguel Sales y Carlos Casanova, escoltados por las alemanas Marenne y Andrea Gremels, de la Universidad de Frankfort
Antolina, Manuella Poli, Enrique José Varona, Pascal y Céline
Dos escritoras cubanas de París: Eyda Machín y Regina Ávila Al-Sowayel
28 oct. 2008
José Gamarra / Uruguay - París
Exposición del excelente pintor uruguayo José Gamarra en la Galería Municipal Julio González, en Arcueil (afueras de París). Gamarra nació en 1934, en Tacuarembo (Uruguay) y se instaló en 1960 en Sao Paulo en donde fue profesor de pintura y frescos en la Escuela de Arte de la Fundación Armando Álvarez Penteado. En 1966 obtuvo el premio de grabado "Posadas" en La Habana y ese mismo año realiza su primera exposición en París. Volvió a ganar un premio (en "Cándido Portinari") en La Habana, durante la Bienal de 1984. En Miami expuso en la galería Minotauro en el 2001. Este año ha estado en las ferias de Basilea, Buenos Aires, Seúl y Shanghai. Su curriculum es mucho más extenso que lo antes dicho. Su nueva exposición Parcours, en Arcueil estará auspiciada por la Embajada de Uruguay en Francia, la Alcaldía de Arcueil, la FNAC y el Museo de Arte Moderno de la Villa de París.
Exposición del 7 al 6 de diciembre de 2008.
Espace Julio González
21, av. Paul Doumer
Arcueil.
Exposición del 7 al 6 de diciembre de 2008.
Espace Julio González
21, av. Paul Doumer
Arcueil.
25 oct. 2008
Jean-Paul Sartre / La cuestión judía
Los años negros de la Ocupación Alemana, la complicidad de gran cantidad de franceses con el colaboracionismo = delación y deportación, cambiaron (hasta el día de hoy) el panorama de la literatura francesa. La literatura de ideas, la que contaba una verdadera historia que servía de poderoso andamiaje a la obra – o sea, esa literatura que fue y sigue siendo la hazaña literaria de Francia –, fue substituida por una literatura de técnicas y recursos que, como un avestruz de la vergüenza, escondía detrás de complicados juegos malabares de semiótica y semántica, la imposibilidad de contar algo de verdad. ¿Qué podrían contar los del nouveau roman (hasta 1970) y los que trataron de apropiarse del estructuralismo para escribir sus obras, si durante años (me atrevería a decir que posiblemente todavía) la palestra pública rehuyó (como muchos de ellos) el tema de la complicidad con el ocupante?
Al releer Réflexions sur la question juive, libro que Jean-Paul Sartre escribió en el otoño de 1944 y publicó en 1946, entiendo al menos una de las razones por las que (excepto pocos casos), a mi juicio muy personal, la literatura de la posguerra en Francia adolece de cierto "paticojismo". Y esto, sobre todo, si se le compara con los portentosos productos desde Rabalais hasta la década del 1930. Ahora bien, Sartre, en su sopesado ensayo (que algunos, como Georges Bataille, criticaron como también su pasividad durante la Ocupación alemana de una parte de Francia) explica que el antisimitismo pretende erigirse en identidad comunitaria cuando los valores comunitarios están en crisis, algo que ya Proust había anunciado al recordar que el famoso caso Dreyfus había levantado las barreras que separaban al cochero del duque y al aristócrata del burgués. Esa pretensión "comunitaria" termina, como bien pudo verse durante el propio caso Dreyfus (y luego en la II Guerra Mundial), absorbiendo y comprometiendo a grandes masas, necesitadas de responsabilizar a un chivo expiatorio por la larga acumulación de frustraciones, a la vez que creían encontrar un efecto de cura que cicatrizase las fisuras sociales generadas por la sociedad. El resultado, ya se vio, fue demoledor. Lo fue no sólo desde el punto de vista físico y moral, sino que hasta la literatura se encorsetó y se autoamordazó, tal vez por vergüenza, tal vez por aquello de no poder hablar de la soga en casa del ahorcado.
Ahora que Le Clezio engrosa la lista de escritores franceses que han ganado el Nobel (Le Clezio – otra vez según mi opinión muy modesta y personal – es de los pocos franceses que sí ha podido contar algo en los últimos años), subrayo algunas de las frases de aquel otro Nobel (Sartre, en 1964), en sus Reflexiones sobre la cuestión judía. Tal vez el gran mérito de este libro haya sido el de explicar detalladamente los mecanismos del antisemitismo más allá de cualquier criterio que pretenda (malsanamente) de reducirlo a una forma más de xenofobia. O sea, aclarando (en el caso de Satre) que es eso y que, peligrosamente, es también mucho más.
Luego, sobre la pasividad o no de Sartre durante la II Guerra, supongo – como siempre – que eso da de comer a los "posicionistas" de siempre. De algo tienen que vivir, me digo. Sartre fue detenido y encarcelado en un cuartel de prisioneros en Alemania en 1940. Salió de allí gracias a un certificado médico falso y en París fundó un pequeño grupo llamado "Socialismo y libertad". Al parecer, no dijo gran cosa cuando miles de judíos profesores como él, funcionarios del Ministerio de Educación como él, fueron sacados de sus puestos. Incluso, hace unos años salió a la luz una investigación que precisaba que el puesto que él ocupó en el Preuniversitario (Lycée) Condorcet era el que había dejado por la fuerza un profesor judío expulsado. Al parecer alguna que otra de sus obras (como en el caso de Sacha Guitry) se exhibieron en los teatros del París ocupados por los espectadores alemanes. También parece ser que Sartre fue muy habilidoso y supo convertir en renombre político, después de la Liberación, esas dudas de los "años negros". Incluso, integró un "Comité de Depuración" (el mismo que metió a Sacha Guitry durante 60 días detrás de los barrotes sin acusación real) dedicado, de forma espontánea y sin que nadie se lo pidiese, a determinar qué autores franceses habían o no colaborado durante la ocupación alemana. Es posible que sumándose a este Comité (al cual un verdadero Resistente como André Malraux no se sintió digno de pertenecer) Sartre se pusiera del lado de los acusadores por si acaso le revolvían mucho la marmita de los años negros que acababan de pasar.
Todo esto se desprende de mi lectura de estos días. Las frases de Sartre en el mencionado libro que subrayo y traduzco son las que siguen. Espero que el texto del que hablo exista en castellano. Con eso cierro.
Ni un sólo francés podrá sentirse en seguridad mientras un judío, en Francia o en el extranjero, tenga que temer por su propia vida.
El antisemitismo es un esnobismo de pobres.
El antisimetismo es una tentativa de dar valor a la mediocridad con el fin de crear la élite de los mediocres.
Si los judíos no existieran el antisemitismo los inventaría.
Al releer Réflexions sur la question juive, libro que Jean-Paul Sartre escribió en el otoño de 1944 y publicó en 1946, entiendo al menos una de las razones por las que (excepto pocos casos), a mi juicio muy personal, la literatura de la posguerra en Francia adolece de cierto "paticojismo". Y esto, sobre todo, si se le compara con los portentosos productos desde Rabalais hasta la década del 1930. Ahora bien, Sartre, en su sopesado ensayo (que algunos, como Georges Bataille, criticaron como también su pasividad durante la Ocupación alemana de una parte de Francia) explica que el antisimitismo pretende erigirse en identidad comunitaria cuando los valores comunitarios están en crisis, algo que ya Proust había anunciado al recordar que el famoso caso Dreyfus había levantado las barreras que separaban al cochero del duque y al aristócrata del burgués. Esa pretensión "comunitaria" termina, como bien pudo verse durante el propio caso Dreyfus (y luego en la II Guerra Mundial), absorbiendo y comprometiendo a grandes masas, necesitadas de responsabilizar a un chivo expiatorio por la larga acumulación de frustraciones, a la vez que creían encontrar un efecto de cura que cicatrizase las fisuras sociales generadas por la sociedad. El resultado, ya se vio, fue demoledor. Lo fue no sólo desde el punto de vista físico y moral, sino que hasta la literatura se encorsetó y se autoamordazó, tal vez por vergüenza, tal vez por aquello de no poder hablar de la soga en casa del ahorcado.
Ahora que Le Clezio engrosa la lista de escritores franceses que han ganado el Nobel (Le Clezio – otra vez según mi opinión muy modesta y personal – es de los pocos franceses que sí ha podido contar algo en los últimos años), subrayo algunas de las frases de aquel otro Nobel (Sartre, en 1964), en sus Reflexiones sobre la cuestión judía. Tal vez el gran mérito de este libro haya sido el de explicar detalladamente los mecanismos del antisemitismo más allá de cualquier criterio que pretenda (malsanamente) de reducirlo a una forma más de xenofobia. O sea, aclarando (en el caso de Satre) que es eso y que, peligrosamente, es también mucho más.
Luego, sobre la pasividad o no de Sartre durante la II Guerra, supongo – como siempre – que eso da de comer a los "posicionistas" de siempre. De algo tienen que vivir, me digo. Sartre fue detenido y encarcelado en un cuartel de prisioneros en Alemania en 1940. Salió de allí gracias a un certificado médico falso y en París fundó un pequeño grupo llamado "Socialismo y libertad". Al parecer, no dijo gran cosa cuando miles de judíos profesores como él, funcionarios del Ministerio de Educación como él, fueron sacados de sus puestos. Incluso, hace unos años salió a la luz una investigación que precisaba que el puesto que él ocupó en el Preuniversitario (Lycée) Condorcet era el que había dejado por la fuerza un profesor judío expulsado. Al parecer alguna que otra de sus obras (como en el caso de Sacha Guitry) se exhibieron en los teatros del París ocupados por los espectadores alemanes. También parece ser que Sartre fue muy habilidoso y supo convertir en renombre político, después de la Liberación, esas dudas de los "años negros". Incluso, integró un "Comité de Depuración" (el mismo que metió a Sacha Guitry durante 60 días detrás de los barrotes sin acusación real) dedicado, de forma espontánea y sin que nadie se lo pidiese, a determinar qué autores franceses habían o no colaborado durante la ocupación alemana. Es posible que sumándose a este Comité (al cual un verdadero Resistente como André Malraux no se sintió digno de pertenecer) Sartre se pusiera del lado de los acusadores por si acaso le revolvían mucho la marmita de los años negros que acababan de pasar.
Todo esto se desprende de mi lectura de estos días. Las frases de Sartre en el mencionado libro que subrayo y traduzco son las que siguen. Espero que el texto del que hablo exista en castellano. Con eso cierro.
Ni un sólo francés podrá sentirse en seguridad mientras un judío, en Francia o en el extranjero, tenga que temer por su propia vida.
El antisemitismo es un esnobismo de pobres.
El antisimetismo es una tentativa de dar valor a la mediocridad con el fin de crear la élite de los mediocres.
Si los judíos no existieran el antisemitismo los inventaría.
21 oct. 2008
Sor Emmanuelle (1908-2008)
Desde ayer en todas las primeras planas de la prensa francesa. Aquí en "Le Parisien", la fotografía de Sor Emmanuelle bañándose con las niñas recogedoras de basura en los suburbios de El Cairo. En el momento de esta foto tenía 85 años. Y más asombroso aún: las aguas son las del Nilo, ¡después de pasar por El Cairo!
Ha fallecido Sor Emmanuelle, último gran icono del catolicismo francés después de la muerte del Abate Pierre. Icono no sólo por una vida de misionera centenaria y ejemplar, sino porque no tenía pelos en la lengua y se dedicó toda su existencia, sin tregua, a los pobres. Madeleine Cinquin, su verdadero nombre, entró en la Orden de Nuestra Señora de Sion a los 22 años. Vivió 28 años en Turquía, 5 en Túnez y a los 62 años se instaló en El Cairo, en donde residía en una cabaña de 4 m2, en medio de los pobres de los suburbios cuya única fuente de ingreso era los desechos escarbados en los basureros. Junto a ellos Sor Emmanuelle escarbó basura durante 20 años, hasta que en 1993 regresó a Francia, por orden del clero, para instalarse en un Asilo del Var (Provenza) y continuar desde allí su campaña mediática y humanitaria contra la pobreza en el mundo. Al regresar a Francia, después de tantos años entre los pobres de países musulmanes dijo sentirse muy impactada al constatar la soledad y la tristeza en el rostro de la gente de su país. De humor picante y con los pies en la tierra, Sor Emmanuelle gozaba de gran popularidad y era frecuentemente invitada en los platós de televisión. Sus libros eran best sellers (Vivre, à quoi sert ?, en 2004, se vendió a 300 000 ejemplares y aún sigue vendiéndose). De hecho, el jueves próximo, saldrá, según su voluntad, su libro póstumo Confessions d'une religieuse. Sor Emmanuelle se atrevió a escribirle al Papa para exigir la autorización de la contracepción en países como Egipto (y otros del Tercer Mundo) en que las niñas quedan embarazadas a los 12 años y a los 25 ya han tenido 12 hijos. El Papa nunca le contestó porque la ortodoxia, como sabemos, vive siempre ajena a la realidad. En 1980 fundó la Asociación Asmae-Sœur Emmanuelle, laica y apolítica, dotada de un presupuesto de 3, 5 millones de euros y enfrascada en salvar 74 000 niños en Burkina Faso, India, Filipinas, Madagascar, etc. En Francia, no ha habido Presidente, hombre político o fashion people (que para el caso todo eso es más o menos lo mismo) que no haya ido a estrecharle la mano a la Hermana. Me atrevería a decir que había casi una superstición en ese gesto. Una misa en su memoria se desarrollará mañana en la Catedrale de Notre-Dame, a las 3 pm. Sor Emmanuelle pidió funerales íntimos y discretos, para decepción de periodistas y televisiones.
Ha fallecido Sor Emmanuelle, último gran icono del catolicismo francés después de la muerte del Abate Pierre. Icono no sólo por una vida de misionera centenaria y ejemplar, sino porque no tenía pelos en la lengua y se dedicó toda su existencia, sin tregua, a los pobres. Madeleine Cinquin, su verdadero nombre, entró en la Orden de Nuestra Señora de Sion a los 22 años. Vivió 28 años en Turquía, 5 en Túnez y a los 62 años se instaló en El Cairo, en donde residía en una cabaña de 4 m2, en medio de los pobres de los suburbios cuya única fuente de ingreso era los desechos escarbados en los basureros. Junto a ellos Sor Emmanuelle escarbó basura durante 20 años, hasta que en 1993 regresó a Francia, por orden del clero, para instalarse en un Asilo del Var (Provenza) y continuar desde allí su campaña mediática y humanitaria contra la pobreza en el mundo. Al regresar a Francia, después de tantos años entre los pobres de países musulmanes dijo sentirse muy impactada al constatar la soledad y la tristeza en el rostro de la gente de su país. De humor picante y con los pies en la tierra, Sor Emmanuelle gozaba de gran popularidad y era frecuentemente invitada en los platós de televisión. Sus libros eran best sellers (Vivre, à quoi sert ?, en 2004, se vendió a 300 000 ejemplares y aún sigue vendiéndose). De hecho, el jueves próximo, saldrá, según su voluntad, su libro póstumo Confessions d'une religieuse. Sor Emmanuelle se atrevió a escribirle al Papa para exigir la autorización de la contracepción en países como Egipto (y otros del Tercer Mundo) en que las niñas quedan embarazadas a los 12 años y a los 25 ya han tenido 12 hijos. El Papa nunca le contestó porque la ortodoxia, como sabemos, vive siempre ajena a la realidad. En 1980 fundó la Asociación Asmae-Sœur Emmanuelle, laica y apolítica, dotada de un presupuesto de 3, 5 millones de euros y enfrascada en salvar 74 000 niños en Burkina Faso, India, Filipinas, Madagascar, etc. En Francia, no ha habido Presidente, hombre político o fashion people (que para el caso todo eso es más o menos lo mismo) que no haya ido a estrecharle la mano a la Hermana. Me atrevería a decir que había casi una superstición en ese gesto. Una misa en su memoria se desarrollará mañana en la Catedrale de Notre-Dame, a las 3 pm. Sor Emmanuelle pidió funerales íntimos y discretos, para decepción de periodistas y televisiones.
19 oct. 2008
Hoy en El Nuevo Herald / José Triana
Hoy tengo el gusto de escribir en El Nuevo Herald sobre el escritor José Triana, con respecto a la publicación de su poemario Orfeo en la ciudad, en la Colección Atril, dirigida por Regina Ávila para la Editorial Aduana Vieja. Aquí les dejo el link y lo escrito:
Enlace directo: José Triana: un orfeo citadino
Publicado el domingo 19 de octubre del 2008
José Triana: un Orfeo citadino
By WILLIAM NAVARRETE
En 1965, el dramaturgo cubano José Triana (Hatuey, Camagüey, 1931) estrenaba en La Habana su pieza teatral La noche de los asesinos. La obra, aplaudida hasta la saciedad, traducida a más de veinte lenguas, exhibida en escenarios múltiples del mundo, se convirtió en icono de su carrera literaria y en una de las piezas indispensables del teatro cubano contemporáneo.
Tal vez, debido a ello, a José Triana se le conoce fundamentalmente por esta obra, como suele suceder y ha sucedido con otros escritores que han quedado asociados a una de sus obras más que al conjunto de su creación. Sin embargo, anteriores a esta pieza, otras como Medea en el espejo (1960) y La muerte del Ñeque (1963), obtuvieron similar acogida por parte de la crítica y del público.
Novelista, guionista y poeta, José Triana ha incursionado también en estos ámbitos de la escritura. Pocos recuerdan que fue él el autor del guión de la película de Tomás Gutiérrez Alea Una pelea cubana contra los demonios (1971). Su obra poética, extensa y valiosa, incluye los poemarios De la madera de los sueños (Madrid, 1958), Cuaderno de familia (Málaga, 1990), Oscuro enigma (Estados Unidos, 1993), Vueltas al espejo (Saint-Nazaire, Francia, 1996), entre otros. Recientemente, su largo poema Coloquio de sombras, inauguró el libro Aldabonazo en Trocadero 162, un homenaje de 33 autores cubanos a José Lezama Lima, que junto a Regina Avila tuve el placer de publicar.
En este sentido, nos sorprende nuevamente el autor con un largo poema, Orfeo en la ciudad, publicado en forma de ''plaquette'' o libro de colección por la editorial valenciana Aduana Vieja. Un largo poema con que la editorial estrena la nueva colección de poesía Atril, dirigida por la escritora Regina Avila Al-Sowayel. En ella, los poemas serán presentados en forma de pentagramas musicales, las hojas siempre sueltas para que puedan ser dispuestas sobre el mueble que da nombre a la colección. La libertad de concepción recordando las improvisaciones del jazz y sus deliciosas descargas.
Orfeo en la ciudad, es la vida cotidiana del hombre sometido al ruido de la urbe cuando, de tanto que la música impregna sus actos, le resulta imposible deshacerse de ella. La ciudad inspira y tal parece que el Orfeo mitológico, el hijo de Apolo y Calíope, el enamorado de Eurídice, se funde con el poeta cubano para acompañarlo en sus incursiones diarias en medio de la jungla de autos, sonidos estridentes, hormigueo incesante, tumulto agobiante. Debe el autor fundirse con Orfeo el griego, para convertir en versos los episodios en apariencia insignificantes de cada día y para ponerlos a rimar a tono con una música que, de tan profunda, nos parece muy antigua.
''Como un mendigo a solas parodiando / alegre y taciturno, casi un ciervo, / un alguien que se cae y se levanta, / un caminar en vilo sobre rieles / o una cuerda floja de infinito / Negando y afirmando, / blancos cúmulos […]''. Así comienza este canto a Orfeo, este canto de Orfeo, reconociendo su propia fragilidad y su precario equilibrio en ese medio, en ocasiones hostil, que puede ser la aglomeración urbana. Medio que es su condena a la vez que el imprescindible espacio de inspiración. Sin él, difícilmente nacería el poema y difícilmente podría el autor encontrar la savia que le nutre, porque los seres mitológicos –los seres órficos– necesitan visitar nuestra época para seguir viviendo, como en este poema, más allá de la cuna mil veces arropada de su nacimiento.
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17 oct. 2008
III Festival Internacional de Cine Latino de París
Me disparé tres en una misma sesión. Desde el lunes está andando el Tercer Festival Internacional de Cine Latino de París, en el Gaumont Marignan-Champs-Elysées. Una selección de 35 obras (entre 250 que se presentaron como candidatas). Cubana, lo que se dice cubana, ninguna. Sólo un documental de propaganda de la cubano-americana Vivian Lesnik Weisman, que viene con la etiqueta de "Cuba-USA". Una rareza, dirán los que no conocen el intríngulis. Y un corto de un francés graduado de la Escuela de Cine de San Antonio que también viene con nacionalidad cubana. Aquí les dejo, en orden, lo que vi:
También un corto titulado No te metas, de un chico llamado Pierre Moussarie, graduado en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños. La cosa "bébête", para decirlo en su propio lenguaje. O sea: la boberiíta con la guanajada. Paso.
Por suerte hubo La Mala, película puertorriqueña de Lilian Rosado y Pedro Pérez Rosado, con un reparto de actores cubanos y boricuas que actúan muy bien. El tema, una muchacha de un pueblo de campo de Puerto Rico (interpretada por Lena Burke (hija de Malena, nieta de Elena) desea ser grande y empujada por su tía Candela (María Isabel Díaz, la gorda de Una novia para David que idolatra secretamente a La Lupe), se va a lanzar contra la opinión de su padre (Jorge Perrugorría) y de su madre (la puertorriqueña Sully Díaz que durante años interpretó deliciosamente a La Lupe en una pieza que vi en el Teatro de Venevisión de Miami en 2003), en el mundo del cabaret y la música, inicialmente guiada por su novio (Vladimir Cruz). Las actuaciones son excelentes, la trama coherente, la historia también. O sea: una película. No un bodrio. Lena está sublime. Canta como una diosa y aunque no llega al paroxismo de La Lupe es mucho más sensual que ésta. De todas formas seguimos sin película sobre La Lupe. Pues en La Mala la célebre santiaguera es un ídolo lejano y una meta del que sólo se ve una foto que tiene Candela y sólo se oyen canciones interpretadas en la voz de Lena.
Por último, Vivian Lesnik Weisman en su documental de 1h y 39 interminables minutos, titulado El hombre de las dos Habanas, parte de la idea de hacerse la boba. Un buen día, como si ella no se hubiera estado bañando desde hace rato en la salsa, se pregunta qué ha pasado, por qué tanta división, por qué su padre (el loro viejo de Max Lesnik) ha tenido que vivir lo que ella define "un exilio dentro del exilio". Todo eso con tremenda majomía y despilfarro de ñoñería. Y vengan las fotos de familia antes de 1959, el elegante clan materno de alta burguesía habanera, los viajecitos de Vivian a la Isla para ver los lugares relacionados con las "epopeyas" de su padre, los encuentros con Alfredo Guevara (siempre con su aburrido chaleco por encima de los hombros) y Naty Fernández Revuelta, en sus respectivas residencias, y toda esa gente aburrida que cuenta siempre lo mismo… y patatín y patatán, y las bombas (según el propio clan Lesnik) del exilio contra la redacción una revista fundada por el Sr. Lesnik en el Miami de los 70, y la jodedera contra los congresistas cubano-americanos, y contra el "embargo", y todo el asunto ese de Bosh-Posada Carriles que ni me va ni me viene, y, y, y…. ¡Un auténtico horror de aburrimiento! Lo único interesante que descubrí es que parece que se conserva el apartamento de Eduardo Chibás con sus muebles, papeles y pertenencias en La Habana. La película debería llamarse El hombre de las cien vidas, porque con tanta insistencia en el peligro y las amenazas de muerte que ha vivido el padre de la realizadora uno termina preguntándose si el Sr. no será fruto de una mezcla entre tortuga de las Galápagos y gato Sietevidas.
También un corto titulado No te metas, de un chico llamado Pierre Moussarie, graduado en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños. La cosa "bébête", para decirlo en su propio lenguaje. O sea: la boberiíta con la guanajada. Paso.
Por suerte hubo La Mala, película puertorriqueña de Lilian Rosado y Pedro Pérez Rosado, con un reparto de actores cubanos y boricuas que actúan muy bien. El tema, una muchacha de un pueblo de campo de Puerto Rico (interpretada por Lena Burke (hija de Malena, nieta de Elena) desea ser grande y empujada por su tía Candela (María Isabel Díaz, la gorda de Una novia para David que idolatra secretamente a La Lupe), se va a lanzar contra la opinión de su padre (Jorge Perrugorría) y de su madre (la puertorriqueña Sully Díaz que durante años interpretó deliciosamente a La Lupe en una pieza que vi en el Teatro de Venevisión de Miami en 2003), en el mundo del cabaret y la música, inicialmente guiada por su novio (Vladimir Cruz). Las actuaciones son excelentes, la trama coherente, la historia también. O sea: una película. No un bodrio. Lena está sublime. Canta como una diosa y aunque no llega al paroxismo de La Lupe es mucho más sensual que ésta. De todas formas seguimos sin película sobre La Lupe. Pues en La Mala la célebre santiaguera es un ídolo lejano y una meta del que sólo se ve una foto que tiene Candela y sólo se oyen canciones interpretadas en la voz de Lena.
Por último, Vivian Lesnik Weisman en su documental de 1h y 39 interminables minutos, titulado El hombre de las dos Habanas, parte de la idea de hacerse la boba. Un buen día, como si ella no se hubiera estado bañando desde hace rato en la salsa, se pregunta qué ha pasado, por qué tanta división, por qué su padre (el loro viejo de Max Lesnik) ha tenido que vivir lo que ella define "un exilio dentro del exilio". Todo eso con tremenda majomía y despilfarro de ñoñería. Y vengan las fotos de familia antes de 1959, el elegante clan materno de alta burguesía habanera, los viajecitos de Vivian a la Isla para ver los lugares relacionados con las "epopeyas" de su padre, los encuentros con Alfredo Guevara (siempre con su aburrido chaleco por encima de los hombros) y Naty Fernández Revuelta, en sus respectivas residencias, y toda esa gente aburrida que cuenta siempre lo mismo… y patatín y patatán, y las bombas (según el propio clan Lesnik) del exilio contra la redacción una revista fundada por el Sr. Lesnik en el Miami de los 70, y la jodedera contra los congresistas cubano-americanos, y contra el "embargo", y todo el asunto ese de Bosh-Posada Carriles que ni me va ni me viene, y, y, y…. ¡Un auténtico horror de aburrimiento! Lo único interesante que descubrí es que parece que se conserva el apartamento de Eduardo Chibás con sus muebles, papeles y pertenencias en La Habana. La película debería llamarse El hombre de las cien vidas, porque con tanta insistencia en el peligro y las amenazas de muerte que ha vivido el padre de la realizadora uno termina preguntándose si el Sr. no será fruto de una mezcla entre tortuga de las Galápagos y gato Sietevidas.
13 oct. 2008
Oslo
11 oct. 2008
Félix Luis Viera – poesía
Recibo La que se fue, breve y exquisita antología de poemas, con hermosa dedicatoria de parte del escritor y amigo aplatanado en el D.F. (México) Félix Luis Viera. Empecé a conocer la escritura de Viera cuando leí su novela El ciervo herido, a mi juicio y conocimiento, la mejor novela que he leído sobre las tristemente célebres UMAP(s) en Cuba. Después de la imagen escojo un poema del libro.
Dama de la noche
Félix Luis Viera, 1979.
Habita afuera la dama de la noche,
lleva cortinas portátiles prontas
a incendiarse.
Tiene rajaduras de estrellas,
va con andar de danzarina, miel
en cada poro,
violines y guitarras en su voz.
Habita afuera la dama de la noche.
Hay que buscarla.
No hay viento ni paredes ni árbol ni adoquines
que no perfume con su aire.
Para los que ahora piensan en ella,
solos y cerrados en la noche,
aviso que está ahí
que habita afuera la dama de la noche,
todos pueden verla fácilmente
pero no vayan a tocarla
porque entonces se rompe
y hay que empezar de nuevo.
Dama de la noche
Félix Luis Viera, 1979.
Habita afuera la dama de la noche,
lleva cortinas portátiles prontas
a incendiarse.
Tiene rajaduras de estrellas,
va con andar de danzarina, miel
en cada poro,
violines y guitarras en su voz.
Habita afuera la dama de la noche.
Hay que buscarla.
No hay viento ni paredes ni árbol ni adoquines
que no perfume con su aire.
Para los que ahora piensan en ella,
solos y cerrados en la noche,
aviso que está ahí
que habita afuera la dama de la noche,
todos pueden verla fácilmente
pero no vayan a tocarla
porque entonces se rompe
y hay que empezar de nuevo.
Emile Nolde 1867-1956
En las galerías nacionales del Grand-Palais una retrospectiva (la primera en Francia) de este pintor del expresionismo germánico. Nació en el pueblo de Nolde – del que tomó su apellido artístico – en la frontera germano-danesa. En 1913 emprendió con su esposa Ada un fabuloso viaje de un año desde el puerto de Marsella, pasando por el Mediterráneo, el Canal de Suez, el actual Yemén, Ceylán, el archipiélago indonesio, Papua-Nueva Guinea, el archipiélago filipino y el del Japón, para luego atravesar Mongolia y la Siberia, de vuelta a Alemania. De ese viaje resultan asombrosos los personajes que dibuja y particularmente un cuadro titulado Salvajes. A Nolde el Tercer Reich le prohibió pintar y es uno de esos artistas que vivieron el período de la llegada del Nacionalsocialismo y la ideología Nazi al poder. Que creyeron que podían mantenerse al margen sin imaginar que la maquinita trituradora de ese régimen acabaría con ellos también.
Agradecimiento al amigo V. que me hizo visitar la muestra disfrutando de su conferencia y de sus profundos conocimientos sobre lo allí expuesto.
Nota: En la otra parte del Grand-Palais la mayor y más sonada exposición de Picasso que ojos humanos hayan visto. En cuanto la visite os cuento.
Agradecimiento al amigo V. que me hizo visitar la muestra disfrutando de su conferencia y de sus profundos conocimientos sobre lo allí expuesto.
Nota: En la otra parte del Grand-Palais la mayor y más sonada exposición de Picasso que ojos humanos hayan visto. En cuanto la visite os cuento.
9 oct. 2008
Latifa Al-Sowayel, à Paris
Una entrevista a todo color de la artista cubano-saudí Latifa Al Sowayel en la revista francesa Balthazar (n° 18). La elegante revista viene con un "separata" en inglés y en francés dedicado a la pintora. En ese mismo número una entrevista a la Ministro de Cultura de Francia, al arqueólogo Christian Deydier y al gran fotógrafo Jean-Marie Périer. Cuelgo aquí y traduzco algunas preguntas y respuestas a Latifa realizadas por la periodista Alice de Chirac:
[…]
B: En sus pinturas se adivina un gusto marcado por la ornamentación con influencia oriental. ¿Se trata de un homenaje a sus raíces musulmanas?
LAS: Yo me siento más bien guiada por el "fashion desingning". He ejecutado lienzos dedicados a Chanel, Gianfranco Ferré, Scherrer. Me gusta mucho la moda, vestirme, mezclar las cosas, los accesorios, y eso es lo que añado a mis cuadros. Después, intento sacar mi lado árabe y mi parte cubana, mezclándolos a la vez. Algunos de mis cuadros son muy cubanos, pero conservan el ritmo árabe. Trato de aprovechar lo mejor de mi doble cultura, un mensaje de esperanza y felicidad. Nunca pinto cuando estoy triste. Eso lo guardo sólo para mí pues lo que quiero dar con mi obra al espectador es una energía positiva.
Nota: las fotografías de Latifa y de sus cuadros son de Philippe Poivre
[…]
B: En sus pinturas se adivina un gusto marcado por la ornamentación con influencia oriental. ¿Se trata de un homenaje a sus raíces musulmanas?
LAS: Yo me siento más bien guiada por el "fashion desingning". He ejecutado lienzos dedicados a Chanel, Gianfranco Ferré, Scherrer. Me gusta mucho la moda, vestirme, mezclar las cosas, los accesorios, y eso es lo que añado a mis cuadros. Después, intento sacar mi lado árabe y mi parte cubana, mezclándolos a la vez. Algunos de mis cuadros son muy cubanos, pero conservan el ritmo árabe. Trato de aprovechar lo mejor de mi doble cultura, un mensaje de esperanza y felicidad. Nunca pinto cuando estoy triste. Eso lo guardo sólo para mí pues lo que quiero dar con mi obra al espectador es una energía positiva.
Nota: las fotografías de Latifa y de sus cuadros son de Philippe Poivre
7 oct. 2008
Banes después de Ike
Desde Miami, mi parienta Mirtha Elena Ruiz-Torquemada me envía este testimonio que ella recibiera, vía la Iglesia, de un parroquiano de Banes. Mirtha es nieta Raúl Ruiz, un primo-hermano de mi bisabuela Amparo. Reproduzco el testimonio aunque sea un poco largo porque expresa con sencillez y mucha precisión la irresponsabilidad de las autoridades antes y después del paso de Ike con categoría 4 por este pueblo del norte holguinero. Las dos imágenes inéditas que pongo antes del mencionado texto, me las manda desde Valencia la prima María Eugenia Sierra Navarrete, nieta de mi tío-abuelo Jorge Valérico. El teatro Hernández era una sólida construcción de los años 40 en estilo art-deco. La Colonia Española era un elegante edificio con patio andaluz, techo de tejas y salones rococó a la Aranjuez. Ahí ven qué quedó de estas construcciones.
El Teatro Hernández, en Banes, propiedad hasta 1960 de Santiago Hernández, dueño de 32 salas de cine y teatros en Oriente y Camagüey
El edificio de la Colonia Española de Banes, construida en 1911, después del paso del ciclón Ike
TESTIMONIO DESDE BANES
Queridos amigos: lo que cuento es poco en relación con la experiencia vivida desde el día 4 de septiembre, pero mi intención es darles una panorámica de toda la realidad, desde mi experiencia personal.
El día 4 comenzaron los Carnavales de Banes a pesar de que Ike se encontraba en el Atlántico Norte. La sensación era que las fiestas estaban forzadas por las autoridades para "cumplir el cronograma", la gente sin dinero después del período de vacaciones y desanimados pues al haber castigado Gustav el Occidente del país sabíamos que nuestro futuro se volvería cada día más incierto y terrible en cuanto a la alimentación y a lo esencial para vivir. No obstante por la misma inercia que nos envuelve a todos los que vivimos en un sistema como este, poco a poco la gente comenzó a salir a las calles y a gastar lo que tenía tomando cerveza a granel, que por demás, cada día sabe peor.
El 5 amanecieron las calles del centro de la ciudad invadidas de todo tipo de vendedores, venidos desde Guantánamo hasta Camagüey, la suciedad y los olores desagradables ya comenzaban a formar parte de nuestra cotidianeidad, la gente trabajó hasta el mediodía y después a "fiestar" u "olvidar" bajo los efectos de los estómagos mal llenados y del alcohol. Hasta aquí en ningún parte meteorológico hacían alusión a la cercanía de Ike o su posible paso por nuestro territorio (después de lo sucedido el sentir de todo el pueblo es que nos desampararon, nos desinformaron, nos mintieron una vez más), total ¿qué importa? Es el Oriente de Cuba. Más que eso: es Banes.
Alrededor de las 8: 30 pm, bajé con mi esposa e hijos hasta el corredor de unos amigos que viven en Avenida de Cárdenas para ver el paseo de carrozas, comparsas y muñecones. No sabíamos en ese momento que ésta sería la última noche en que íbamos a ver iluminado y alegre a nuestro querido Banes. Subimos inmediatamente terminó, pues los ladrones y rateros que acompañan estas fiestas cazan las oportunidades como estas para llevarse lo poco que tenemos.
El 6 amanecieron las calles con olor nauseabundo, carnavalesco, típico de los lugares donde no existe un adecuado servicio de higiene y provocado por la borrachera y la falta de hábitos en las personas o también por el rencor y la rebeldía que llevamos por dentro y que hace que nos comportemos muchas veces como si viviéramos en el Medioevo.
Al mediodia, antes de salir para mi casa, reviso como de costumbre el correo y es en este momento, cuando con sobresalto, recibo un mapa meteorológico que marcaba la entrada de Ike, categoría 4, por Cabo Lucrecia. Lo imprimí, se lo llevé al cura y regresé é a mi casa. Allí le dije a mi esposa: "Si esto es así, Banes desaparece". Esperé el parte meteorológico del mediodía y sólo hablaron vagamente del fenómeno. Decidimos esperar un poco más tarde.
Alrededor de las 3.00 pm, escucho el rumor de los vecinos diciendo que se habían suspendido los Carnavales. Pongo la radio local y confirmo el rumor: "estaban oficialmente suspendidos por un huracán de gran intensidad que entraría por Banes al día siguiente".
La gente llenaba las calles, paliando los efectos del calor con la cerveza y sin percepción real del peligro inminente que nos acechaba a esa hora, pues desde octubre de 1963, cuando pasó el Flora, Banes había quedado fuera del curso de los huracanes y nadie asociaba el paso de estos a grandes desastres, a no ser por lo visto en imágenes de televisión. Voy hasta la Iglesia y reviso el correo. El último parte meteorológico acababa de llegar y confirmaba el anterior. Hablé con el sacerdote y le pedí que me dejara evacuar junto a mi familia y que se preparara pues seguro iría más gente para la Iglesia. Salí a comprar galletas, algún refresco y otro alimento no perecedero, todo era un gran caos, las tiendas cerrando para resguardar las mercancías, las calles llenas de camiones y guaguas con policías que intentaban forzar a la gente para que parara de tomar y se retirara a sus lugares de origen, los vendedores particulares resistiéndose a terminar de vender su mercancía y en medio de todo esto los altoparlantes que suspendieron la música para dar mensajes urgentes llamando a la disciplina y cooperación del pueblo. Todo este espectáculo continuó hasta las 10: 00 pm, a partir de esa hora el transporte se comenzó a utilizar para traer a la gente de los campos. ¿Hacia dónde? Ya estaba comprobado, por lo sucedido en Pinar del Río, que muy pocas edificaciones resistían a la fuerza de esos fenómenos y entonces había que desechar ciertos "centros de evacuación" que antes habían sido utilizados. A las 12: 00 am del 7 de septiembre ofrecen el parte desde el Instituto de Meteorología, en que confirmaban la entrada por Cabo Lucrecia del huracán. Mi esposa y yo decidimos descansar, para, al amanecer, comenzar a recoger y sacar cosas de la casa. No logramos conciliar el sueño. Algo nos mantenía inquietos y pensé en los pájaros que habían dejado de escucharse un día antes. A las 3:00 am vehículos con altoparlantes pasaron por las calles despertando a todo el pueblo y pidiéndole que buscara sitio donde refugiarse y guardar sus pertenencias. Llamaban una y otra vez para que la gente se despertara y percibiera la magnitud de lo que estaba por venir. Muchos sencillamente no hicieron caso, como la fábula del pastor y el lobo: tanto miedo nos han metido que ya no hacemos caso cuando se presenta una situación real.
Nosotros nos levantamos y en silencio para no despertar a los niños, comenzamos a recoger. No sabíamos por dónde comenzar, pero finalmente todo comenzó a fluir y no paramos hasta las 10:00 am. Cuando ya habíamos sacado casi todo de la casa comenzó a nublarse y a lloviznar intermitentemente. La gente se horrorizó porque pudieron percatarse de que algo grande en realidad se acercaba. Almorzamos en el piso de lo que fue nuestro comedor, teníamos una sensación extraña y nos apresuramos. Cuando escampó salimos para la Iglesia y por el camino pasó un carro con altoparlantes advertía a los que vivían en edificios que bajaran al primer piso, pues no era seguro quedarse después de ese nivel. Ya había gente llevando sus cosas para la Iglesia.
A partir del mediodía el tiempo se deterioró rápido, se sentía mucho calor y las ráfagas de viento fueron aumentando. A las 6:00 pm llovía sin parar y el viento era muy fuerte; a las 8: 00 pm las paredes de mampostería doble de la Iglesia vibraban como si estuviéramos dentro de un avión de propulsión a chorro. El cura y yo nos asomamos por el frente y en medio de la oscuridad vimos pasar palmas, techos de zinc y de fibro y cuanta cosa no ofrecía resistencia al viento. A las 9: 55pm, sentimos ruido en el templo y corrimos a ver: los pestillos habían volado y ocho hombres trataban de mantener cerradas las grandes puertas. Traímos madera y comenzamos a clavar las puertas. Vino la calma de 10 minutos [el ojo del ciclón] y luego los vientos vinieron con mayor fuerza del lado contrario. Sacamos a las 30 personas que teníamos en el templo y los pusimos en la planta baja de la casa parroquial frontera. Sentimos ruido en el sótano y bajamos pues había nueve autos guardados allí. Las puertas se habían abierto por la pesión del viento y las volvimos a cerrar y claveteamos. Durante dos horas más la fuerza del viento fue descomunal. Alrededor de la 12: 00 am comenzó a ceder y gradualmente como mismo había comenzado todo fue terminando. Durante toda la noche continuó lloviendo y el viento iba y venía. Al amanecer, lloviznaba y ya no había viento. Al abrir la ventana el panorama era desolador: no había más árboles detrás de la Iglesia y en ningún lado; las casas en el piso; los postes y cables también. Me vestí y salí para ver si tenía casa. Caminando me parecía que no estaba en Banes, la gente tratando de recoger de los escombros algunas cosas. Fui poco a poco como sin querer confirmar lo que dentro de mí estaba casi claro. Subí por una entrecalle y cuando miré me di cuenta de que no tenía casa. Bajo la llovizna y como si estuviera bajo los efectos de un piñazo en la cara me paré en frente. Vinieron unos vecinos que su casa había sobrevivido y me abrazaron. Yo no sentía nada. Bajé, fui hasta la casa de mi hermana (sin techo), no sabía nada de la de mi otra hermana en Gibara, no había forma de comunicarnos. Salí despacio, el cine sin techo, el parque Cárdenas con los árboles en el piso, las calles cerradas por los escombros, como si una bomba hubiera caído.
El día transcurrió entre el estupor y el dolor de todos. El silencio y la oscuridad de la noche llegaron y desde ese momento ya no importan ni la hora ni la fecha. Todo sigue casi igual a como quedó con la diferencia de que se han recogido algunos escombros de las calles y que los niños comenzaron sus clases sin escuelas y los adultos van a sus trabajos sin local fijo. La falta de agua, de comida y las dificultades para vivir ya estaban aquí antes del huracán. Ahora cuando rezamos cada dia incluimos una nueva intención para que no llueva, pues casi todos en Banes duermen dentro de sus casas pero sin techo.
El Teatro Hernández, en Banes, propiedad hasta 1960 de Santiago Hernández, dueño de 32 salas de cine y teatros en Oriente y Camagüey
El edificio de la Colonia Española de Banes, construida en 1911, después del paso del ciclón Ike
TESTIMONIO DESDE BANES
Queridos amigos: lo que cuento es poco en relación con la experiencia vivida desde el día 4 de septiembre, pero mi intención es darles una panorámica de toda la realidad, desde mi experiencia personal.
El día 4 comenzaron los Carnavales de Banes a pesar de que Ike se encontraba en el Atlántico Norte. La sensación era que las fiestas estaban forzadas por las autoridades para "cumplir el cronograma", la gente sin dinero después del período de vacaciones y desanimados pues al haber castigado Gustav el Occidente del país sabíamos que nuestro futuro se volvería cada día más incierto y terrible en cuanto a la alimentación y a lo esencial para vivir. No obstante por la misma inercia que nos envuelve a todos los que vivimos en un sistema como este, poco a poco la gente comenzó a salir a las calles y a gastar lo que tenía tomando cerveza a granel, que por demás, cada día sabe peor.
El 5 amanecieron las calles del centro de la ciudad invadidas de todo tipo de vendedores, venidos desde Guantánamo hasta Camagüey, la suciedad y los olores desagradables ya comenzaban a formar parte de nuestra cotidianeidad, la gente trabajó hasta el mediodía y después a "fiestar" u "olvidar" bajo los efectos de los estómagos mal llenados y del alcohol. Hasta aquí en ningún parte meteorológico hacían alusión a la cercanía de Ike o su posible paso por nuestro territorio (después de lo sucedido el sentir de todo el pueblo es que nos desampararon, nos desinformaron, nos mintieron una vez más), total ¿qué importa? Es el Oriente de Cuba. Más que eso: es Banes.
Alrededor de las 8: 30 pm, bajé con mi esposa e hijos hasta el corredor de unos amigos que viven en Avenida de Cárdenas para ver el paseo de carrozas, comparsas y muñecones. No sabíamos en ese momento que ésta sería la última noche en que íbamos a ver iluminado y alegre a nuestro querido Banes. Subimos inmediatamente terminó, pues los ladrones y rateros que acompañan estas fiestas cazan las oportunidades como estas para llevarse lo poco que tenemos.
El 6 amanecieron las calles con olor nauseabundo, carnavalesco, típico de los lugares donde no existe un adecuado servicio de higiene y provocado por la borrachera y la falta de hábitos en las personas o también por el rencor y la rebeldía que llevamos por dentro y que hace que nos comportemos muchas veces como si viviéramos en el Medioevo.
Al mediodia, antes de salir para mi casa, reviso como de costumbre el correo y es en este momento, cuando con sobresalto, recibo un mapa meteorológico que marcaba la entrada de Ike, categoría 4, por Cabo Lucrecia. Lo imprimí, se lo llevé al cura y regresé é a mi casa. Allí le dije a mi esposa: "Si esto es así, Banes desaparece". Esperé el parte meteorológico del mediodía y sólo hablaron vagamente del fenómeno. Decidimos esperar un poco más tarde.
Alrededor de las 3.00 pm, escucho el rumor de los vecinos diciendo que se habían suspendido los Carnavales. Pongo la radio local y confirmo el rumor: "estaban oficialmente suspendidos por un huracán de gran intensidad que entraría por Banes al día siguiente".
La gente llenaba las calles, paliando los efectos del calor con la cerveza y sin percepción real del peligro inminente que nos acechaba a esa hora, pues desde octubre de 1963, cuando pasó el Flora, Banes había quedado fuera del curso de los huracanes y nadie asociaba el paso de estos a grandes desastres, a no ser por lo visto en imágenes de televisión. Voy hasta la Iglesia y reviso el correo. El último parte meteorológico acababa de llegar y confirmaba el anterior. Hablé con el sacerdote y le pedí que me dejara evacuar junto a mi familia y que se preparara pues seguro iría más gente para la Iglesia. Salí a comprar galletas, algún refresco y otro alimento no perecedero, todo era un gran caos, las tiendas cerrando para resguardar las mercancías, las calles llenas de camiones y guaguas con policías que intentaban forzar a la gente para que parara de tomar y se retirara a sus lugares de origen, los vendedores particulares resistiéndose a terminar de vender su mercancía y en medio de todo esto los altoparlantes que suspendieron la música para dar mensajes urgentes llamando a la disciplina y cooperación del pueblo. Todo este espectáculo continuó hasta las 10: 00 pm, a partir de esa hora el transporte se comenzó a utilizar para traer a la gente de los campos. ¿Hacia dónde? Ya estaba comprobado, por lo sucedido en Pinar del Río, que muy pocas edificaciones resistían a la fuerza de esos fenómenos y entonces había que desechar ciertos "centros de evacuación" que antes habían sido utilizados. A las 12: 00 am del 7 de septiembre ofrecen el parte desde el Instituto de Meteorología, en que confirmaban la entrada por Cabo Lucrecia del huracán. Mi esposa y yo decidimos descansar, para, al amanecer, comenzar a recoger y sacar cosas de la casa. No logramos conciliar el sueño. Algo nos mantenía inquietos y pensé en los pájaros que habían dejado de escucharse un día antes. A las 3:00 am vehículos con altoparlantes pasaron por las calles despertando a todo el pueblo y pidiéndole que buscara sitio donde refugiarse y guardar sus pertenencias. Llamaban una y otra vez para que la gente se despertara y percibiera la magnitud de lo que estaba por venir. Muchos sencillamente no hicieron caso, como la fábula del pastor y el lobo: tanto miedo nos han metido que ya no hacemos caso cuando se presenta una situación real.
Nosotros nos levantamos y en silencio para no despertar a los niños, comenzamos a recoger. No sabíamos por dónde comenzar, pero finalmente todo comenzó a fluir y no paramos hasta las 10:00 am. Cuando ya habíamos sacado casi todo de la casa comenzó a nublarse y a lloviznar intermitentemente. La gente se horrorizó porque pudieron percatarse de que algo grande en realidad se acercaba. Almorzamos en el piso de lo que fue nuestro comedor, teníamos una sensación extraña y nos apresuramos. Cuando escampó salimos para la Iglesia y por el camino pasó un carro con altoparlantes advertía a los que vivían en edificios que bajaran al primer piso, pues no era seguro quedarse después de ese nivel. Ya había gente llevando sus cosas para la Iglesia.
A partir del mediodía el tiempo se deterioró rápido, se sentía mucho calor y las ráfagas de viento fueron aumentando. A las 6:00 pm llovía sin parar y el viento era muy fuerte; a las 8: 00 pm las paredes de mampostería doble de la Iglesia vibraban como si estuviéramos dentro de un avión de propulsión a chorro. El cura y yo nos asomamos por el frente y en medio de la oscuridad vimos pasar palmas, techos de zinc y de fibro y cuanta cosa no ofrecía resistencia al viento. A las 9: 55pm, sentimos ruido en el templo y corrimos a ver: los pestillos habían volado y ocho hombres trataban de mantener cerradas las grandes puertas. Traímos madera y comenzamos a clavar las puertas. Vino la calma de 10 minutos [el ojo del ciclón] y luego los vientos vinieron con mayor fuerza del lado contrario. Sacamos a las 30 personas que teníamos en el templo y los pusimos en la planta baja de la casa parroquial frontera. Sentimos ruido en el sótano y bajamos pues había nueve autos guardados allí. Las puertas se habían abierto por la pesión del viento y las volvimos a cerrar y claveteamos. Durante dos horas más la fuerza del viento fue descomunal. Alrededor de la 12: 00 am comenzó a ceder y gradualmente como mismo había comenzado todo fue terminando. Durante toda la noche continuó lloviendo y el viento iba y venía. Al amanecer, lloviznaba y ya no había viento. Al abrir la ventana el panorama era desolador: no había más árboles detrás de la Iglesia y en ningún lado; las casas en el piso; los postes y cables también. Me vestí y salí para ver si tenía casa. Caminando me parecía que no estaba en Banes, la gente tratando de recoger de los escombros algunas cosas. Fui poco a poco como sin querer confirmar lo que dentro de mí estaba casi claro. Subí por una entrecalle y cuando miré me di cuenta de que no tenía casa. Bajo la llovizna y como si estuviera bajo los efectos de un piñazo en la cara me paré en frente. Vinieron unos vecinos que su casa había sobrevivido y me abrazaron. Yo no sentía nada. Bajé, fui hasta la casa de mi hermana (sin techo), no sabía nada de la de mi otra hermana en Gibara, no había forma de comunicarnos. Salí despacio, el cine sin techo, el parque Cárdenas con los árboles en el piso, las calles cerradas por los escombros, como si una bomba hubiera caído.
El día transcurrió entre el estupor y el dolor de todos. El silencio y la oscuridad de la noche llegaron y desde ese momento ya no importan ni la hora ni la fecha. Todo sigue casi igual a como quedó con la diferencia de que se han recogido algunos escombros de las calles y que los niños comenzaron sus clases sin escuelas y los adultos van a sus trabajos sin local fijo. La falta de agua, de comida y las dificultades para vivir ya estaban aquí antes del huracán. Ahora cuando rezamos cada dia incluimos una nueva intención para que no llueva, pues casi todos en Banes duermen dentro de sus casas pero sin techo.
5 oct. 2008
Carlos Casanova: cronista desde París
El blog del amigo Carlos Casanova, desde la capital francesa. Muy interesante porque Carlos es como un cronista de la ciudad de hoy y va contando los acontecimientos cotidianos en los que participa. También tiene secciones interesantes sobre memorabilia cubana. He puesto el link en la columna Blogosfera Cubana. Carlos es poeta y ha desarrollado una imponente tesis sobre la vivienda en Cuba que espero publique pronto.
2 oct. 2008
Janisset Rivero en Aduana Vieja
Me honra haber prologado y me honrará más presentarlo en Miami en noviembre, el poemario Ausente de esa gran cubana y fundadora del Directorio Democrático Cubano que es Janisset Rivero. La portada e ilustraciones interiores son del pintor Humberto Calzada. Como muy bien señalo el primer sorpendido fui yo cuando Janisset me extendió sus poemas para que le dijera si creía que valían la pena. Y digo sorprendido porque para mí Janisset era una persona que trabajaba exclusivamente y sin descanso el tema de la disidencia en Cuba, los prisioneros y la situación de Derechos Humanos en la Isla. Quienes conocen bien ese tema saben el peso del Directorio y la importancia del trabajo que realizan. Aquí les dejo el prólogo que escribí para Janisset en esta faceta hasta hoy inédita.
Prólogo de Ausente, poemario de Janisset Rivero
William Navarrete
Cuando Janisset Rivero, deseosa de conocer mi opinión, me hizo llegar este poemario no supe, en un inicio, si se trataba de la obra de uno de esos hombres valiosos de Cuba, censurados, perseguidos, e incluso, encarcelados, que ella apoya infatigablemente desde hace más de una década a través del Directorio Democrático Cubano, del que es fundadora y miembro muy activo.
Debo decir, antes de adentrarme en el tópico literario que aquí nos ocupa, que durante años de amistad y estrecha colaboración, Janisset Rivero, su esposo y otros integrantes del Directorio, han obrado milagros para que en Cuba no haya opositor pacífico o disidente al que falte una voz que les proporcione visibilidad internacional y protección frente a los atropellos que sufren en la Isla. Ella fue quien, con anterioridad, en esta misma casa editorial, dio el paso al frente y el apoyo imprescindible para que pudiéramos publicar el poemario "Historias gentiles antes de la Resurrección", del prisionero de la Primavera Negra del 2003, Regis Iglesias Ramírez, aún en cautiverio. También fue ella, junto a sus compañeros de la organización, quien sacó a la luz – otra vez en esta misma casa – el poemario "Con el alma cautiva" del disidente cubano acosado por el régimen de La Habana Néstor Rodríguez Lobaina.
Por eso, cuando "Ausente" surcó el Atlántico a través de las redes electrónicas hasta mi ordenador, pensé que se trataba de otra de esas grandes y justas batallas por la verdad que Janisset Rivero libra desde mucho antes de nuestra amistad. Cuál no fue entonces, en estas circunstancias, mi extraordinario asombro al dirigirme al encabezamiento de estas páginas y comprender al fin – pues suelo abrir y leer inicialmente los documentos que recibo a partir del final – que la autora de estos versos era la misma que, sin cansancio, había prestado, y continúa prestando, su voz para defender a todos aquellos que amordaza la política intolerante y monolítica del gobierno actual en Cuba.
"Ausente" me sorprendió primero porque ignoraba de Janisset Rivero todo acerca de sus estudios literarios y su profunda afición por las letras. En realidad sabía tan poco de ella que ignoraba incluso que era camagüeyana, que había salido de Cuba siendo adolescente, que había estudiado literatura en la Universidad de la Florida. De ella, repito, conocía exclusivamente su intensísima labor por la democratización de nuestro país y a ella recurría, también exclusivamente, cuando yo mismo buscaba apoyo para presentar algún libro relacionado con este tema. De ella sabía que era trigo limpio y mano solidaria con que la causa cubana podía contar, pero estaba lejos de sospechar que llevara la literatura tan profundamente arraigada en sus adentros.
Leerla significó dar a su persona una nueva dimensión y colocarla inmediatamente entre esas voces femeninas de nuestra lengua que expresan sin artilugios un sentir profundo que sólo el verso puede ofrecer. En "Ausente", la poesía, más que un recurso para deslumbrar a los lectores mediante sofisticadas intertextualidades u otras complejas pantomimas culteranas, es curso de aguas cristalinas que, recordando los orígenes de la autora, se me antoja como el cauce del río Máximo acariciando con suavidad los canjilones de su lecho camagüeyano.
Por eso, al ilustrar este libro con obras del pintor cubano Humberto Calzada – quien al igual que la autora llegó a Miami en plena adolescencia –, las ruinas despobladas dibujadas por el artista y las ausencias de la poetisa, se unen para, por una parte, expresar la incertidumbre ante un pasado que con el tiempo nos parece cada vez más irreal y, por otra, hablarnos del consuelo de poblar el espacio del futuro con todas nuestras ilusiones convertidas en realidad.
Todas las sensaciones que provoca el abandono, la lejanía, la nostalgia: la ausencia, aparecen aquí como un canto digno en el que no caben quejidos lastimeros ni lloriqueos amargos. A veces – muy a menudo, tal vez – oímos notas de amor porque Amor está en cada instante de su vida y la ausencia es fuente nutritiva de donde ese sentimiento brota, crece y se multiplica. Quien espere entonces encontrar en estos versos consignas políticas, iras contenidas, panfletos incendiarios, lemas de combate, descubrirá que nada de ello encaja en las puntadas limpias con que Janisset Rivero ha dado vida a sus poemas. Comprobará que un sentimiento diáfano, de tierna ingenuidad y peso propio, recorre las palabras que conforman este libro. Se regocijará como yo – al menos eso espero – de saber que en nuestra sociedad de miedos y zozobras, de inseguridad y desamparo, de experimentos que violentan el curso natural del Universo, una mujer cubana, exiliada en tierra extraña y de admirable modestia, comete el acto noble y sincero de esta poesía.
París, 23 de septiembre de 2008.
1 oct. 2008
Leopoldo Alas in memoriam
Alberto Lauro, el poeta, novelista y amigo cubano establecido en Madrid había concebido la muestra del artista Igor Issacovicht (1963-1990) en la Fundación Alianza Hispánica, junto al escritor y también poeta Leopoldo Alas (1962-2008), bisnieto de su célebre homónimo "Clarín". Ambos preparaban la retrospectiva cuando la muerte de Leopoldo nos sorprendió a todos este verano. Tenía 45 años y una carrera literaria brillante en la que despuntaban los poemarios Los palcos (1988), La condición y el tiempo (1992), La posesión del miedo (1996) y El triunfo del vacío (2004). También los relatos África entera tocando el tam tam (1981) y Descuentos (1986), además de las novelas Bochorno (1991) y El extraño caso de Gaspar Ganijosa (2001), amén de los libros de ensayo La orgía de los cultos (1989), De la acera de enfrente (1994), Hablar desde el trapecio (1995), Los amores periféricos (1997) y Ojo de loca no se equivoca (2002). Conocí a Leopoldo Alas hace años, en uno de los Congresos Con Cuba en la Distancia, organizado por Grace Piney y Fabio Murrieta en Cádiz. Allí, intercambiamos poemas, hablamos de Lorca en Cuba, de Leopoldo Alas en Cuba y de La Habana en Cádiz. Extendimos nuestro intercambio por correos y algún que otro encuentro renovado en Madrid. Ahora, Alberto Lauro llena con sus poemas la ausencia de Leopoldo en esta exposición soñada por ambos y que a partir de hoy pueden visitar en la sede de la Fundación Alianza Hispánica. Allí estarán para rendir homenaje a la obra de Leopoldo los escritores Luis Antonio de Villena, Eduardo Mendicutti, José Infante, Yolanda Alba, Ángel Rodríguez Abad y numerosos artistas, intelectuales, amigos y familiares de los dos homenajeados. Yo leo el poema Espectros de una vida que se agota de Alas y me estremezco ante tanta clarividencia y premonición.
☛ FUNDACION ALIANZA HISPANICA
C/ San Pedro 22, Madrid. Tf. 91 369 94 25
Exposición: ENTRE AMIGOS
Cuadros de Igor Issacovitch (1963 - 1990)
Poemas de Leopoldo Alas (1962 - 2008)
ESPECTROS DE UNA VIDA QUE SE AGOTA
Leopoldo Alas Mínguez
¿A qué viene esconderse los espectros?
Entonces no era así.
Íbamos juntas las almas en busca de cuerpos
porque en uno solo no cabía la conciencia.
Qué arteras artimañas usamos por no vernos,
qué orgullo solitario en nuestras cuevas
adornadas con estampas del deseo.
Hablaron de un camino que lleva a la derrota.
También de una cascada que da la bienvenida
y de una comunión de sombras exaltadas.
Sabemos ya que el tacto nos daba la medida
de nuestra pretensión, pero el recuerdo borra
la intensidad vital, el sol, la llamarada.
Espectros de una vida que se agota,
hemos llegado hasta aquí.
Vamos juntas las almas al olor de los cuerpos,
que en esa confusión estaba la respuesta.
Por absurdo que parezca el desafío,
habrá felicidad en el rencuentro.
Cuando hagan la señal, salgamos de las cuevas.